sábado, 8 de diciembre de 2012

Boletín Nueva Era Diciembre "Supersticiones y Año Nuevo

Supersticiones:
Las supersticiones están en aumento en América Latina y entre los Hispanos que viven en
los Estados Unidos de América. A través del boca a boca y mediante los medios de
comunicación se difunden ampliamente este tipo de creencias y prácticas.
Según el Catecismo de la Iglesia Católica la superstición es una “desviación del culto
debido al Dios verdadero” y señala que se puede expresar también “bajo las formas de
adivinación, magia, brujería y espiritismo” (N. 444).
Santo Tomás de Aquino señala que se presenta cuando “se ofrece culto divino a quien no
se debe o a quien se debe pero de un modo impropio” (S.Th. 2-2 q 92 a1).
El Catecismo nos ayuda a entender que la superstición es la desviación del sentimiento
religioso que se encuentra en el corazón de todo hombre y que se orienta a otras cosas
que no son Dios.
Los supersticiosos piensan que es posible in uir en fuerzas invisibles y desconocidas a
través de ciertos objetos, palabras o ritos. Es lo que se llama mentalidad mágica o
pensamiento mágico. Por eso no hay que extrañarse de que la magia, la hechicería, la
brujería y en general todo lo oculto o lo esotérico entren en el amplio campo de las
supersticiones. Así que los católicos debemos estar prevenidos, para no caer en este tipo
de situaciones, que atentan contra el primer mandamiento de la Ley de Dios que nos
ordena amarlo sobre todas las cosas (Cfr. Mt. 22, 37).
Actualmente como se puede presentar la superstición entre los católicos:
Cuando bautizan a los niños para que se les caigan los cuernos o para que no se
enfermen.
O cuando se piensa que rezando un determinado número de veces algunas oraciones,
Dios esta obligado a concedernos todo lo que le pedimos. Es el famoso caso de las
“cadenas”, especialmente la de San Judas Tadeo, y la práctica de las novenas mal
entendidas, puesto que se pretende obligar a Dios mediante ciertas oraciones repetidas
un cierto número de veces (3 -7). Pero sabemos que a Dios nadie le puede obligar a hacer
algo. Lo que podemos hacer es pedir con fe y con anza, si se trata de algo que nos
convenga para nuestra salvación, seguramente Dios nos lo concederá, de otra manera es
inútil intentar obligarlo repitiendo la oración un cierto número de veces y
acompañándola con ores y veladoras.

 

 Supersticiones más comunes:
1. La mala suerte caerá sobre aquellos que encuentren un gato negro.
2. Por pasar por debajo de una escalera sufriré una desgracia.
3. Uso de amuletos de la buena suerte (herraduras de cabello, patas de conejo, ojo de
venado, pulseras o collares con ojos, pulseras rojas, monedas, relicarios y medallas
religiosas. Se guardan o usan para alejar el mal o atraer la buena suerte.
4. Creer que se atrae la mala suerte por abrir una sombrilla dentro de la casa.
5. Se dice que el número 13 es de mala surte.
6. Romper un espejo porque le puede traer 7 años de mala suerte, y todo por romper un
simple ejemplo.
7. Tocar madera para la buena suerte o alejar una posible desgracia. Esta medida se dice
cuando se cree que se ha dicho algo que pueda afectar de manera negativa el propio
futuro.
8. Tirar sal en la casa trae mala suerte.
9. Barrer en la noche o sacar basura pues hacerlo implica barrer “tu suerte”.
10. Cruzar los dedos o hacer “changuitos”. Este gesto nace en Inglaterra en el S. XVI, se
supone que este gesto atrae la buena suerte o la fortuna.
Los que trabajan en la farándula son los
mas grandes propagadores de las
supersticiones, el problema es que por el
simple hecho de “salen en la Televisión”,
amplios sectores de la población les creen
con facilidad y llegan a copiar sus practicas
supersticiosas, pensando que son
correctas. Y como estas personas se
presentan como católicos y hablan incluso
de la Virgen de Guadalupe mucha gente
adopta más fácilmente sus practicas y
puntos de vista.
En el tema del matrimonio hay que
recordar que aquella creencia irracional que dice que el novio no debe ver a su futura
esposa vestida de novia antes de la boda porque es de mala suerte, la superstición
también in uye en la preparación del atuendo nupcial, que tiene que incluir también
algo usado, algo nuevo, algo prestado y algo azul para garantizar la felicidad de la pareja.
Las personas supersticiosas gastan grandes cantidades de dinero en consultar videntes y
adivinos, a expertos en numerología o cartomancia y en la compra de amuletos y
talismanes.
El origen de la superstición es la creencia que la naturaleza tiene poderes y que existen
ciertas practicas permiten defenderse de lo malo contrarrestar el dolor y las malas vibras
y atraer lo que da la buena suerte y la felicidad.


 nos presenta, por eso es que intentamos encontrar atajos para alcanzar muchas de
nuestras metas?
Nos dice el Padre Gabrielle Amorth, exorcista o cial del Vaticano: “Es un hecho matemático:
donde decae la religión, crece la superstición. De ahí la difusión, especialmente entre los
jóvenes, de las prácticas del espiritismo, magia y ocultismo…”
Mal de ojo
A alguien que se le empieza a caer el pelo, que se empieza sentir mal, un bebe que pone
inquieto, etc., todo puede atribuirse, y de hecho se atribuye, al funesto “mal de ojo”.
Es una superstición que dice que puede in uir una persona en la vida del otro con el hecho
de verlo y desear un mal.
Se recomienda ciertos ritos y objetos para evitarlo, a los niños pequeños se les ata un listón
rojo o se les intenta proteger con amuletos, talismanes y ciertas imágenes religiosas,
hierbas, semillas e incluso herraduras. Muchas de estas cosas las usan los adultos puesto
que nadie, a rman quienes tienen esta creencia, nadie esta exento de padecer el mal de
ojo.

 
Mentalidad mágica
Esta superstición se inscribe en cierta mentalidad mágica que subyace en la cultura
mexicana, latinoamericana no solo por el elemento indígena sino también el europeo. A
todo esto hay que agregarle la creciente proliferación de prácticas supersticiosas que
proceden de la nueva era. Esta mentalidad mágica se mani esta en que se le llegan a
otorgar o atribuir cierto poder a ciertas personas (brujos, animales, plantas y objetos). Lo
que contradice la enseñanza bíblica que presenta claramente al ser humano como al ser
de la creación pues ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.
Imagen de Buda
Muchas personas creen que brotar el vientre de la imagen de Buda les traerá prosperidad
económica o éxito en los negocios. Iguales propiedades se les atribuyen a otras imágenes
como la de San Martín Caballero, la herradura y vegetales como la sábila.
Conviene aclarar que Buda no es un personaje que haya formado parte de la Iglesia
Católica, nunca ha sido canonizado por algún Papa y nunca ha sido propuesto como
modelo de vida, ni como intercesor de los eles católicos.
Adivinación
Intenta descubrir conocimientos ocultos y penetrar en los acontecimientos del presente,
pasado y futuro. Este contacto sobrenatural se busca mediante un médium psíquico, es
decir, a través de una persona que supuestamente tiene la capacidad especial para
comunicarse con los espíritus o que tiene supuestos poderes. La búsqueda de talismanes
es una de las mayores atracciones de los pobres clientes de estas personas que se sienten
golpeados por la suerte adversa, desventura, incomprensión, falta de amor, pobreza; y
pagan muy gustosos el precio muy elevado de estos “médiums” que deberían de librarlos
de todas sus desdichas. Por el contrario llevan en el pecho una carga negativa tal que
puede dañarlos no solo a ellos, sino también a los miembros de su familia. Para preparar
todos estos objetos, como para la mayor parte de las operaciones de magia, se hace
amplio uso del incienso. Es un incienso ofrecido a Satanás en clara contra posición del
incienso que se ofrece a Dios en el culto litúrgico.
Especialmente en nuestros campos hay gente muy religiosa que recurre a los santeros
para resolver sus di cultades más diversas desde las enfermedades hasta el mal de ojo,
desde la búsqueda de un trabajo hasta la búsqueda de un marido.
La adivinación siempre ha estado ligada a la magia: querer conocer nuestro futuro por
caminos torcidos. Baste pensar en el tan extendido uso de leer las cartas, o sea predecir el
futuro por los tarots que son el medio de adivinación prevalentemente usado por magos
y adivinos. El ingenuo, porque se le ha revelado con exactitud su pasado, sale de ahí con
angustia y desesperanza o vanas esperanzas. A menudo con respecto a parientes o
amigos, y sobre todo con una cierta forma de dependencia de quien le ha leído las cartas,
que lo acompañara de ahora en adelante. Todo esto podrá causarle estados de miedo,
rabia, incertidumbre; sentirá el deseo de recurrir a practicas raras o de proveerse de
talismanes que le neutralicen aquel enemigo interior que el mismo se ha conseguido y
3 que le causa enfermedades, infortunios…

 El Catecismo de la Iglesia Católica dice: Dios puede revelar el
porvenir a sus profetas o a otros santos, sin embargo, la actitud
cristiana consiste en entregarse con con anza en las manos de
la providencia en lo que se re ere al futuro y abandonar toda
curiosidad mal sana al respecto. Sin embargo, la imprevisión
pude constituir una falta de irresponsabilidad (N. 2115). Todas
las formas de adivinación debe rechazarse: el recurso a Satanás
o a los demonios la evocación a los muertos y otras practicas
que equivocadamente se supone que develan el porvenir (Cfr.
Dt. 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de Horóscopos y otras formas de
la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de
suertes, los fenómenos de “visión”, el recurso a los médiums,
encierran una voluntad del poder sobre el tiempo, la historia, y
nalmente los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la
protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y respeto, mezclados
con el temor amoroso, que
debemos solamente a Dios (2116).
Año Nuevo ¿En dónde comienza
la superstición?
La realidad se pierde por lo que la
víspera del año nuevo esta llena de
supersticiones que tienen que ver
con los buenos augurios para el
futuro, así que se llevan a cabo una serie de rituales en la noche del 31 de diciembre y los
más populares son:
Sacar las maletas a la puerta de la casa (dar la vuelta a la manzana), le traerá muchos
viajes.
Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas: trae consigo
matrimonio.
Recibir el año nuevo, con dinero dentro de los zapatos, le dará prosperidad económica.
Para tener mucha ropa nueva: usted debe usar la ropa interior al revés la noche del 31.
Utilizar ropa interior roja: le hará encontrar el amor de su vida.
Utilizar ropa interior amarilla: le traerá mucha felicidad y alegrías. (Mucho mejor si los
calzones son regalados)
Comer doce uvas: a la vez que pide un deseo, hará que todos se le cumplan.
Comer una cucharadita de lentejas: traerá prosperidad para todo el año entrante.
Se recomienda servir de postre una torta que posea tres monedas en su interior. A
quienes les toquen al servir los trozos, tendrán asegurada la abundancia.
Poner un anillo de oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis: te
asegurarás que no falte el dinero.
Encender velas de colores: las azules traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas,
pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad, y las naranjas, inteligencia.
Repartir espigas de trigo: símbolo de la abundancia. Lo ideal es repartirlas entre todos
los asistentes (que todos tengan en las manos la medianoche) y también esparcirlas por
la casa.

 Conclusión
Satanás es nuestro peor enemigo y seguirá siéndolo hasta el nal de los tiempos, porque
usa su inteligencia y sus poderes para obstaculizar los planes de Dios que quiere la
salvación de todos nosotros. Nuestra fuerza es la Cruz de Cristo, su Sangre, sus llagas, la
obediencia a sus palabras y a su institución que es la Iglesia.
Te proponemos que este n de año puedas celebrarlo con tu familia de una manera
especial.
No a la superstición y sí a la oración.
Oración al terminar el año.
¡Gracias Señor, por todo lo que en este año me diste!
¡Gracias por los días de sol y los nublados tristes!
¡Gracias por las noches tranquilas y por las inquietas horas obscuras!
¡Gracias por la salud y la enfermedad!
¡Por las penas y las alegrías!
¡Gracias por lo que me prestaste y después me pediste!
¡Gracias Señor por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y todo lo hermoso
y dulce!
¡Por las ores y las estrellas y la existencia de los niños y las almas buenas!
¡Gracias por la soledad, por el trabajo, por las di cultades y las lágrimas y por todo lo que
me acercó a ti más íntimamente!
¡Gracias por tu presencia en la Sagrario y la gracia de tus Sacramentos!
¡Gracias por haberme dejado vivir un año más! Amén.
Oración para iniciar el año.
Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad. Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y
el futuro.
Al empezar un año mas, detengo mi vida ante el nuevo calendario, aun sin estrenar, y te
presento estos días que solo Tu sabes si llegare a vivirlos.
Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la
sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno
de compresión y paz.
Cierra tus oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o
hirientes.
Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de
bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a
mi, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir
felicidad. Amén.

 CONCLUSION
Yo, como católico creo rmemente en la existencia de los ángeles. Creo que
es bueno orarles para que nos ayuden. Jesús mismo fue servido por ellos en
el desierto (Mt 4,11) y en su agonía (Lc 22,43). Lo que la Iglesia advierte es
que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos. Basta por
ejemplo con que nuestro ángel de la guarda nos haga recordar la
Providencia de Dios que nos cuida aun mucho más que a las aves del cielo
(Mt 6,26). Y, por supuesto jamás puede el cristiano creer, y aun menos
practicar el esoterismo.
Dios creo a los ángeles para hacer su voluntad. Quizá no actúan en manera
tan espectacular como en la Biblia pero siguen haciendo su voluntad. Dios
nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la guarda y nos de ende
del mal por la oración a San Miguel Arcángel. Le damos gracias por habernos
dado estos hermanos espirituales para ayudarnos a llegar con ellos al cielo y,
así gozar eternamente en la presencia del Padre.
Bibliografía
La “santa muerte”, el mal de ojo y otras supersticiones,
P. Jorge Luis ZARAZÚA CAMPA FMAP, Ed.
Apóstoles de la Palabra, México D.F, 2011.
Narraciones de un exorcista, P. Gabrielle Amorth,
Ed. San Pablo, Bogotá Colombia, 2008.

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