jueves, 18 de septiembre de 2014

Las malas inclinaciones se transfieren a través de las generaciones

 La liberación de las malas tendencias heredadas.
Las tendencias negativas que se trasmiten de generación en generación de un árbol genealógico es un tema discutido entre los cristianos, hay quienes dicen que, salvo elementos sociales en la crianza, la familia no trasmite ninguna otra cosa que rasgos físicos.

En cambio otros dicen que hay tendencias, e incluso inclinación a pecados, y malos espíritus, que son trasmitidos por las generaciones anteriores, que afectan nuestras vidas, y que debemos liberarnos.
Es un tema para discernir.

LA HIPÓTESIS DE TRANSFERENCIA GENERACIONAL DE MALOS ESPÍRITUS

La hipótesis de que nacemos tabla rasa, sin ninguna influencia negativa más que la socialización, es fácil de comprender, pero más difícil es la hipótesis de que traemos una carga de inclinaciones heredadas, que no vemos, por eso hablaremos aquí de ello.
Cada familia y antepasados – a excepción de Jesús, María y José – tiene tendencias que fueron o son negativas y necesitan ser purgadas. Podría ser una inclinación de la familia al egoísmo, la división, o el orgullo. Podría ser el ocultismo. Podría ser una preocupación con el materialismo. Podría ser la práctica de la mentira.
Estas características deben ser echadas fuera como “espíritus”, porque son manchas de oscuridad, y si no se lo hace, ellas se repetirán como un disco rayado en nuestras vidas y en las vidas de aquellos que vendrán después de nosotros.
Familias amorosas sientan las bases para nuestro eterno progreso. Ellas nos ayudan a construir fortalezas, identificar y superar las debilidades, y traen sus propios desafíos a nosotros para vencerlos. Ellos nos influyen de manera significativa en nuestra misión terrenal y afectan la forma en que influenciamos a los demás en sus misiones. Cada grupo familiar – con su cónyuge, hijos, padres, abuelos, nietos, suegros, tíos, primos, etcétera – pueden desempeñar un papel crucial enseñándonos a amar y a ser amados.

DE VARIAS GENERACIONES ATRÁS

Cuando el pecado es intenso, afirma el padre John Hampsch, que escribió un libro llamado Sanar el árbol de la familia, los efectos pueden ir más allá de tres o cuatro generaciones comúnmente. Cuanto mayor es el pecado, más oscuridad atraemos. También podemos provocar a los espíritus demoníacos de un nivel superior. Como la Biblia nos dice, que hay poderes y principados. Ellos imitan la jerarquía de los ángeles (serafines, querubines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades, principados, arcángeles y ángeles).
También hay familias de espíritus terrestres -aquellos que no se han ido. Estos son espíritus que se han unido a una persona, familia, cosas o lugares. Si alguien comete un asesinato, es una fuerza que atrae a los demonios. Si hay un espíritu que fue adicto al sexo, las drogas o el alcohol, pueden tratar de sacar o entrar a otra persona viva que sea indulgente en el exceso de alcohol o el sexo ilícito (con el fin de volver a experimentar).
Una participación en el ocultismo es una transgresión conocida que aumenta en gran medida la infestación espiritual.
Cuando una persona invoca a los espíritus de los muertos – o peor, se involucra con la magia negra, la brujería, el satanismo – las fuerzas oscuras se congregan. El Padre Hampsch ha informado de que todos los “objetos que han sido utilizados para actividades ocultistas o espiritistas deben ser destruidos, porque tienden a atraer a los malos espíritus”, como amuletos y símbolos astrológicos. Se nos dice en Levítico 19:31 que los recursos de los espíritus de los muertos o los magos nos “contaminan” a nosotros – y esto contamina nuestros linajes.
“Cuando estamos alrededor de las cosas de lo oculto, ya se trata de libros, signos, símbolos, o incluso núcleo duro de la música rock, ello contamina el espíritu”, añade otro experto, el Padre Robert DeGrandis.
“Por eso muchas veces los carismáticos no pueden escuchar rock duro. El Espíritu Santo y su espíritu se oponen a la intromisión de la contaminación”.

EL MAL SE CONCENTRA

De este modo, los espíritus – o la oscuridad, de alguna forma – pueden reunirse alrededor de una persona. Y cuando una persona muere, los espíritus buscan otro hospedaje y a menudo optan por el que está más cerca o es un punto débil en el árbol familiar.
El mal que se ha acumulado a través de las generaciones se puede concentrar en torno en un “punto imán”, abriendo un conducto oscuro. El resultado puede ser la desgracia no sólo para la persona, sino también para aquellos alrededor de la persona. Enfermedad. Accidentes. Mala suerte. Una persona puede tener un pequeño tren de espíritus acompañándolo. Cuando llega a través del árbol de la familia, puede ser derrotado sólo a través de la humildad.

ORACIÓN DE LIBERACIÓN


Consejo del Padre Robert DeGrandis: 
Tómalo con calma: La oración puede parecer algo abrumadora y puede sensibilizar algunas áreas dolorosas. Tómalo con calma. Relájate y recuerda que Jesús es el arqueólogo. Tu no tienes que cavar. El Espíritu Santo sacará a la superficie lo que esté preparado para ser sanado” 
*  *  * 
NACIDO PARA SER LIBRE: Señor Jesús, gracias por tu presencia hoy. Se que me amas y que me estás llamando por mi nombre. Viniste a liberar a los cautivos. Gracias por Tu amor y Tu piedad que me liberan constantemente de vínculos y me llenan de Tu vida abundante. Yo te alabo, te bendigo y te adoro. 
Me pongo bajo tu protección, Señor, y me cubro con Tu Preciosa Sangre y pido a los Ángeles, a los santos y a Tu Madre Bendita que intercedan por mi. 
Él te libra del lazo del cazador que busca destruirte; te cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio” (Sal. 91, 3 – 4) 

AUNQUE TU ME HAYAS HERIDO: Señor, me sumerjo en un perdón profundo para limpiarme de cualquier raíz de amargura o resentimiento. Centro mi oración ahora sobre l persona que más me ha fastidiado en la última semana. Perdono a esa persona desde lo más profundo de mi corazón y bendigo a esa persona. Absuelvo de toda culpabilidad a cada persona que me haya herido en el último mes. Jesús, porque te  amo, dogo a esas personas: “Aunque me hayan herido, yo no los voy a herir. Los entrego a Jesús, los perdono, los acepto y los amo tal y como son”. Por un acto de voluntad, perdono a todos aquellos que me han herido desde el principio de este año. Jesús, bendícelos. 
Arranquen de raíz entre ustedes los disgustos, los arrebatos, el enojo, los gritos y toda clase de maldad. Por el contrario, muéstrense buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó en Cristo.” (Ef 4, 31 – 32) 
POR EL QUE MÁS ME HA HERIDO: Señor, ahora te ruego por la persona que más daño me ha hecho en la v ida, la que es como el origen de todo mi dolor. Elevo esta persona a Ti, para que reciba Tu bendición. 
Sopórtense y perdónense unos a otros, si uno tiene motivo de queja contra otro”. (Col 3, 13) 
YO ME PERDONO:  Señor Jesús, te pido l gracia de perdonarme de verdad por mi mayor pecado, por la mayor falta de fe en mi relación contigo. Me perdono por eso, Señor. Tú me has perdonado y ahora recibo de Ti la gracia de perdonarme de verdad. 
Que la paz de Cristo reine en sus corazones” (Co 3, 15) 
SEÑOR, TE PIDO PERDÓN POR ELLOS: Señor, me pongo en Tu presencia y te pido por todos aquellos que llevan mi sangre, que no están perfectamente unidos a Ti.  Señor, te pido perdón por sus culpas. Me uno a la or4ación de Daniel cuando intercede por su pueblo y digo: “¡Señor, Dios grande y temible, que aguardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos sido injustos y rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes” (Dn 9, 4 – 5). “... porque nos hemos sublevado contra Yahvé. De Él esperamos solamente el perdón y la misericordia” (vs.  8 – 8). “Ahora, pues, oh Dios nuestro, escucha la plegaria y las súplicas de tu siervo, y, por amor de ti mismo, haz brillar Tu Rostro sobre tu santuario devastado. Dios mío, inclina tus oídos y escucha. Abre tus ojos y mira cómo está arruinada la ciudad sobre la cual ha sido pronunciado tu Nombre. No nos apoyamos en nuestras buenas obras, sino que derramamos nuestras súplicas ante ti, confiados en tu gran misericordia. Señor, escucha; Señor, perdona; Señor, atiende. Obra, Dios mío, no tardes más, por amor de Ti mismo, ya que tu Nombre ha sido invocado sobre tu ciudad y tu pueblo”. (vs. 17 – 19) 
Sean constantes en la Oración...” (Col 4, 2) 
JESÚS ES SEÑOR:  Señor, ante ti, confieso que mis antepasados han podido estar mezclados en ocultismo, espiritismo, brujería y toda forma de buscar información en fuentes ocultas. Señor, perdona. En nombre de Jesús y con el poder del Espíritu Santo, tomo y uso la autoridad que Tu me has conferido como cristiano lleno del Espíritu. Rompo el poder del mal sobre mis antepasados con esa autoridad; acabo con todas las maldiciones, brujerías, hechizos, malos deseos, vudú, magia negra, secretos hereditarios, conocidos y desconocidos. Deshago todos los votos satánicos, pactos, ataduras y vínculos con fuerzas satánicas, corto la transmisión de esos vínculos a través de mis antepasados. Rompo los efectos de todos los vínculos mentales que haya habido con clarividentes, astrólogos, mediums, videntes ocultos y adivinos. Renuncio a cualquier participación en sesiones de adivinación y cualquier actividad con las cartas del tarot o tabla ouija, astrología y juegos ocultos de todo tipo. Renuncio a todas las formas en que Satanás me puede tener cogido. Rompo con las transmisión de todas las obras satánicas que hayan pasado a través de las generaciones. Señor, por favor, remueve de mis antepasados todos los efectos que hayan podido provocar el estar involucrados en lo oculto. Recupero cualquier territorio que haya sido entregado a Satanás por mis antepasados, y lo coloco bajo el poder de Jesucristo. Señor, por favor, c rea en mi familia hombres y mujeres sanos que estén profundamente comprometidos con Tu verdad. 
Por eso Dios lo engrandeció y le concedió el Nombre que está sobre tono nombre, para que, ante el Nombre de Jesús, todos se arrodillen en los cielos, en la tierra y entre los muertos. Y toda lengua proclame que Cristo Jesús es El Señor, para gloria de Dios Padre”. (Fil. 2, 9 – 11) 
TOCA, CURA Y HAZNOS NUEVOS:  Ahora ruego para que las aguas de mi Bautismo fluyan a través de todas las generaciones pasadas, a través de mi árbol genealógico. Deja que fluya la Sangre de Jesús, que limpia y da vida, a través de cada generación; primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, etc., hasta los primeros tiempos. Deja que la Sangre de Jesús fluya desde la Cruz a través de todos los padres y sus hijos hasta la duodécima generación, tocando y sanando      íntegramente. Ahora coloco la Cruz de Jesucristo entre mi persona y cada generación de mis antepasados, y rompo la transferencia de todas las fuerzas opresoras de la vida que obran contra mí, en mí o a través de mí. 
... porque ésta es Mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre para el perdón de sus pecados” (Mt. 26, 28) 
INTEGRIDAD EN EL MATRIMONIO: En nombre de Jesucristo rompo todos los patrones de profunda infelicidad matrimonial de mi árbol genealógico. 
Digo “NO” a toda supresión de la esposa y a todas las expresiones de falta de amor en el matrimonio. Paro todo odio, deseo de muerte, cualquier deseo o intenciones malas en las relaciones matrimoniales. Acabo con toda transmisión de violencia, venganza, rencor, todo comportamiento negativo, toda infidelidad y decepción. Pongo fin a toda transmisión codificada que impide relaciones duraderas. Renuncio a esquemas de tensión familiar, de divorcio y falta de sensibilidad, en el nombre de Jesús; acabo con todos los esquemas que estén profundamente arraigados en ese sentirse atrapado en un matrimonio infeliz y todos los sentimientos de vacío y fracaso. Padre, perdona  a mis familiares por todas las formas en que han deshonrado el Sacramento del Matrimonio. Por favor, haz que en toda mi familia haya muchos matrimonios bien avenidos, llenos de amor, fe, fidelidad y cariño. 
No apagarán el amor ni lo ahogarán océanos ni ríos” ( Cant. 8, 7) 
SANANDO NIÑOS HERIDOS: Señor, ahora disuelvo todos los esquemas que hirieron a los niños en mi linaje. Voy contra todas las formas hirientes, los abortos, embarazos (interrumpidos) perdidos, embarazos no deseados, bebés que no hayan sido bienvenidos y nacimientos concebidos fuera del matrimonio. Renuncio a todas las formas de no valorar la vida; rechazo todos los hábitos de destrucción, abandono y secuestro, emocional y físico de niños. Digo “no más” a todos los tipos de partos difíciles o problemáticos y de gestaciones anormales. Señor, te pido perdón por todas las formas en que mis antepasados han ocasionado daño a los niños. Te pido, Señor Jesús, que intervengas personalmente, para sanar las heridas y detengas la continuidad de este modelo satánico. Padre, haz que la gente de mi linaje respete y ame a sus hijos y que les eduquen de forma que te honren. Haz que los futuros hijos de mi familia sepan lo que es ser amados profundamente. 
Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mi porque el Reino de los Cielos es de los que se asemejan a los niños” (Mt. 19, 14) 
SANACIÓN SEXUAL: De nuevo me pongo ante Ti, Señor, por los pecados de mis antepasados. Ahora pongo fin a todos los caminos profundamente surcados de pecado sexual. Digo “NO” a todas las tendencias de exhibición indecente, violación, fornicación, masturbación, acoso sexual, incesto y perversión. Renuncio a toda bestialidad, masoquismo, sadismo, ninfomanía, lujuria y prostitución en mi familia. Pongo fin a toda agresión sexual, desórdenes de mi personalidad, traumas sexuales y desviación en el comportamiento. Ordeno a cada demonio que esté enganchado en estos esquemas que se marche ahora, en nombre de Jesús. Tomo la espada del Espíritu Santo para romper esta cadena de vínculos malignos. Padre, perdona y trae salud sexual e integridad donde había enfermedad. Padre, deja que todo mi linaje tenga una sexualidad sana. Deja que cada expresión sexual sea pura y agradable a ti, Señor. Te bendigo, te adoro y te alabo. Gracias por ver Tu Luz, Tu integridad y Tu bendición a través de toda esta área de mi genealogía. 
La voluntad de Dios es que se hagan santos... que cada uno sepa buscarse una esposa con santidad y respeto” (1 Tes. 4, 3 – 4) 
SALUD MENTAL: Con el poder de la Sangre de Jesús rompo todos los esquemas de enfermedad mental y locura que puedan estar codificados en mi sistema ancestral. Rompo todo comportamiento anormal, antisocial, paranoias, esquizofrenias, patrones pasivos o agresivos, desórdenes de la personalidad y tics nerviosos. Rompo toda la inflexibilidad, perfeccionismo (obsesivo), patrones de comportamiento  maniaco – depresivo y rarezas. Interrumpo toda herida y represión de la masculinidad; llevo a fin todas las formas generacionales de opresión y daño al espíritu femenino. Sello los caminos escondidos de autodestrucción que haya habido en mi historia familiar. Señor, llena estas áreas con  tu perdón y paz. Padre, imprime en mi linaje la salud mental y la integridad. Haz que cada uno tenga la mente en Cristo. Haz que broten esquemas de mente clara, equilibrio emocional y relaciones sanas. Acaba con todos los modelos profundamente oscuros de pesadez emocional y espiritual, incapacidad de jugar, de divertirse y de expresar alegría. Te pido, Jesús, que entre en mi linaje un espíritu risueño y alegre. Gracias, Señor Jesús. 
... transfórmense por la renovación de su mente” ( Ro. 12, 2) 
AMOR SIN TEMOR: Ahora acabo con todas las clases de miedo en mi árbol genealógico. Tomo autoridad sobre todo miedo de rechazo y miedo al fracaso. Digo “NO” a todos los miedos al agua, a los hombres, a las alturas, a los éxitos o a los fracasos, al gentío, a las mujeres, a Dios, a la muerte, a salir del hogar, a lugares cerrados, a espacios abiertos, a hablar públicamente, a viajar en avión y al dolor. Señor, deja que mi familia en todas las generaciones, sepa que no hay temor en el amor. Deja que tu amor perfecto llene toda mi historia familiar y que todo recuerdo de temor  desaparezca. Te alabo, te bendigo, Señor. 
En el amor no hay temor. El amor perfecto echa fuera el temor” (1 Jn. 4, 18) 
SANANDO HÁBITOS INCORREGIBLES: Tomo la espada del Espíritu Santo y corto los efectos de hábitos incorregibles. Pongo fin a todas las formas de adicción al juego, a comprar, a hablar, a la bebida, a la comida y al abuso de fármacos. Rompo todos los moldes de acumular y derrochar recursos y talentos. Me opongo a la mezquindad y al robo. Padre, perdona y libera a mi familia de los vínculos de todos los hábitos incorregibles por Tu piedad, gracia y generosidad. 
...Me han enviado... para sanar los corazones heridos, para anunciar a los desterrados su liberación y a los presos su vuelta a la luz”  (Is. 6, 1 – 1) 
SANANDO TODAS LAS ENFERMEDADES: Ordeno a todas las clases de enfermedades de mi código genético que dejen de existir. Tomo la espada del Espíritu Santo y corto todos los vínculos de cualquier clase de enfermedad: enfermedades del corazón, enfermedades de la sangre, de los riñones, hígado, páncreas, cáncer y problemas digestivos; enfermedades relacionadas con la comida (anorexia, bulimia, obesidad, peso muy bajo), úlceras y tendencias a formar tumores. Me opongo a todos los tipos de enfermedades de la mujer, problemas menstruales, hormonales, infertilidad y frigidez sexual. Rompo el vínculo de todos los problemas sexuales masculinos, impotencia, problemas de próstata y enfermedades transmitidas. También rompo las deformidades físicas, problemas de oído, inmunodeficiencias, enfermedades raras, ojos delicados, mala dentadura, pies planos. Me opongo a todo tipo de migraña, convulsiones, retraso mental, problemas pulmonares y respiratorios, alergias, artritis, reumatismo, enfermedades de la piel o de los huesos. Renuncio a toda clase de traumas físicos que hayan llegado a mí a través de las generaciones. Corto esa conexión. Extirpo la raíz, causa de todas las enfermedades físicas y debilidades inexplicables. Señor, libérame de los efectos de esos caminos de enfermedad grabados en mis antepasados. Pon fin a su propagación. Padre, perdona  a aquellos en mi familia que han elegido la enfermedad para evitar la vida; por las formas con que han afrontado las necesidades de manera insana. Haz que un nuevo modelo de “elegir la vida” fluya como río a través de mi genealogía. Te alabo, Señor. 
...Y todos los que lo tocaban quedaban sanados” (Mc. 6, 53) 
DEL CRIMEN A CRISTO: Me enfrento ahora al Maligno por todo el daño hecho por estafadores, explotadores, torturadores, chantajistas y extorsionistas en mi árbol genealógico. Cierro la puerta al daño hecho por toda clase de criminales. Toda corrupción y brutalidad que haya existido  a través de mi linaje, tiene que cesar ahora, en el nombre de Jesús.  Corto todas las ligaduras de venganza, comportamiento violento y explosivo y todo perjuicio causado con malicia. 
... deseamos actuar bien en todo” (Heb. 12, 18) 
AMOR, NO ODIOS: Con el poder del Espíritu Santo pongo fin a todas las respuestas profundamente enraizadas en el odio; odio a otros, odio a uno mismo, odio a Dios, odio racial y fanatismo religioso. Padre, perdona. Haz que mi árbol genealógico esté poblado por hombres y mujeres llenos de amor. Haz que de ellos brote la vida sana y sean donantes de vida y sanadores. 
Mi Mandamiento es éste: Ámense unos con tros como Yo los he amado” (Jn. 15, 12) 
UNA MUERTE SUVE Y DULCE:   Ahora intercedo por todas aquellas personas en mi familia que hayan muerto en temprana edad, que no hayan sido amadas, que no hayan tenido funerales adecuados u oraciones, y que no hayan tenido un entierro lleno de amor cristino.  También oro por todos aquellos que han tenido muertes terribles, con largas agonías; muertes violentas, envenenados, abaleados, muertos por fuego, por explosiones o apuñalados, ahorcados, ahogados, en acciones de guerra o matados por animales. Pongo ante ti, Señor, a todos mis antepasados que murieron de forma inexplicable y misteriosas, por accidentes o por suicidio. Haz que la transmisión de tendencias a muertes horribles y fuera de lo normal, cesen ahora. Señor, haz que tu amor que sana, que es misericordioso y que perdona, los toque con ternura. T, Señor, haz que desde ahora solo tengan una muerte dulce y suave. Haz que experimenten un tránsito cristiano de la vida a la muerte. Padre, haz que nadie en mi familia muera hoy sin conocer personalmente a Nuestro Señor Jesucristo. 
El que vive por la fe en Mi, no morirá para siempre” (Jn. 11, 26) 
SEÑOR, HAZNOS UNA FAMILIA UNIDA: Ahora pongo fin a todo tipo de ruptura en mi genealogía. Rompo con autoridad todos los caminos de separación de la familia y de la Religión; pongo una barrera a aquellos, niños, jóvenes, adultos y padres, que intentan abandonar el hogar; me opongo a toso los que se escapan para casarse, o se escapan a la legión (grupos armados, bandas, asociaciones ilegales, etc.) o para unirse a sectas religiosas. Disuelvo todas las raíces de aislamiento, de huidas y fugas. Padre, rodea mi árbol genealógico con Tu corazón que perdona y ama. Codifica en mi familia un modelo de participación en una comunidad sana. Haz que todos estén unidos. Permite que seamos gente abierta y capaz de relacionarnos de forma entrañable. 
¡Qué bueno y agradable cuando viven juntos los hermanos!” (Sal. 133, 1) 
JUSTICIA Y MISERICORDIA: Ahora me opongo a todos los esquemas de injusticia en mis antepasados. Sello todos los canales genéticos de depravación, esclavitud, encarcelamiento injusto, represión de cualquier tipo, pobreza, estrechez económica y crimen, con la Sangre de Jesús. Me opongo a todas las clases de injusticia social y política. Renuncio a todos los tipos de rechazo social. Corto todos los vínculos de brutalidad y de rechazo a la gente. Estoy en contra de todo tipo de marginación, gente sin hogar y desamparados. M e opongo a toda clase de sufrimiento por condiciones abrumadoras, climas duros e inviernos crudos. Rompo todos los patrones de hambre y abandono, traición o vergüenza pública. Padre, pon el óleo de tu Espíritu Santo en todos estos modelos de mis antepasados y sana todo recuerdo de dolor. Padre, perdona a toda la gente que les causó daño. Haz que todo mi linaje conozca modelos de justicia, condiciones de vida sana, suficiente comida, suficiente dinero, comida, seguridad y calor. 
...lo que el Señor te exige: tan sólo que practiques la justicia, que sepas amar y te portes humildemente con tu Dios”   (Mi. 6, 8) 
SIRVIENDO A UN SOLO DIOS: Ahora rechazo las idolatrías de las generaciones. Corto los vínculos que conecta y me atan a esos tipos de idolatría de mis parientes en épocas pasadas. Rechazo los ídolos de mi hogar:  joyas, formas de transporte, comida, bebida, títulos, tierras, animales y posesiones de toda clase. Padre, perdona todo esto. Hago una santa elección para mi árbol genealógico: “so9lo serviremos a un solo Dios, al Dios vivo”. 
... digan hoy mismo a quiénes servirán... por mi parte, yo y los míos, serviremos a Yahvé”  (Jos. 24, 15) 
EL DOLOR DE SER DIFERENTES: Renuncio a todos los efectos por ser diferente que estén grabados en mi herencia. Tomo la autoridad sobre todos los efectos de color de los ojos, de la piel, del tamaño, del cuerpo y los talentos. Corto la transmisión del sufrimiento por tener diferentes idiomas, cultura, raza, color, por aquellos que han sentido que sus propios padres son feos o raros; corto la ruta del dolor transmitida por defectos visibles de nacimiento, así como también por deformidades y retrasos. Padre, las respuestas a estas y otras diferencias han podido transmitirse a través de generaciones. Por favor, Señor, cesa esta transmisión y perdona a aquellos que causaron el daño. Envía tu amor a través de las generaciones para que las toque y las sane plenamente. Gracias, Jesús. 
... me tejiste en el seno de mi madre. Te doy gracias por tantas maravillas que Tú has ejecutado; en efecto, admirables  son tus obras y mi alma bien lo sabe”  (Sal. 139, 13 – 14) 
SANANDO LA LENGUA:  Levanto mi voz para cortar la transmisión de todo problema de comunicación, dificultad para comunicarse, miedo a hablar en público, defectos en el habla y, especialmente, el tartamudeo. Gracias, Señor,  por sanar a tu gente. Me opongo a todos los medios de herir a otros verbalmente,  la mentira, la calumnia, la injuria, el rumor y el chisme; me opongo a toda blasfemia, maldad y traición por la lengua. Padre, perdona; haz que mis familiares sean gente que comunique la sanación y la santidad. Gracias, Señor. 
Anunciaré todo el día tu justicia...”   (Sal. 71, 4) 
CORTAR DE RAÍZ: Ahora corto todos los patrones de sufrimiento interminable, incluyendo la necesidad de sufrir y la necesidad de fracasar; rompo todos los caminos de sufrimiento por sentirme inútil, indigno y sin esperanza. Quito todos los patrones repetidos de sentirme descorazonado, sin raíces y de no pertenecer a nadie. Corto todas las raíces de  desesperación e indignidad, trauma emocional y parálisis. Digo “NO” a todos los patrones de rechazo, amargura, resentimiento y faltas de perdón. En nombre de Jesucristo renuncio a todos los caminos del mal, negativismo y falta de amor en mis antepasados. Señor, reclamo que quites de mi mente cualquier pensamiento obsesivo y que Tú estés dispuesto a sanar cualquier clase de vergüenza, dolor o pena, a revelar los pecados ancestrales y que Tú digas: Ahora es el momento de liberación”. 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario