el padre Ernesto María Caro habla de como liberarse de las consecuencias de Charlie Charlie

Ante tantas preguntas de gente que ha caído por curiosidad en la trampa de Charlie Charlie
, el padre Caro,  exorcista de Monterrey contestó lo siguiente en su página de facebook:

Ante todo quiero dar gloria y gracia a Dios por que él siempre es el vencedor. El demonio quiso sorprendernos con una ataque a través de las redes para involucrar a nuestros adolescentes en prácticas de adivinación que seguramente los hubieran llevado a la destrucción. Pero ahora con la respuesta que se ha visto de la publicación que hice para advertirlos, veo el triunfo de la Luz sobre la Oscuridad.

Sin embargo muchísima gente me ha escrito y me a buscado para pedirme un remedio para aquellos que ya jugaron y que pudieran estar contaminados por la acción del Demonio. Para quienes ya lo hicieron, como les decía ayer, hay que ir a CONFESARSE, COMULGAR, HACER UNA SOLEMNE RENUNCIA DE SATANÁS Y SUS OBRAS Y PEDIR UNA ORACIÓN DE LIBERACIÓN.

Para facilitar la curación, en un post aparte estoy publicando una oración de liberación que se puede hacer por la misma persona. Esto, generalmente debe ser suficiente. De haber mas trastornos será importante consultar con un sacerdote que conozca del tema (debe de ir acompañada de lo que mencione antes, de lo contrario se convierte en una practica supersticiosa).

Es importante aclara que las personas que viven en gracia difícilmente pueden, por una curiosidad verse afectadas o al menos afectadas gravemente. Por ello es importante vivir siempre en gracia.

Espero que esto complete la obra que inicio el Señor por este medio. Con mi bendición.



Oración de liberación
Preferentemente hágase ante un Sagrario

Padre Santo: yo (diga su nombre) te alabo y te bendigo, porque para la Salvación del género humano nos enviaste a tu propio Hijo, tu Palabra hecha carne, en el seno de María; y porque por su pasión y resurrección se nos otorgó el ser libres de los ataques de Satanás y de sus ángeles.

Gracias Padre amoroso, porque también dejaste en tu Iglesia la presencia viva y actuante del Espíritu Santo: fuerza y poder de Dios, para ser también Abogado y Defensor nuestro.

Y ahora en tu presencia, Jesús Eucaristía, te declaro mi Señor, mi Salvador, y dueño de todo mi ser, de todo lo que tengo y lo que soy. Bendito seas, Señor Jesús, porque gracias a tu Muerte y Resurrección, el pecado, el mundo y Satanás ¡han sido vencidos para siempre!

Y a partir de hoy, yo (diga su nombre), acepto en mí la victoria eterna y definitiva de mi Señor Jesucristo, y participo en ella con todo mi ser: físico, sicológico y espiritual.

Jesús Hijo de Dios vivo, tú eres mi Señor y mi Dios por eso en este momento te pido, que por el poder de tu sangre, de tu pasión, cruz y resurrección cortes toda atadura que el demonio hay podido establecer conmigo, con mi familia con mi salud, mis relación afectivas y todas las áreas de mi vida. Te pido oh Jesús que destruyas cualquier relación que se haya creado conmigo por haber participado en actos de brujería, hechicería, magia, sortilegio, reuniones y cultos esotéricos, limpias, Ouija, masonería, gnosticismo, lectura de cartas, de las manos, del café, del agua, de la arena, y todo tipo de adivinación.

Yo (diga su nombre), renuncio DEFINITIVAMENTE con todo mi corazón a Satanás a todas sus obras y me consagrado a Jesucristo Señor y Dios mío.


Virgen Santísima, triunfadora sobre Satanás, por tu pureza y obediencia, te pido intercedas por mi para que me vea siempre libre de toda asechanza del demonio y de todos sus secuaces que solo buscan destruir nuestras vida.

Gracias, Jesús, mi Señor, porque siempre nos escuchas y sé que has escuchado esta oración y que si había algo en mi que se hubiera contaminado con la presencia del Demonio todo ha quedado ya libre y puro.

Se de ahora en adelante mi guía. Prometo solemnemente no volver a participar en ninguna práctica oculta o para conocer el futuro. Creo en ti Jesús, confío en ti. Sé mi protector, mi salvador y mi todo.

Todo esto lo pido con fe en el Nombre de mi Señor Jesucristo que siendo Dios vive y reina en la unidad del Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre por los siglos de los siglos. Amén.