jueves, 22 de diciembre de 2016

Mons Schneider habla en Sevilla

Fuente:Adelante la Fe

Escrito por Sonia Vázquez


“Es una triste verdad que estamos en un momento de gran crisis en la Iglesia. Sin embargo, Dios está con nosotros. Me han preguntado que pueden hacer los fieles para combatir los errores que se propagan a través de la Iglesia. Debemos abrazar las nuevas formas de comunicación que nos permiten difundir el Evangelio y las enseñanzas de nuestra Santa Madre la Iglesia. Debemos llevar nuestro mensaje a la Internet, publicarlo en sitios web, blogs y redes sociales. Debemos organizar conferencias y simposios a nivel académico” (Monseñor Athanasius Scheneider)
Obedeciendo estas santas palabras de Monseñor Schneider y agradeciendo su presencia entre nosotros, nos fuimos todos a Sevilla a “montar lío”, (siguiendo el lema del actual papado) y la verdad es que la montamos buena, no pasamos desapercibidos. Sevilla se convirtió en la cuna de la Tradición y los naranjos se revistieron de flor para recibir a un mensajero del Señor. Me preguntaban algunas de las personas que nos reunimos allí si haríamos una crónica, ¡cómo para no hacerla! y es que el mundo entero tiene que saber lo que pasó en Sevilla porque es digno de ser contado.
Esto es el inicio de la revolución eclesial, la verdadera primavera de la Iglesia empezó el 10 de Diciembre de 2016. Desde adelantelafe hemos sido protagonistas en primera persona de un hecho histórico en España. Aunque, como bien decía un amigo en las redes sociales, esto no ha sido una revolución, sino una contrarrevolución. La revolución, desgraciadamente, la han hecho muchos de nuestros pastores desde el huracán Vaticano II, cambiando lo que nunca debió ser cambiado, deformando la Liturgia y confundiendo a los fieles hasta llevarlos a la oscuridad y al caos en el que vive la Iglesia actual. Lo nuestro, es más pío y sencillo: volver al origen, hacer de la Santa Misa el centro de nuestra vida, recuperar el idioma oficial de la Iglesia, el latín y devolver el Sagrario, lugar donde nos espera cada día Nuestro Señor, al lugar que le corresponde, al centro del Templo.
¿Qué sucedió realmente en Sevilla y que nos llevó hasta allí? Algo tan sencillo como la presencia entre nosotros de un Pastor Santo, un hombre de Dios, un Apóstol de Apóstoles que nos vino a reafirmar en la doctrina, en la Tradición de la Iglesia. Monseñor Athanasius Schneider vino a fortalecer nuestra Fe, vino a revivir con cada uno de nosotros la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que es el único camino verdadero para llegar al cielo. No vino a hablar de Lutero, ni de Buda, vino a hablar de Dios. No vino a contar herejías, sino a ayudarnos a luchar contra ellas, ¿Cómo? Con María, “María: vencedora de todas las herejías”, ese fue el título de la conferencia que nos impartió Monseñor, en un ateneo literalmente abarrotado de personas deseosas de unirse a las cruzadas. Se preguntaba todo el mundo, pero, ¿Qué sucede en Sevilla? Y la respuesta es muy simple, ni meteorito, ni el fin del mundo, Monseñor Athanasius Schneider.
¿Qué contarles de alguien que rezuma santidad por los cuatro costados? Un Obispo que nada tiene que ver con lo que conocemos, no es un asalariado, en un Pastor, algo a lo que no estamos acostumbrados. Un hombre humilde, fiel a las enseñanzas de Jesucristo y que contesta sin ningún tipo de ocultamiento ni recelo sobre cualquier pregunta que se le hace y con claridad meridiana habla tanto de su infancia, como del actual Papa, como de la situación de la fraternidad de San Pío X. Cercano como un padre o como el Padre, sin ningún género de duda, se puede decir que es un hombre Santo.
Pero esto no resume todo un fin de semana cargado de bienes espirituales. El salir de nuestro pequeño habitáculo, de nuestras parroquias pobladas de modernismo o de progresismo, hace que nuestra alma se ensanche. Por fin una predicación en la que nos hablan de Jesús Eucaristía y alguien que nos recuerda que la muerte de Cristo fue necesaria para nuestra redención, cada palabra de Monseñor nos sumerge más en lo que estamos viviendo, La Santa Misa: “cada palabra, cada gesto es importante, hondamente espiritual”… ya no es el párroco de turno reproduciendo las absurdas consignas vaticanas que nos hablan de “acompañamiento” a los divorciados, de falsa misericordia, de que todos nos salvamos…no, queridos míos, ya no estamos en una parroquia de provincias en la que cualquier laico se considera digno y preparado para “repartir” la Santa Comunión como si fueran caramelos en una fiesta, ya no estamos en la Iglesia del barrio en la que cada uno coge la Hostia con su propia mano, estamos en la Santa Misa, las mujeres con sus cabezas cubiertas, la decencia y el pudor se adueñan del Templo, los acordes del Introito nos recuerdan que es “gaudete”, sí, alegría, en nuestra alma que vive continuamente en adviento, por fin ha llegado el “gaudete in Domino”, los ornamentos se visten de rosa como nuestra alma para recibir al Amado y lo hacemos de la única manera que es digno de hacerse, de rodillas y en la boca. En la Santa Misa Tradicional, no es el hombre el que dispone, ni son nuestros gustos o apetencias, manda el Señor y nosotros somos meros siervos.
“La manera en que los fieles reciban la Sagrada Comunión muestra si la Sagrada Comunión es para ellos no sólo la realidad más sagrada, sino la más amada y ven en ella a la Persona más sagrada. La recepción del Cuerpo de Cristo exige, por tanto, fe profunda y pureza de corazón, y al mismo tiempo gestos inequívocos de adoración” (Monseñor Athanasius Scheneider)
En la predicación, su excelencia, nos habló de lo más preciado que tenemos, la presencia real de Jesús en la Hostia, la importancia de la Misa. De su boca sólo salían palabras inspiradas por el mismo Espíritu Santo y nosotros, escuchando, deseamos crecer interiormente, queremos ir al Calvario con el Señor, ya no nos contentamos con ser meros espectadores, ahora deseamos participar, pero no al modo novus ordo, sino con la participación que el Señor espera de cada uno de nosotros, estar a los pies de la Cruz, como la Santísima Virgen, las Santas mujeres y el Discípulo amado.
La realidad de lo vivido estos días, hace temblar los cimientos de la Iglesia, es posible la restauración y así lo hemos sentido todos los que allí hemos estado. Es cierto lo que tantas veces señala Monseñor Scheneider, que tenemos que hacer comunidades, unirnos, juntarnos con verdaderos católicos, sin lugar a dudas, todo esto es un refuerzo importante para el alma y un impulso para continuar el camino hasta la meta.
“También hay que crear un movimiento de familias Católicas, de las “iglesias domésticas, para presenciar, defender y difundir la fe integral y la enseñanza sobre la familia, el matrimonio y el orden de la naturaleza”(Monseñor Athanasius Scheneider)
Durante el almuerzo tuvimos ocasión de vivir un momento fraternal, como los que vivía el mismo Jesús con sus Apóstoles y lejos de hallarnos ante un hombre distante que evita cualquier tema de conversación, nos encontramos frente a un Padre que conversa distendidamente entre plato y plato y que contesta a todas las preguntas de sus hijos. La unión hace la fuerza, agruparnos hace posible creer que podemos acometer entre todos la contrarreforma. Personalmente me causó gran alegría conocer a muchos de nuestros lectores, personas que a las que tratamos virtualmente a través de las redes sociales y observar que todos tenemos una misma ilusión, un mismo sueño, caminar juntos en dirección al cielo y arrastrar el mayor número de almas con nosotros. No nos asusta que nos hablen del pecado, lo que nos da miedo o debería de darnos, son los Obispos flojos que llenan nuestras Diócesis, en Monseñor Schneider, tienen un ejemplo claro de lo que deseamos los fieles: Queremos Obispos firmes en la Tradición.
Y esto que hemos vivido es el verdadero ecumenismo, reunirnos personas de toda la geografía en torno a un Obispo. Se lo repito, esto es ecumenismo y no lo que nos quieren colar, “un solo Señor, una sola Fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre, “unus Dominus, una fides, unum baptista; UNUS DEUS ET PATER
“Para hacer frente a los errores que actualmente se difunden, verdaderos esposos católicos, familias y personas individuales deben escribir al Papa, a sus obispos, y a los dicasterios competentes de la Curia Romana, notificándoles de las declaraciones heréticas, semi-heréticas, o gnósticas de personas eclesiásticas o eventos con un programa de este tipo que se estén promoviendo por personas o grupos eclesiásticos.
Estos son todos los medios de educación y formación. Pero la batalla que estamos luchando es contra más que sólo contra la ignorancia. Es contra los principados y las potestades. No puede tener éxito a menos que organizamos una gran red nacional e internacional de oración a través de la Adoración Eucarística, peregrinaciones, Misas solemnes, procesiones de intercesión y de penitencia. Tal vez lo más fundamental de todo, es que debemos orar fervientemente a Dios para que conceda a su Iglesia santos obispos y papas santos” (Monseñor Athanasius Scheneider)
Sonia Vázquez

Gritos de un Chismoso Condenado

Fuente: Adelante la Fe



“Maldice al murmurador y al de lengua doble: ellos han arruinado a mucha gente que vivía en paz” (Eclesiástico 28. 13)



Mujer, u hombre chismoso, sabe que tienes más mal que el que sabes. Ya casi en esta vida te puedes llorar por tan condenado como yo, si no deshaces el chisme, desencantando esa amistad que con él tienes suspendida; porque si para la condenación es menester pecado, ya viste que el tuyo es el más grave. Si es menester que preceda una muerte sin tiempo para remediarlo, ya viste que lleva consigo esa culpa, muerde irremediable, y repentina. Si es menester demonio que acuse, ya viste que lo eres, y peor. Si es menester Juez que te declare por maldito, ya viste que Dios desde el Tema te declara por tal:Maldito el murmurador y el de lengua doble. Si es menester fuego, ya viste que en tu misma boca lo llevas. Si es menester gusano, ya viste el gusano de fuego que padeció Doeg, cuyas manos murió en ese mundo; y que le roe en este sin que haya de morir jamás: “…su gusano no morirá, su fuego no se extinguirá…” Isai. c.66. v.24.

¿Cómo, pues, vives un instante sin deshacer ese chisme, viendo que mientras no lo haces llevas contigo todo el recado de condenarte? ¿Y cómo te consuelas al dilatarlo para otro tiempo, viendo que te amenaza una muerte tan sin tiempo, como inopinada?

Cuando la pena no te amedrente, ¿cómo la culpa no te horroriza? Culpa, que a diferencia de otras no basta confesarla, si no se quita la causa que tuvo la paz: Culpa, que aun entre Gentiles era afrentosa, y afrentada: Culpa, que especialmente se opone a Dios, en cuanto Dios, y en cuanto Hombre: Culpa, que como el fuego del Infierno prende en las animas, el suyo en los ánimos: Culpa, que hace pedazos al Cuerpo místico del Redentor, porque divide la unión de sus miembros que son los prójimos: Culpa, en fin, incomparable, por privar del bien de la amistad, que no tiene comparación: Amico fideli nulla est comparatio. (Ecli.6.) ¡Y con todo esto hay quien a cada paso la comete! ¡O dolor! Pero aún es más el que nadie la impida, el que nadie la castigue, y que sean tantos los que en sus oídos la fomentan.
Si un Tigre entrara por un Lugar arrancando a unos un brazo, y a otro una pierna, se pondrían todos en armas, y le tirarían a matar: y despedazando un chismoso al místico Cuerpo de un Hombre Dios, y dividiendo sus miembros, nadie se mueve contra él, antes suele hallar en el mismo que ofende (acogida, y premio)

Quejase por David el Redentor (Psal. 21) de que le contaron los huesos:entre las reglas del arte de contar una es la del partir; y como los Fieles son sus huesos, se queja de que se los parta el chismoso con la discordia que introduce en ellos. El hueso dislocado tiene remedio, pero no el partido, porque es insoldable su rotura; asi hay chismes, que han partido tan por medio algunas amistades que no han podido jamás soldarse. Esta es la culpa que le arranca quejas a Dios, y a que corresponde una pena, que tampoco tenga medicina, ni jamás se pueda soldar.
Esta es (¡Oh mortales!) mi pena, porque esta fue mi culpa. Yo hallaba gusto en contar lo que había de dar disgusto a otro. Callaba lo que disminuía el dicho, y añadía el modo o la circunstancia que había de agravar la queja. Representóme el Juez en su Tribunal los ocultos efectos de estos chismes; vi entonces con tanta perspicacia, como confusión, la malicia de este pecado que tenía yo por cosa de aire; en fin, fui por él condenado, a que en pena de la paz que quité a muchos, no tenga aquí paz con alguno, sino implacable guerra con todos, y conmigo mismo. ¡Oh, si supieras qué tormento es este! Idéate, que en ese mundo nadie te pudiera ver; que de tu casa te arrojaban a palos; que en la calle los vecinos te ahuyentaban con piedras, y que si acudías al Templo te daban con la puerta en los ojos; que si huías a otro lugar se conjuraban también todos a echarte de él con látigos, oprobios, y salivas. ¿No te parece que sería ésta gran miseria? Pues nada es respecto de la mía; porque, en fin, estos te perseguían con un odio mortal, y aquí todos con un inmortal odio me abominan, me aborrecen, me atormentan, y baldonan (afrentan). Ahí, aunque todos te quisieran mal, pero en fin, tú ya te amabas, y con huir esperabas hallar refugio aunque nunca lo encontrases; pero aquí ni aun pasar puedo de un lugar a otro, por estar clavado como escollo en medio de espesas llamas, que me sitian, embisten, y atraviesan: con que no puedo volver á nadie los ojos que no sea de corazón un enemigo, y verdugo mío. ¿Y quién creerá, que aún no es este mi mayor tormento? El mayor es el despecho, y furor que tengo contra mí proprio, y con que siempre quisiera acabarme, y nunca puedo. En ese mundo desahoga este furor un dogal que lo ahoga, pero aquí ni aun este partido tan desesperado me queda, porque he de sufrir siempre esta vida desesperada, sin acabar jamás, ni con la vida, ni con la desesperación.

Esta es una angustia mayor que lo que puedo explicarte, ni puedes concebir; y si no mira el estrago que hace la discordia interior en lo insensible de un peñasco; rasga el corazón de la tierra, hace temblar la comarca, vomita ciudades, y estremece al mundo. Si esto hace la interna contradicción en una montaña que no siente, ¿qué hará en el alma de una delicada criatura?Pues esto, y más que esto obra en mí la paz que no tengo conmigo, por haberla quitado a otros con mis chismes, no haciendo otra cosa, en pena de mi decir mal en ese mundo, que maldecir en este; todo es yo decir mal de Dios, y Dios maldecirme a mí.

Pero ay, ¡Cuán otra es la maldición de Dios que la del hombre! Como esta no está en su mano, tarde, o rara vez se cumple; pero como Dios es Omnipotente, nada maldice, que al punto no se hace, como se vio en la higuera que maldijo: “Nunca volverás a dar fruto” (Mateo. 21.) y como se vio en mí cuando en su juicio me fulminó las maldiciones de: Los Demonios te arrebaten; sórbate el Infierno; arde eternamente en sus hornos: no sepas jamás qué cosa es paz, ni conmigo, ni contigo, ni con otro alguno: todos te aborrezcan, pisen, y opriman: vive siempre luchando contra tí proprio por acabarte, y nunca te acabes de acabar.

¡Oh portento! Apenas pronunció estas maldiciones, cuando luego fue hecho lo que dijo: ¡Oh mujeres! ¡Oh hombres! ¡Que por un chisme de palabra os tragáis tantos, y tales tormentos de obra, que por quitar la paz de uno con otro, no queréis tener paz con Dios, con nadie, ni con vosotros mismos!  Que por decir el mal que este dijo dé aquel, os cargáis con las maldiciones tan ejecutivas, cómo irremediable de un Dios: Maledictus. Abrid los ojos para no caer en semejante vicio, para llorar los cometidos, y para ver cómo podéis reintegrar la amistad que con el chisme quebrasteis, o entibiasteis, o suspendisteis. Mientras no, lloraos ya por tan condenados, y por tan malditos como yo.

Dedicado a los que están en Pecado Mortal
Dr. José Boneta



Oraciòn para ser rezada en Nochebuena alrededor del Nacimiento

Oraciones para la cena de Navidad
Una manera especial de bendecir los alimentos en una fecha muy especial


Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net


Hoy, Nochebuena, tenemos, de manera especial y como centro de nuestra familia a Jesucristo, nuestro Señor.

Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.

Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Señor, te damos gracias.

Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.

Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás.
Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.

Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.

Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.

Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.

Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon, por Cristo Nuestro Señor,

Amén.
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Oración de la familia ante el Nacimiento en la Nochebuena (Antes de las 12)
Lector 1:
Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:
En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por las personas que trabajan con nosotros.


Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.
Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.
Lector 2:
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tu nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.
(En este momento alguien de la familia pone al Niño Jesús en el pesebre o si ya esta allí se coloca un pequeño cirio o velita delante de El).
Lector 3:
Santísima Virgen Maria, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que dia a dia intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre.
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.
Amén
Rezar: 1 Padre Nuestro, 1 Ave Maria, 1 Gloria

Fuente: Navidad es Jesús
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Padre Celestial, gracias por enviar a Tu Hijo Jesús a la tierra. No sólo celebramos su nacimiento en un pesebre, sino también la razón de Su venida – Su muerte en la cruz. Te damos gracias por proveer vida eterna a cada uno de los que aceptan Su regalo de salvación.
Padre, te doy gracias por mi familia. La vida no es siempre fácil para nosotros, pero sabemos que Tú siempre estás con nosotros. Como dice Tu Palabra, Tú nunca nos dejarás ni nos abandonarás. Gracias por el amor que nos mantiene unidos y por siempre satisfacer nuestras necesidades. Acércanos más en el año por venir. Te amamos y deseamos que nuestra celebración hoy sea memorable. En el nombre de Jesús, Amén.

martes, 20 de diciembre de 2016

ORACIONES CATOLICAS DE RENUNCIA

ORACION DE RENUNCIA A SATANAS Y SUS MALES (Texto y audio mp3 para descargar)


Cuando se te dificulta llevar vida espiritual, debes RENUNCIAR al Mal...(Padre Carlos Cancelado).



OREMOS:

Señor Jesús, por tu Sangre preciosa y por tu Cruz, por la pureza del Inmaculado corazón de María, Reina del Cielo y de la tierra, yo (di tu nombre completo): RENUNCIO a Satanás, a todo conjuro, perjuro, venganza de lo oculto que, por brujería, pacto satánico, enfermedad natural o sobrenatural, destrucción, muerte, alcohol, droga, infelicidad personal o matrimonial, miseria, robo, fraude, despojo, control mental, lujuria desenfrenada, ignominia, desprecio y rechazo, que venga a nosotros por los males de mis antepasados, por mis propios males o por los que nos hayan hecho.
Todo lo mando derrotado a los pies de la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, ¡nunca mas regresen a nosotros y se vayan sin hacerle daño a nadie!

En tu Nombre Jesús, te suplicamos que por favor te hagas responsable de nosotros, dándonos la salud del cuerpo, alma y espíritu; dándonos tu providencia, tu protección, tu defensa.

Te lo suplicamos unidos a nuestra Madre María, porque sabemos que para ti no hay NADA IMPOSIBLE y tu nos lo darás TODO.
Amén.


ARBOL GENEALOGICO - ORACION DE RENUNCIA A LA MALA HERENCIA ANCESTRAL Y DE PERDON (Texto y audio mp3 para descargar)


¿Oras y no cambian las cosas? es probable que nuestros ancestros o antepasados, hayan hecho cosas contrarias a Dios que aún no han sido reparadas, y esos males pasan codoficados de una generación a otra "LOS PADRES COMIERON UVAS ACIDAS, Y LOS HIJOS ANDAN CON LOS DIENTES DESTEMPLADOS" (Ezeq 18,1-4). Pero eso puede cambiar, y para eso son este tipo de Oraciones, para reparar y pedir perdón a nombre de ellos, y así recibir sanidad intergeneracional, y que nuestros descendientes sean bendecidos, prosperados y restablecidos.






ORACION DE RENUNCIA A LA MALA HERENCIA ANCESTRAL

QUE AUN HOY NOS AFECTA FISICA, ECONOMICA O EMOCIONALMENTE:



OREMOS:

En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo
(diga su nombre completo), RENUNCIO A LA HERENCIA ANCESTRAL, por mi línea paterna y materna, con toda mi mente, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con todos mis deseos, con toda mi conciencia; con mi voluntad en TU VOLUNTAD; con todos sus vínculos, influencias y consecuencias en el tiempo ANCESTRAL, y te pido que por favor nunca más se vuelva a dar en mi linaje. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo
(diga su nombre completo), RENUNCIO A LA HERENCIA ANCESTRAL, por mi línea paterna y materna, con toda mi mente, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con todos mis deseos, con toda mi conciencia; con mi voluntad en TU VOLUNTAD; con todos sus vínculos, influencias y consecuencias en el tiempo PASADO, PRESENTE y FUTURO, y te pido que por favor nunca más se vuelva a dar en mi linaje.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACION DE PERDON
(SIN reparar NO se rompen las cadenas):

OREMOS:

En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo (diga su nombre completo),te pido PERDON Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, con toda mi mente, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con todos mis deseos, con toda mi conciencia; con mi voluntad en TU VOLUNTAD, por mi y por todo mi linaje paterno y materno, por TODOS LOS PECADOS QUE FUERON COMETIDOS, en el tiempo ANCESTRAL, con todos sus vínculos, influencias y consecuencias, y te pido que por favor nunca más se vuelva a dar en mi linaje. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo
(diga su nombre completo),te pido PERDON Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, con toda mi mente, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con todos mis deseos, con toda mi conciencia; con mi voluntad en TU VOLUNTAD, por mi y por todo mi linaje paterno y materno, por TODOS LOS PECADOS QUE FUERON COMETIDOS, en el tiempo PASADO, PRESENTE y FUTURO, con todos sus vínculos, influencias y consecuencias, y te pido que por favor nunca más se vuelva a dar en mi linaje. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


PCR04-ORACION DE RENUNCIA A LA MALA HERENCIA ANCESTRAL Y PERDON.pdf

PCR04-ORACION DE RENUNCIA A LA MALA HERENCIA ANCESTRAL Y PERDON.doc

PCR004-ORACION DE RENUNCIA ANCESTRAL Y PERDON.mp3

Oraciones de Liberación en el matrimonio




ORACION DE LIBERACION, EXORCISMO Y SANIDAD (Texto y audio mp3) Padre Moisés Lárraga

Es una Oración muy fuerte y efectiva para sanidad o sanacion, para liberar y para exorcisar.

Puedes usarla cuando hay problemas en casa, para lugares donde se percibe intranquilidad, para que la escuchen personas con vicios o adicciones MIENTRAS DUERMEN si tu quieres que se liberen, para recobrar la paz en nosotros mismos, en la familia, lugares y/o objetos que te quitan la paz.


Especialmente recomendable para romper esclavitudes con magia, brujeria, ocultismo; romper hechizos o maldiciones; para sanar el árbol genealogico; para el combate espiritual de cada día; para los que desean crecer espiritualmente pero tienen muchas trabas, etc. etc. etc.
Contiene Oracion en lenguas....¡escuchalo y compartelo GRATIS!

(AJUSTA el volumen, está un poco alto)




OREMOS:

“En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, invoco a todos los Ángeles y a los Santos. Me dirijo a ti bendita Virgen María Madre Santísima, Reina de toda la Creación. Te pido tu bendición, tu protección y tu Intercesión. Invoco la protección y ayuda de San Miguel, el Arcángel líder de los Ejércitos Celestiales; de todos los Arcángeles y Ángeles. Me uno a la alabanza, adoración y gloria dada a nuestro Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Invoco en el Nombre de Jesús la bendición, protección, y ayuda de todos los Patriarcas, los Profetas, los Confesores, y las vírgenes y mártires; los discípulos de Jesús, los Apóstoles y de todos los Santos que han existido y que existen.

En el Nombre de Jesús entro en comunión con la Santa Iglesia de Cristo. Ratifico mi fe en el Santo Nombre de Jesús y en Su Preciosa Sangre. En el Nombre de Jesús renuncio al pecado, renuncio a Satanás y a sus trabajos de maldad; me entrego totalmente a Jesucristo para la Gloria de Dios.

Dios Padre Todopoderoso Creador de los Cielos y de la Tierra, de todo lo invisible e invisible. Padre amadísimo: en unión con la Virgen María, los Ángeles y los Santos te hablo humildemente en el Nombre de Jesús; te exalto y magnifico por tu grandeza inigualable; te alabo por todas tus perfecciones y atributos. Te adoro y te doy gracias por el regalo de mi vida; por permitirme estar en tu Presencia Santa. Padre amado conoces mi intención; sabes que somos oprimidos por aquellos espíritus rebeldes que nos incitan al pecado y que nos hacen estar lejos de ti. Señor, yo he pecado por mi propio deseo, y te confieso mi culpa, por favor borra las huellas de mi pecado y acepta mi Oración en el Santo Nombre de Jesús.

Señor Dios Todopoderoso en el Nombre de Jesús te pido mi liberación y la liberación de todos los que sienten la influencia del Maligno en sus vidas. En el Santo Nombre de Jesús cúbreme con su Preciosa Sangre, libérame Señor y libera a este pueblo, libera a este pueblo que escucha esta Oración. Señor Dios supremo Rey del universo, Padre de todos los espíritus ¡te alabo y te doy gracias por haberme enseñado la grandeza del Santo Nombre de tu Hijo Jesús! Me arrodillo en unión con toda rodilla en el Cielo, en la Tierra y debajo de la Tierra y confieso con toda lengua que Jesús es el Señor para tu Gloria oh Dios Omnipotente. Padre amado, te exalto y te alabo por tu generosidad con la raza humana, por aceptar el Sacrificio de tu amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo, en reparación de todos nuestros pecados. Por permitir que la Preciosa Sangre de Cristo lave nuestras almas, y nos purifique de nuevo en tu Santa Imagen.

Bendito seas Dios Padre Misericordioso, que nos has enviado a tu Hijo para que a través de su Preciosa Sangre podamos ser salvados del pecado y liberados de nuestro Enemigo el Demonio. Padre amado, por el Poder del Santo Nombre de Jesús y de su Preciosa Sangre libérame Señor de todo espíritu maligno que tenga influencia sobre mi, desátame Señor de las cadenas que me unen a la maldad ¡libérame Señor y libera a este pueblo!, libera a todos los que están escuchando esta Oración. Separa al Enemigo de mi vida y arrójalo fuera de mí, expúlsalo Señor en el Santo Nombre de Jesús.
Cúbreme con tu Preciosa Sangre, y libera Señor a tu pueblo, libera a tus hijos. Dios Padre Todopoderoso: en el Santo Nombre de Jesús te pido que gane esta batalla, tengo fe en tu Poder, alabo tu Majestad y exalto tu Autoridad. Exalto tu Autoridad sobre el Enemigo; confío totalmente en que tú estás haciendo este trabajo para mi salvación y la salvación de aquellos por quienes rezo. Libera Señor, suspende para siempre la opresión del Maligno; establece tu dominio, ahuyenta con tu Preciosa Sangre a todos tus enemigos ¡revela tu Gloria!

Cristo ha vencido al Demonio en la Cruz ¡saca al enemigo fuera de mi vida para tu honor y gloria! En el Santo Nombre de Jesús cúbreme con tu Preciosa Sangre Jesús, libera a tu pueblo ¡libéralo Señor!
Señor Jesús, me arrepiento de todos los pecados que he cometido a lo largo de mi vida y te pido perdón. Señor pasa por toda mi vida desde el momento de mi concepción, y sáname del amor que me pudo haber faltado ¡lléname de tu amor!, bendice a mis padres antes de mi nacimiento, y bendice los padres de los que están escuchando esta Oración; borra cualquier lujuria que haya habido en ellos y purifícalos con tu Preciosa Sangre. Oh Dios Omnipotente que LO PUEDES TODO, bendice nuestra niñez, bendice nuestra vida desde nuestros comienzos, bendice nuestra juventud, bendice a lo largo de toda mi vida y hazte presente con autoridad para librarme de cualquier influencia diabólica que me haya perturbado o que aún esté presente en mi vida. Bendice y libera a estos que están oyendo esta Oración. Limpia nuestras almas para que quedemos blancos como la nieve; Señor Jesús libérame de cualquier resentimiento que lleve en mi corazón contra cualquier miembro de mi familia, cualquier persona que yo haya conocido a lo largo de mi vida, en tu Santo Nombre cubre con tu Preciosa Sangre, libérame Señor y libera a tu pueblo.

Libera Señor de cualquier resentimiento que yo tenga en contra mía por todos mis errores y torpezas, por todas mis fallas y caídas ¡saca Señor todas mis frustraciones en tu Santo Nombre y cúbrenos con tu Preciosa Sangre y libéranos Señor! Sana Señor de cualquier resentimiento que llevemos en contra tuya por habernos sentido ofendidos con nuestro destino, el cual es tu Santa Voluntad. En tu Santo Nombre cúbrenos con tu Preciosa Sangre y libéranos Señor.

Señor Jesús vengo humildemente ante tu cuerpo Crucificado, ahí donde tu recibiste todas las consecuencias de nuestro pecado, nuestras enfermedades y nuestras debilidades y la muerte. Señor Jesús en tu Santo Nombre humildemente imploro tu Misericordia, y te pido por los méritos de tu Pasión, agonía y muerte, y por los méritos y las penas del Inmaculado Corazón de María que nos sanes, y que sanes a estos enfermos que están postrados en Oración, escuchando esta Oración. Ten compasión de nosotros, ten compasión de ellos y no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia.
Señor Jesús, tú eres el mismo ayer, hoy y siempre, en tu Santo Nombre te pido que pases con tu mano Santa sanando nuestras dolencias, ungiéndonos con tu Espíritu. Tu conoces nuestros problemas, sabes cuáles son nuestras enfermedades, sabes que enfermedades tienen ellos ¡sánalos Señor! ¡Sánanos Jesús! que en tu Santo Nombre Glorioso queden sanos en este momento.


(AJUSTA el volumen, está un poco alto)




Señor Jesús tú eres el Dios que nos sana: Hoy nos despojamos de nuestras enfermedades y te las entregamos a ti en tu Santo Nombre, para que dispongas de acuerdo a tu Misericordia; que no sea nuestra voluntad Señor sino la tuya. Has tu trabajo Señor para la Gloria de tu Santo Nombre.
Sáname Señor Jesús por el poder de tu Santo Nombre ¡sánanos Señor Jesús por el poder de tu Nombre Glorioso!, por los méritos de tus Santas heridas, por los méritos de tu Preciosa Sangre. Amonesta sus enfermedades y derrama sobre nosotros la Gracia de la sanidad.
Señor yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Pongo toda mi confianza en ti porque tú tienes todo el poder de sanarme, porque eres nuestro Dios Misericordioso con caridad inigualable, porque me amas y hoy has traído la salvación a mi casa y a la casa de todos estos que están escuchando. Gracias Señor Jesús por tu Santo Nombre ¡gracias Señor Jesús! ¡Gracias Virgen María por tu Intercesión!




ORACIONES CONTRA EL MALEFICIO (del ritual griego):

Kyrie Eleison, Christe Eleison, Kyrie Eleison.

Dios nuestro Señor Soberano de los siglos Omnipotente y Todopoderoso: tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola Voluntad; tu que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente, y que protegiste y salvaste a tus tres niños Santos. Tu que eres doctor y médico de nuestras almas; tu que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos: has vana, expulsa, y pon en fuga a toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación Satánica, toda influencia maligna y todo maleficio, mal de ojo de personas maléficas y malvadas, realizadas sobre estos tus siervos. Has que en cambio de la envidia y el maleficio obtengan abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad.

Tu Señor que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus
brazos altísimos y potentes y ven a socorrer, y visita estas pobres imágenes
tuyas, mandando sobre ellas el Ángel de la Paz; fuerte y protector del alma
y el cuerpo que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada.
Todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas,
de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud: “el Señor es mi Salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre; no tendré temor del Mal porque tu estás conmigo”, tu eres mi Dios, mi fuerza, mi Poderoso Señor. Señor de la Paz ¡Padre de los siglos futuros!

Sí Señor Dios nuestro ¡ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo!, salva a tus siervos de todo daño o amenaza procedentes de maleficios, protégelos poniéndolos por encima de todo mal, por la Intercesión de la más que bendita y gloriosa Señora, la Madre de Dios y Siempre Virgen María, de los resplandecientes Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, de los Santos Ángeles custodios y de todos tus Santos.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Tres sacramentales de proteccion que siempre debemos cargar con nosotros

Hermanos existen TRES Sacramentales que siempre debemos traer al cuello ya que Dios ha prometido a través de la Sma Virgen y Sus Santos protegernos de varias calamidades si los cargamos, especialmente en estos tiempos donde estamos expuestos a una contaminación espiritual muy fuerte por varios medios, la nueva era, gente que cada vez es mas común que practiquen rituales esotéricos, de brujería, centros nocturnos, espectáculos consagrados a Satanás, etc.

El primero es el Escapulario del Carmen.


¿Qué es el Escapulario del Carmen?
 El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden Carmelitana, en la esperanza de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos conocido.
El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, “un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (S.C. 60).

La “Gran Promesa”

En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salvaguardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios.
El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de justicia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia final.
Esta “gran promesa” es válida no sólo para los religiosos que mueren con el Escapulario largo, sino también para los fieles que lleven el Escapulario pequeño o la medalla–escapulario.

El Privilegio Sabatino

La predilección de María Santísima por el Carmen fue confirmada de modo aún más maternal en el siglo siguiente, cuando se apareció al futuro Papa Juan XXII, entonces cardenal, en Avignon, Francia. Allí le prometió una especial asistencia para los que llevasen el Escapulario del Carmen, diciendo que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de su muerte.
Para gozar de los privilegios del escapulario es necesario:
1)    Haber recibido debidamente el Escapulario, es decir, impuesto por un sacerdote con poder para tal (actualmente cualquier sacerdote con uso legítimo de órdenes tiene ese poder).
2)    Que el Escapulario sea como prescribe la Iglesia, es decir, hecho con dos pedazos de lana (y no de otro material) unidos entre sí por cordones, de forma cuadrangular o rectangular y de color marrón.
3)    Que una parte caiga sobre el pecho y otra sobre la espalda.
4)    Guardar la castidad cada uno según su estado (perfecta para los solteros y matrimonial para los casados).
5)    Rezar las oraciones prescriptas por el sacerdote que lo impuso.
Protección maternal
Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario, es por lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir el escapulario.
He aquí las razones del valor espiritual de la devoción del santo escapulario:
“Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por morir en gracia de Dios, quien lo vista piadosamente. Porque saldrá del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con él. Por llegar su protección a todos los momentos de la vida, a la muerte y aún más allá. “En la vida protejo; en la muerte ayudo, después de la muerte salvo”, son sus credenciales por los innumerables prodigios que ha obrado. Por las relaciones con sus apariciones más recientes en Lourdes y Fátima. Por las muchas indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario”.
Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
"Además de la gran promesa de preservar del infierno, del singular privilegio Sabatino y del honroso título de Hermanos de la Virgen [los frailes del Carmen son llamados 'Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo'] y de la salvación en los peligros, así como de gran número de indulgencias, los que visten el Escapulario del carmen gozan de la participación en todas las obras buenas que se practican en toda la Orden del Carmen. Esto quiere decir que en la Orden del Carmen todo lo que cae bajo el común denominador de "buenas obras" -como virtudes, satisfacciones, Misas, oraciones, predicaciones, ayunos, disciplinas, inmolaciones, frutos de las Misiones, práctica de los votos, austeridad de la vida del claustro, efectos saludables del apostolado de la devoción a la Virgen del Carmen y a su santo Escapulario, etc.- forma un acervo común o un capital social que se reparte entre todos y cada uno de los miembros que, sea por profesión (religiosa) o en virtud del privilegio de la agregación, pertenecen a dicha Orden de la Virgen del Carmen".
El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, “que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre”, el Papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:
“Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada, por Nos. recientemente recomendada”.
Indulgencias
He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario:
A) Indulgencias plenarias: 1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.  2. En las fiestas: de la Virgen del Carmen (16 de julio), de San Simón Stock (16 de mayo), de San Elías profeta (20 de julio), de Santa Teresa de Jesús (15 de octubre), de Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre), de San Juan de la Cruz (14 de diciembre), y de todos los Santos Carmelitas (1 de noviembre)
B) Indulgencia parcial: se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el Santo Escapulario. Se puede ganar no sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y no sólo al escapulario, sino también a la medalla–escapulario.
Recomendación pontificia
Desde el siglo XVI –que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen– casi todos los papas lo han vestido y propagado. Baste recordar aquí que Pablo VI, tratando de las líneas señaladas por el Vaticano II, dijo: “Creemos que entre estas formas de piedad mariana deben contarse expresamente el rosario y el uso devoto del ESCAPULARIO DEL CARMEN”. Y añade, tomando las afirmaciones de Pío XII: “Esta última práctica, por su misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual”. Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.
La fiesta de la Virgen del Carmen –16 de julio– está entre las fiestas “que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales” (M.C. 8).
Objetivo principal
María será siempre camino para llegar a Jesús. Entre las devociones que los cristianos dedican a honrar a María –decía Pío XII el 11 de febrero de 1950– “debe colocarse, ante todo, la devoción del escapulario de los carmelitas”.
Por ello recomendamos vivamente que se lleve día y noche el escapulario –vestido de María–, pero su uso permanente no es indispensable para ganar las indulgencias.
El escapulario de tela –que se recomienda por simbolizar mejor el vestido y consagración a María– puede ser sustituido por la medalla–escapulario.
Quien viste el escapulario del Carmen debe distinguirse por una profunda, sincera y filial devoción a la Santísima Virgen, esforzándose siempre por conocer, amar, imitar e irradiar a María, ya que la Orden del Carmen –a la que pertenece por vestir su hábito– tiene como finalidad vivir su vida y extender su culto. El título oficial de los Carmelitas es éste: HERMANOS DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO.
Mi lema
Todo esto debe animar a los cristianos a vestir con devoción el escapulario de la Virgen María que tantos prodigios ha obrado a través de los siglos y que me promete una ayuda especial y protección maternal de parte de María. Éste será el ideal o lema que se procurará vivir a toda costa:
“Que MI ESCAPULARIO me acompañe siempre. Que en él vea siempre a mi Madre Celestial. Que al besarlo lo haga con amor de hijo y como promesa de amarle más y servirle mejor. Que su recuerdo y su presencia en mi pecho me anime a serle más fiel a su Hijo y a Ella. Que en él vea grabadas todas las virtudes de mi celeste Madre y trate de vivirlas. Que su constante presencia sobre mi corazón me ayude a evitar el pecado y a practicar la virtud. Que su recuerdo nunca permita que me olvide de Ella y así puedo estar seguro que Ella no me abandonará”.
Actualidad de esta devoción
La misma Virgen María insistió en su necesidad para los tiempos actuales. La impresionante secuencia de grandes apariciones marianas que comenzó a partir del siglo XIX, en un llamado acuciante para pedir la conversión y penitencia del mundo cada vez más pecador, presenta un discreto y constante vínculo con esta devoción que remonta a la Edad Media.
En efecto, en Lourdes, la última aparición a Santa Bernardita tuvo lugar el 16 de julio de 1858, fiesta litúrgica de Nuestra Señora del Carmen y aniversario de la entrega del Escapulario a San Simón Stock. Y en Fátima, en la sexta aparición, durante la cual se produjo el milagro del sol para probar su autenticidad, la Virgen quiso aparecer a los tres videntes -Lucía, Jacinta y Francisco- bajo la advocación del Carmen, con el Niño Jesús en los brazos y el Escapulario.
A este propósito, la Hermana Lucía, en una entrevista concedida el 15 de Agosto de 1950 al R. P. Howard Rafferty, O.C.D., confirmó esa visión y que la Virgen quería que el Escapulario fuera tomado como parte del mensaje, añadiendo: "ahora el Santo Padre lo ha afirmado así al mundo entero, diciendo que el Escapulario es signo de consagración al Inmaculado Corazón. (...). El Rosario y el Escapulario son inseparables"
Al sernos impuesto el Escapulario nos consagramos a la Virgen y elegimos, así, "el camino fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Nuestro Señor, que es en lo que consiste la perfección del cristiano".
Así lo practicaron y enseñaron los santos, particularmente San Luis María Grignion de Montfort, y lo expresó Ella misma en Fátima. Y a través de la voz de sus pastores, la Iglesia lo reafirma, como lo hizo recientemente Juan Pablo II recordando a Pío XII: "la forma más auténtica de devoción a la Virgen Santísima, expresada mediante el humilde signo del Escapulario, es la consagración a su Corazón Inmaculado".

Ejemplos de la protección del Escapulario del Carmen
Ejemplo 67.

El día 12 de octubre del año 1656, levantóse de súbito una terrible tempestad precedida de gran aparato de relámpagos y truenos, que llenó de consternación y pánico a toda la comarca de Segorbe.
Hallándose en el campo el vecino de Castellfort, Santiago Caspe, cayó sobre él un rayo que le circundó todo de fuego, reduciendo en un segundo a cenizas todos sus vestidos, y, pasando a su cuerpo, hizo en él tan horrible y espantosa carnicería que casi todo su cuerpo quedó quemado como un carbón.
Solamente la parte anterior del Escapulario y lo que cubría quedó intacto. Este fue el primer prodigio, al que siguió no haber perdido la vida.
Hallóse tan sosegado y tan apacible y tan ajeno a toda turbación en su ánimo, que pudo clamar con toda deliberación y advertencia a María Santísima nuestra Madre, para que le amparase, y al poco rato recobraba el habla y, con descaecidas voces, pedía confesión. Hizo la Virgen Santísima que pudieran oírle desde un caserío no lejano, donde se había refugiado el cura. Corrieron a aquel lugar y quedaron todos atónitos y absortos al contemplar tan horrible espectáculo. Se confesó, y, pasados unos días, dijo a los que le asistían:
–“Tened paciencia y perdonad por amor de Dios lo que os molesto, pues hasta el sábado, día de mi Madre bendita del Carmen, no he de salir de esta vida para irme a gozar de Ella”.
Y, en efecto así fue.

Ejemplo 68.

Filocalo Caputo, en su obra “Il Monte Carmelo”, refiere que Antonio ferrato, yendo de camino, vio una víbora en lo alto de una tapia, cerca de la cual le era forzoso el pasar sin más remedio, y por prevenir el peligro de que pudiera morderle, la derribó con un palo al suelo. Mas he aquí que, irritada, le saltó a la cara y le vino a herir bajo el ojo, inflamándosele a poco rato la cabeza, de tal suerte que parecía un monstruo, quedando totalmente ciego.
Una vez llegado al lugar, recurrieron a todas las medicinas caseras que solían emplearse en tan críticos y desesperados trances, mas todas llegaron tarde o fueron ineficaces, pues ninguna surtía el deseado efecto en el infeliz campesino.
Su piadosa mujer, devotísima de nuestra Madre del Carmen, le alentaba a que pusiese o depositara toda su confianza en Ella, y viendo tan desesperada su salud, fuese confiada a la capilla de la Santísima Virgen y en un vaso trajo un poquitín de aceite de la lámpara que ardía ante su imagen milagrosa del Carmen. Lo aplicó a la cabeza de su infortunado y esperanzado esposo y al punto empezaron a mitigarse aquellos atrocísimos dolores, bajando poco a poco la inflamación, de suerte que, en brevísimo tiempo, pudo ya respirar sin dificultad.
Pocas horas tardó en recobrar perfecta salud y al punto se trasladó al templo de la Santísima Virgen para dar fervientes gracias, junto con la piadosa esposa, a esta Madre de bondad y misericordia.

Ejemplo 69.

El Padre Teófilo Raynaud, de la Compañía de Jesús, refiere un caso sucedido en su tiempo a la religiosa Sor María Martina, Superiora del Real Convento de los Mártires de París, y que él escuchó de sus mismos labios.
Bajando dicha religiosa muy de mañana, el día de la Purísima Concepción, a una pieza baja del convento, muy cerca de los sótanos y de la carbonera, a recoger unas cosas que le eran indispensables, hallóse de improviso acometida por dos alanos, que tenían para guardar la huerta del convento y que no la conocieron.
Acometiéndola con furia y rabia los dos animales, arrojáronla al suelo y a dentelladas la despojaron de casi toda la ropa. Gruñendo y dándole manotazos salvajes trataron de quitarle el Escapulario el Carmen, mas sin llegar a conseguirlo. Ella daba gritos y voces desesperadas, pero sin que llegase a ser percibida de ninguna de las hermanas, por hallarse el sitio muy apartado de los dormitorios y del coro donde debía hallarse entonces casi toda la Comunidad.
No desatendió María Santísima el desamparo y la tribulación en que se encontraba su sierva, y así quiso que el alano que estaba a punto de ahogarla soltase al punto su presa y corriendo uno y otro, dando fuertes y dolorosos aullidos, cual si estuviesen poseídos del demonio, fueron a retirarse en una acequia, donde perecieron ahogados.
Recobrada un tanto la religiosa, salió como pudo de la covacha, y aunque hubiese querido o pretendido ocultar a sus hijas el prodigios, no pudo hacerlo, y con lágrimas del más profundo y sincero agradecimiento, les rogó que la acompañasen al coro para entonar un Magníficat a la Santísima Virgen por el beneficio sin par que acababa de otorgarle esta dulcísima y amorosa Madre.



2.- LA MEDALLA MILAGROSA


 
       
La Virgen sobre el altar mayor de Rue du VacLas apariciones
El 1830 es un año clave: tiene lugar en París la primera aparición moderna de la Virgen Santísima. Comienza lo que Pío XII llamó la "era de María", una etapa de repetidas visitaciones celestiales. Entre otras: La Salette, Lourdes, Fátima ... Y como en su visita a Santa Isabel, siempre viene para traernos gracia, para acercarnos a Jesús, el fruto bendito de su vientre. También para recordarnos el camino de salvación y advertirnos las consecuencias de optar por otros caminos.

Sta. Catalina Labouré
Catalina nació el 2 de mayo de 1806, en Fain-les-Moutiers, Borgoña ( Francia ). Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad el 22 de enero de 1830 y después de tres meses de postulantado, 21 de abril, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac, 140.
El Corazón de San Vicente
La novicia estaba presente cuando trasladaron los restos de su fundador, San Vicente de Paul, a la nueva iglesia de los Padres Paules a solo unas cuadras de su noviciado. El brazo derecho del santo fue a la capilla del noviciado.  En esta capilla, durante la novena, Catalina vio el corazón de San Vicente en varios colores.  De color blanco, significando la unión que debía existir entres las congregaciones fundadas por San Vicente. De color rojo, significando el fervor y la propagación que habían de tener dichas congregaciones. De color rojo oscuro, significando la tristeza por el sufrimiento que ella padecería. Oyó interiormente una voz: " el corazón de San Vicente está profundamente afligido por los males que van a venir sobre Francia ".  La misma voz añadió un poco mas tarde: " El corazón de San Vicente está mas consolado por haber obtenido de Dios, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, el que ninguna de las dos congregaciones perezca en medio de estas desgracias, sino que Dios hará uso de ellas para reanimar la fe ".
Visiones del Señor en la Eucaristía
Durante los 9 meses de su noviciado en la Rue du Bac, sor Catalina tuvo también la gracia especial de ver todos los días al Señor en el Santísimo Sacramento.
El domingo de la Santísima Trinidad, 6 de junio de 1830, el Señor se mostró durante el evangelio de la misa como un Rey, con una cruz en el pecho. De pronto, los ornamentos reales de Jesús cayeron por tierra, lo mismo que la cruz, como unos despojos desperdiciables. "Inmediatamente - escribió sor Catalina - tuve las ideas mas negras y terribles: que el Rey de la tierra estaba perdido y sería despojado de sus vestiduras reales. Sí, se acercaban cosa malas ".
Virgen MilagrosaCatalina sueña con ver a la Virgen
El domingo 18 de Julio 1930, víspera de la fiesta de San Vicente de Paúl, La maestra de novicias les había hablado sobre la devoción a los santos, y en particular a la Reina de todos ellos, María Santísima. Sus palabras, impregnadas de fe y de una ardiente piedad, avivaron en el corazón de Sor Laboure el deseo de ver y de contemplar el rostro de la Santísima Virgen. Como era víspera de San Vicente, les habían distribuido a cada una un pedacito de lienzo de un roquete del santo. Catalina se lo tragó y se durmió pensando que S. Vicente, junto con su ángel de la guarda, le obtendrían esa misma noche la gracia de ver a la Virgen como era su deseo. Precisamente, los anteriores favores recibidos en las diversas apariciones de San Vicente a Sor Catalina alimentaban en su corazón una confianza sin limites hacia su bienaventurado padre, y su candor y viva esperanza no la engañaron. "La confianza consigue todo cuanto espera" (San Juan de la Cruz).
El Angel la despierta
Todo era silencio en la sala donde dormía Sor Catalina y cerca de las 11:30 PM oyó que por tres veces la llamaban por su nombre. Se despertó y apartando un poco las cortinas de su cama miro del lado que venia la voz y vio entonces un niño vestido de blanco, que parecía tener como cuatro o cinco años, y el cual le dijo: "Levántate pronto y ven a la capilla; la Santísima Virgen te espera".
Sor Catalina vacila; teme ser notada de las otras novicias; pero el niño responde a su preocupación interior y le dice: "No temas; son las 11;30 p.m.; todas duermen muy bien. Ven yo te aguardo".
Ella no se detiene ya ni un momento; se viste con presteza y se pone a disposición de su misterioso guía, "que permanecía en pie sin separarse de la columna de su lecho."
Vestida Sor Catalina, el niño comienza a andar, y ella lo sigue marchando a "su lado izquierdo". Por donde quiera que pasaban las luces se encendían. El cuerpo del niño irradiaba vivos resplandores y a su paso todo quedaba iluminado.
Al llegar a la puerta de la capilla la encuentra cerrada; pero el niño toca la puerta con su dedito y aquella se abrió al instante.
Dice Catalina: "Mi sorpresa fue mas completa cuando, al entrar a la capilla, vi encendidas todas las velas y los cirios, lo que me recordaba la Misa de media noche". (todavía ella no ve a la Virgen)
El niño la llevó al presbiterio, junto al sillón destinado al P. Director, donde solía predicar a las Hijas de la Caridad, y allí se puso de rodillas, y el niño permaneció de pie todo el tiempo al lado derecho.
La espera le pareció muy larga, ya que con ansia deseaba ver a la Virgen. Miraba ella con cierta inquietud hacia la tribuna derecha, por si las hermanas de vela, que solían detenerse para hacer un acto e adoración, la veían.
Por fin llego la hora deseada, y el niño le dijo: "Ved aquí a la Virgen, vedla aquí"
Sor Catalina oyó como un rumor, como el roce de un traje de seda, que partía del lado de la tribuna, junto al cuadro de San José. Vio que una señora de extremada belleza, atravesaba majestuosamente el presbiterio, "fue a sentarse en un sillón sobre las gradas del altar mayor, al lado del Evangelio".
Aparición de la VirgenSor Catalina en el fondo de su corazón dudaba si verdaderamente estaba o no en presencia de la Reina de los Cielos, pero el niño le dijo: "Mira a la Virgen".
Le era casi imposible describir lo que experimentaba en aquel instante, lo que paso dentro de ella, y le parecía que no veía a la Santísima Virgen.
Entonces el niño le habló, no como niño, sino como el hombre mas enérgico y palabras muy fuertes: -"¿Por ventura no puede la Reina de los Cielos aparecerse a una pobre criatura mortal en la forma que mas le agrade?" "
Entonces, mirando a la Virgen, me puse en un instante a su lado, me arrodille en el presbiterio, con las manos apoyadas en las rodillas de la Santísima Virgen. "Allí pasé los momentos más dulces de mi vida; me sería imposible decir lo que sentí".
Ella me dijo cómo debía portarme con mi director, la manera de comportarme en las penas y acudir (mostrándome con la mano izquierda) a arrojarme al pie del altar y desahogar allí mi corazón, pues allí recibiría todos los consuelos de que tuviera necesidad. Entonces le pregunté que significaban las cosa que yo había visto, y ella me lo explicó todo ".
Instrucciones de la Santísima Virgen
Fueron muchas las confidencias que Sor Catalina recibió de los labios de María Santísima, pero jamas podremos conocerlas todas, porque respecto a algunas de ellas, le fue impuesto el mas absoluto secreto.
La Virgen le dio algunos consejos para su particular provecho espiritual: (La Virgen es Madre y Maestra)
1- Como debía comportarse con su director (humildad profunda y obediencia). Esto a pesar de que su confesor, el padre Juan María Aladel, no creyó sus visiones y le dijo que las olvidara.
2- La manera de comportarse en las penas, (paciencia, mansedumbre, gozo)
3- Acudir siempre (mostrándole con la mano izquierda) a arrojarse al pie del altar y desahogar su corazón, pues allí recibiría todos los consuelos de que tuviese necesidad. (corazón indiviso, no consuelos humanos)
La Virgen también le explicó el significado de todas las apariciones y revelaciones que había tenido de San. Vicente y del Señor.
Luego continuó diciéndole:
Dios quiere confiarte una misión; te costara trabajo, pero lo vencerás pensando que lo haces para la gloria de Dios. Tu conocerás cuan bueno es Dios. Tendrás que sufrir hasta que los digas a tu director. No te faltaran contradicciones; mas te asistirá la gracia; no temas. Háblale a tu director con confianza y sencillez; ten confianza no temas. Veras ciertas cosas; díselas. Recibirás inspiraciones en la oración.
Los tiempos son muy calamitosos. Han de llover desgracias sobre Francia. El trono será derribado. El mundo entero se verá afligido por calamidades de todas clases (al decir esto la Virgen estaba muy triste). Venid a los pies de este altar, donde se prodigaran gracias a todos los que las pidan con fervor; a todos, grandes y pequeños, ricos y pobres.
Deseo derramar gracias sobre tu comunidad; lo deseo ardientemente. Me causa dolor el que haya grandes abusos en la observancia, el que no se cumplan las reglas, el que haya tanta relajación en ambas comunidades a pesar de que hay almas grandes en ellas. Díselo al que esta encargado de ti, aunque no sea el superior. Pronto será puesto al frente de la comunidad. El deberá hacer cuanto pueda para restablecer el vigor de la regla. Cuando esto suceda otra comunidad se unirá a las de ustedes.
Vendrá un momento en que el peligro será grande; se creerá todo perdido; entonces yo estaré contigo, ten confianza. Reconocerás mi visita y la protección de Dios y de San Vicente sobre las dos comunidades..
Mas no será lo mismo en otras comunidades, en ellas habrá víctimas..(lagrimas en los ojos). El clero de París tendrá muchas víctimas..Morirá el señor Arzobispo.Hija mía, será despreciada la cruz, y el Corazón de mi Hijo será otra vez traspasado; correrá la sangra por las calles ( la Virgen no podía hablar del dolor, las palabras se anudaban en su garganta; semblante pálido). El mundo entero se entristecerá . Ella piensa: ¿cuando ocurrirá esto? y una voz interior asegura: cuarenta años y diez y después la paz.
La Virgen, después de estar con ella unas dos horas, desaparece de la vista de Sor Catalina como una sombra que se desvanece.
En esta aparición la Virgen:
  • Le comunica una misión que Dios le quiere confiar.
  • La prepara con sabios consejos para que hable con sumisión y confianza a su director.
  • Le anuncia futuros eventos para afianzar la fe de aquellos que pudieran dudar de la aparición.
  • Le Regala una relación familiar de madre-hija: la ve, se acerca a ella, hablan con familiaridad y sencillez, la toca y la Virgen no solo consiente, sino que se sienta para que Catalina pueda aproximarse hasta el extremo de apoyar sus brazos y manos en las rodillas de la Reina del Cielo.
  • Todas las profecías se cumplieron:
    1-la misión de Dios pronto le fue indicada con la revelación de la medalla milagrosa.
    2-una semana después de esta aparición estallaba la revolución. Los revoltosos ocupaban las calles de París, saqueos, asesinatos, y finalmente era destronado Carlos X, sustituido por el "rey ciudadano" Luis Felipe I, gran maestro de la masonería.
    3-El P. Aladel (director) es nombrado en 1846 Director de las Hijas de la Caridad, establece la observancia de la regla y hacia la década del 60 otra comunidad femenina se une a las Hijas de la Caridad.
    4-En 1870 (a los 40 años) llegó el momento del gran peligro, con los horrores de la Comuna y el fusilamiento del Arzobispo Mons. Darboy y otros muchos sacerdotes.
    5- solo queda por cumplir la ultima parte.
    Aparición del 27 de noviembre del 1830
    La tarde el 27 de Nov. de 1830, sábado víspera del primer domingo de Adviento, en la capilla, estaba Sor Catalina haciendo su meditación, cuando le pareció oír el roce de un traje de seda que le hace recordar la aparición anterior.
    Aparece la Virgen Santísima, vestida de blanco con mangas largas y túnica cerrada hasta el cuello. Cubría su cabeza un velo blanco que sin ocultar su figura caía por ambos lados hasta los pies. Cuando quiso describir su rostro solo acertó a decir que era la Virgen María en su mayor belleza.
    Sus pies posaban sobre un globo blanco, del que únicamente se veía la parte superior, y aplastaban una serpiente verde con pintas amarillas. Sus manos elevadas a la altura del corazón sostenían otro globo pequeño de oro, coronado por una crucecita.
    La Stma. Virgen mantenía una actitud suplicante, como ofreciendo el globo. A veces miraba al cielo y a veces a la tierra. De pronto sus dedos se llenaron de anillos adornados con piedras preciosas que brillaban y derramaban su luz en todas direcciones, circundándola en este momento de tal claridad, que no era posible verla.
    Tenia tres anillos en cada dedo; el mas grueso junto a la mano; uno de tamaño mediano en el medio, y no mas pequeño, en la extremidad. De las piedras preciosas de los anillos salían los rayos, que se alargaban hacia abajo; llenaban toda la parte baja.
    Mientras Sor Catalina contemplaba a la Virgen, ella la miró y dijo a su corazón:
    Este globo que ves (a los pies de la Virgen) representa al mundo entero, especialmente Francia y a cada alma en particular. Estos rayos simbolizan las gracias que yo derramo sobre los que las piden. Las perlas que no emiten rayos son las gracias de las almas que no piden.
    Con estas palabras La Virgen se da a conocer como la mediadora de las gracias que nos vienen de Jesucristo.
    El globo de oro (la riqueza de gracias) se desvaneció de entre las manos de la Virgen. Sus brazos se extendieron abiertos, mientras los rayos de luz seguían cayendo sobre el globo blanco de sus pies.
    medalla milagrosaLa Medalla Milagrosa:
    En este momento se apareció una forma ovalada en torno a la Virgen y en el borde interior apareció escrita la siguiente invocación: "María sin pecado concebida, ruega por nosotros, que acudimos a ti"
    Estas palabras formaban un semicírculo que comenzaba a la altura de la mano derecha, pasaba por encima de la cabeza de la Santísima Virgen, terminando a la altura de la mano izquierda .
    Oyó de nuevo la voz en su interior: "Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán mas abundantes para los que la lleven con confianza".
    La aparición, entonces, dio media vuelta y quedo formado en el mismo lugar el reverso de la medalla.
    En el aparecía una M, sobre la cual había una cruz descansando sobre una barra, la cual atravesaba la letra hasta un tercio de su altura, y debajo los corazones de Jesús y de María, de los cuales el primero estaba circundado de una corona de espinas, y el segundo traspasado por una espada. En torno había doce estrellas.
    La misma aparición se repitió, con las mismas circunstancias, hacia el fin de diciembre de 1830 y a principios de enero de 1831. La Virgen dijo a Catalina: "En adelante, ya no veras , hija mía; pero oirás mi voz en la oración".
    Un día que Sor Catalina estaba inquieta por no saber que inscripción poner en el reverso de la medalla, durante la oración, la Virgen le dijo: "La M y los dos corazones son bastante elocuentes".
    Símbolos de la Medalla y mensaje espiritual:En el Anverso:
    -María aplastando la cabeza de la serpiente que esta sobre el mundo. Ella, la Inmaculada, tiene todo poder en virtud de su gracia para triunfar sobre Satanás.
    -El color de su vestuario y las doce estrellas sobre su cabeza: la mujer del Apocalipsis, vestida del sol.
    -Sus manos extendidas, transmitiendo rayos de gracia, señal de su misión de madre y mediadora de las gracias que derrama sobre el mundo y a quienes pidan.
    -Jaculatoria: dogma de la Inmaculada Concepción (antes de la definición dogmática de 1854). Misión de intercesión, confiar y recurrir a la Madre.
    -El globo bajo sus pies: Reina del cielos y tierra.
    -El globo en sus manos: el mundo ofrecido a Jesús por sus manos.
    En el reverso:
    -La cruz: el misterio de redención- precio que pagó Cristo. obediencia, sacrificio, entrega
    -La M: símbolo de María y de su maternidad espiritual.
    -La barra: es una letra del alfabeto griego, "yota" o I, que es monograma del nombre, Jesús.
    Agrupados ellos: La Madre de Jesucristo Crucificado, el Salvador.
    -Las doce estrellas: signo de la Iglesia que Cristo funda sobre los apóstoles y que nace en el Calvario de su corazón traspasado.
    -Los dos corazones: la corredención. Unidad indisoluble. Futura devoción a los dos y su reinado.
    Nombre:
    La Medalla se llamaba originalmente: "de la Inmaculada Concepción", pero al expandirse la devoción y haber tantos milagros concedidos a través de ella, se le llamó popularmente "La Medalla Milagrosa".
    Conversión de Ratisbone:
    Alfonso Ratisbone era abogado y banquero, judío, de 27 años. Tenía gran odio hacia los católicos porque su hermano Teodoro se había convertido y ordenado sacerdote, tenía como insignia la medalla milagrosa y luchaba por la conversión de los judíos.
    Alfonso pensaba casarse poco después con una hija de su hermano mayor, Flora, diez años menor que el, cuando en enero de 1842, haciendo un viaje de turismo a Nápoles y Malta, por una equivocación de trenes llego a Roma. Aquí se creyó en la obligación de visitar a un amigo de la familia, el barón Teodoro de Bussiere, protestante convertido al catolicismo.
    El barón le recibió con toda cordialidad y se ofreció a enseñarle Roma. En una reunión donde Ratisbone hablaba horrores de los católicos, este barón lo escuchó con mucha paciencia y al final le dijo: "Ya que usted está tan seguro de si, prométame llevar consigo lo que le voy a dar- ¿Que cosa?. Esta medalla. Alfonso la rechazó indignado y el barón replicó: "Según sus ideas, el aceptarla le debía dejar a usted indiferente. En cambio a mi me causaría satisfacción." Se echó a reír y se la puso comentando que él no era terco y que era un episodio divertido. El barón se la puso al cuello y le hizo rezar el Memorare.
    El barón pidió oraciones a varias personas entre ellas al conde La Ferronays quien le dijo: "si le ha puesto la medalla milagrosa y le ha hecho rezar el Memorare, seguro que se convierte." El conde murió de repente dos días después. Se supo que durante esos dos días había ido a la basílica de Sta. María la Mayor a rezar cien Memorares por la conversión de Ratisbone.
    Por la Plaza España se encuentra el barón con Ratisbone en su último día en Roma y este le invita a pasear. Pero antes tenía que pasar por la Iglesia de San Andrés a arreglar lo del funeral del conde. Ratisbone le acompaña a la Iglesia. He aquí su testimonio de lo que entonces sucedió: "a los pocos momentos de encontrarme en la Iglesia, me sentí dominado por una turbación inexplicable. Levanté los ojos y me pareció que todo el edificio desaparecía de mi vista. Una de las capillas (la de San Miguel) había concentrado toda la luz, y en medio de aquel esplendor apareció sobre el altar, radiante y llena de majestad y de dulzura, la Virgen Santísima tal y como esta grabada en la medalla. Una fuerza irresistible me impulsó hacia la capilla. Entonces la Virgen me hizo una seña con la mano como indicándome que me arrodillara... La Virgen no me habló pero lo he comprendido todo."
    Santa Catalina Laboure
    Santa Catalina Laboure descansa en Rue du Vac,
    Paris su cuerpo incorrupto
    El barón lo encuentra de rodillas, llorando y rezando con las manos juntas, besando la medalla. Poco tiempo mas tarde es bautizado en la Iglesia del Gesu en Roma. Por orden del Papa, se inicia un proceso canónico, y fue declarado "verdadero milagro".
    Alfonso Ratisbone entró en la Compañía de Jesús. Ordenado sacerdote, fue destinado a París donde estuvo ayudando a su hermano Teodoro en los catecumenados para la conversión de los judíos.
    Después de haber sido por 10 años Jesuita, con permiso sale de la orden y funda en 1848, las religiosas y las misiones de Ntra. Sra. de Sión. En solo los diez primeros años Ratisbone consiguió la conversión de 200 judíos y 32 protestantes. Trabajó lo indecible en Tierra Santa, logrando comprar el antiguo pretorio de Pilato, que convirtió en convento e Iglesia de las religiosas. También consiguió que estas religiosas fundasen un hospicio en Ain-Karim, donde murió santamente en 1884 a los 70 años.

    Triduo en honor de la Virgen de la Medalla Milagrosa.
    Por la señal de la Santa Cruz, etc.

    ACTO DE CONTRICION.

    Oración para todos los días:
    ¡Oh María sin pecado original concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!
    ¡Dulcísima Reina de los cielos y de la tierra!; que por amor a los hombres te dignastes a manifestarte, a vuestra sierva Sor Catalina, con las manos llenas de rayos de luz; a fìn de hacer saber al mundo que deseas derramar abundantes gracias sobre todos los que con confianza te piden; Concèdeme Madre mía, que a imitación de Sor Catalina derrames en mi alma la luz necesaria para conocer mi nada y mi miseria; y lo mucho que debo a mi Padre Dios, por tantísimos beneficios, como me ha dispensado; y que cumpliendo su voluntad en esta vida; pueda gozarle en Tu compañía eternamente en el cielo. Amén.

    Tres Ave Marías, y 3 veces la jaculatoria “Oh María sin pecado original concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”.

    Primer Día:

    ¡Amorosísima Madre mía!, que placer tiene mi alma, cuando considero que tantos deseos tienes en concederme vuestros favores; que no esperas otra cosa, sino que acuda a Tì, para remediar nuestros males y llenarnos de vuestras gracias y dones.
    Oh María, mi Madre amada, reina de la Corte Celestial, te ruego que todos acudamos siempre a Tì, como nuestra única esperanza.

    Oración Final:

    Acuérdate, ¡Oh piadosísima Siempre Virgen María!, que no se ha oído decir jamás; que ninguno de los que han recurrido a vuestra protección, e implorado vuestro socorro, haya sido abandonado de Tì. Animado con esta confianza, ¡Oh Virgen de las Vírgenes!, a Tì vengo; gimiendo bajo el peso de mis pecados, me postro a Tus pies.
    ¡Oh Madre del Divino Verbo!, no desprecies mis súplicas; antes bien, escúchalas favorablemente, y dignate acogerlas. Amén.

    Tres veces la jaculatoria: “Oh María sin pecado original concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”.

    Segundo Día:

    ¡Santísima Madre de Dios!, ¡Señora nuestra y mi tierna Madre!; que consuelo tan grande siente mi corazón, cuando contempla Tu imagen, como te viò Sor Catalina, con un globo en vuestras Divinas Manos, que representaba toda la tierra, y lo estrechabas sobre vuestro pecho; simbolizando así el amor que tienes a los hombres. Concèdeme, ¡oh Divina Madre Eterna! ¡Oh Madre mía!, el que sepamos corresponder a tanto amor, procurando imitar vuestras virtudes. Así sea.

    Continúe con la oración final.

    Tercer Día:

    ¡Virgen Inmaculada!. ¡Celestial Madre mía! Con que placer llego ante Tu Santísimo Altar; para contemplar Tus virtudes y exponer mis penas. Que aliento santo cobra mi espíritu, al acercarme ante Tu Sagrada Imagen; donde veo representada la más profunda humildad; una modestia admirable y el resto de todas las perfecciones con que el Señor Dios te adornó.

    Haz ¡Madre Santísima!, ¡Divina y Celestial Señora! ¡Reina del Clero, de los apóstoles! ¡Madre del Mecías! ¡Hija predilecta de Dios Padre! Que oigamos siempre Tus maternales avisos, para que arrepentidos de nuestras culpas, e imitando vuestras virtudes; logremos la inmensa dicha de estar contigo en el cielo, por toda la eternidad. Así sea.

    Continúe con la oración final.


    3.- LA MEDALLA O CRUZ DE SAN BENITO


    La Medalla de San Benito
    La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo.  Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla. 
    Descripción de la medalla:
    En el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia".  (Oración de la Buena Muerte).
    El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:
    C.S.P.B.:      "Santa Cruz del Padre Benito"
    C.S.S.M.L. : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
    N.D.S.M.D.:  "y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)

    En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
    V.R.S.
          "Abajo contigo Satanás" 
    N.S.M.V.  "para de atraerme con tus mentiras"
    S.M.Q.L.  "Venenosa es tu carnada"
    I.V.B.        "Trágatela tu mismo".
    PAX          "Paz"


    Bendición de la medalla de San Benito
    (deber ser por hecha por un sacerdote)

    Exorcismo de la medalla
    -Nuestra ayuda nos viene del Señor
    -Que hizo el cielo y la tierra.
    Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
    Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
    En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.

    Bendición-Señor, escucha mi oración
    -Y llegue a tí mi clamor

    Oremos:
    Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.

    Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
    Amén


    IndulgenciasEl 12 de marzo de 1742 el Papa Benedicto XIV otorgó indulgencia plenaria a la medalla de San Benito si la persona se confiesa, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe o participa en la Santa Misa.  Las grandes fiestas son Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, La Asunción, La Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, todos los Santos y fiesta de San Benito. 
    Número de indulgencias parciales: por ejemplo: 1) 200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la Iglesia o enseña a los niños la Fe. 2) 7 años de indulgencia , si uno celebra la Santa Misa o esta presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes. 3) 7 años si uno acompaña a los enfermos en el día de todos los Santos. 4) 100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la sagrada Comunión. 5) Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados. 6) Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita. 7) Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas la buenas obras que realiza esta Orden.
    Quienes lleven la medalla de San Benito a la hora de la muerte serán protegidos siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento.

    El Crucifijo con medalla de San Benito
    El Crucifijo de la Buena Muerte y la Medalla de San Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de tentación, peligro, mal, principalmente en la hora de la muerte. Le ha dado al Crucifijo con la medalla Indulgencia Plenaria.
    La indulgencia plenaria de la Cruz de la Buena Muerte, quien realmente crea en la santa Cruz, no será apartado de El, ganará indulgencia plenaria en la hora de la muerte. Si este se confiesa, recibe la Comunión o por lo menos con el arrepentimiento previo de sus pecados, llamando el Santo nombre de Jesús con devoción y aceptando resignadamente la muerte como venida de las manos de Dios. Para la indulgencia no basta la Cruz, debe representarse a Cristo crucificado. Esta cruz también ayuda a los enfermos para unir nuestros sufrimientos a los de Nuestro Salvador.