Este es el final de un largo enfrentamiento entre el movimiento «Wir sind Kirche» («Somos Iglesia») y el Vaticano. Según la información del diario Tiroler Tageszeitung, los austriacos Martha Heizer, responsable en Austria del movimiento, y su esposo, Gert Heizer, han sido excomulgados por simular la celebración de la eucaristía, uno de los «graviora delicta» que deben ser juzgados por la CDF con un procedimiento especial. El diario alemán Die Welt asegura que la información ha sido confirmada en «círculos católicos».
(La Vie/InfoCatólica) Marta Heizer preside Somos Iglesia en Austria desde el pasado 7 de abril. El movimiento nació precisamente en Austria en 1995 y Martha Heizer fue una de sus fundadoras. A sus 67 años, es conocida por sus manifiestos a favor de la ordenación de las mujeres y la «renovación de la iglesia por los laicos». Desde 2012 preside el «International Movement We Are Church» (IMWAC), «Movimiento internacional Somos Iglesia».
El obispo de Innsbruck, monseñor Manfred Scheuer, «emitió personalmente el decreto a la pareja el miércoles 21 de mayo por la noche», declaró Martha Heizer a radio ORF Tirol. Los dos implicados rechazaron inmediatamente la condena. «No lo aceptamos porque cuestionamos íntegramente todo el proceso», dijo Heizer.
Esta mañana aseguraba Heizer en un comunicado que está «profundamente consternada al estar en la misma categoría que los sacerdotes pedófilos», en alusión al procedimiento seguido en su caso. En su opinión, «este procedimiento muestra hasta qué punto la Iglesia Católica necesita renovación».
¿La razón de las dos excomuniones? Atentar la celebración de Misas sin sacerdote en la residencia de la pareja. Desde hace varios años, Martha Heizer admite que ella y su marido dan la bienvenida en su casa a estas fiestas, en las que algunos fieles participan con regularidad. Son simulaciones de misas que constituyen «graviora delicta» (delitos graves) según el canon 1379 del Código de Derecho canónico y las Normas de 2001, modificadas en 2010.
Con esta decisión, el obispo Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se mantiene fiel a su posición anterior: en 2009, el prelado alemán, entonces Obispo de la diócesis de Ratisbona, había suspendido a Pablo Winckler, director de la «Wir sind Kirche» en Alemania.
Información de la Santa Sede y de la Diócesis de Innsbruck
A mediodía de hoy el padre Lombardi, director de la sala de prensa de la Santa Sede precisó a la agencia I.Media que la excomunión ha sido declarada por la diócesis de Innsbruck, no directamente por Roma y que se trataba de la constatación de una excomunión latae sententiae, «automática», como consecuencia de la gravedad del delito que consiste en que una persona no ordenada pretenda celebrar la Eucaristía.
Posteriormente, Mons. Manfred Scheuer, obispo de Innsbruck, ha confirmado a la agencia Apic la «autoexcomunión» de Martha Heizer y su marido. Recordó que celebración de estas eucaristías sin sacerdote, de las que informó la televisión austriaca ORF en 2011, le obligó a abrir una investigación y a «tomar medidas legales». Lamenta «no haber podido convencer a los esposos Heizer de que se retractasen, evitando así el procedimiento penal». El obispo asegura también a la agencia que la constatación de esta «autoexcomunión» no es una victoria y que la ha realizado «con gran dolor».
«Puesto que la Eucaristía es esencialmente una celebración de toda la Iglesia, no puede haber unaeucaristía privada. Los criterios de validez de la Eucaristía no pueden depender de la voluntad subjetiva y la opinión de los participantes», añadió el obispo de Innsbrück.
El movimiento internacional Somos Iglesia
Como explica Catholic.net, diversas organizaciones disidentes que alegan ser católicas, a la misma vez que rechazan las enseñanzas de la Iglesia, formaron hace dos décadas la red internacional llamada «International Movement We Are Church» - Movimiento Internacional Somos Iglesia, IMWAC por sus siglas en inglés.
Alegan los que dirigen este movimiento de disidentes, que quieren lograr «una renovación de la Iglesia en el espíritu de Jesús» pero en realidad tratan de destruir la Iglesia desde dentro, fomentando doctrina y moral contrarias a la católica y cuestionando la autoridad jerárquica dentro de la Iglesia
El Movimiento comenzó en Austria en 1995, con un primer Manifiesto que sirvió como base a una campaña de recogida de firmas que supuestamente representaban «el descontento» de «millones de católicos».
La campaña fue presentada en Madrid por Hans Küng (quien fue privado del título «teólogo católico» por el Vaticano), en el Congreso de Teología organizado por la Asociación de Teólogos Juan XIII (también desautorizada por la Iglesia católica), en septiembre de 1995. A partir de ese momento se inició en España «la recogida de firmas y el apoyo a la campaña internacional Somos Iglesia».
En 1996, se unieron en Roma todas las iniciativas nacionales de los grupos disidentes de un número de países,que estaban recogiendo firmas para promover las «reformas» lanzadas en Austria en 1995. A raíz de ello quedó constituida la red. De Austria la campaña se extendió rápidamente a Alemania y otros países de Europa, así como a América.
Entre las reclamaciones habituales del Movimiento Internacional Somos Iglesia están:
1. El llamado «derecho a elegir» en todas las decisiones morales, especialmente en cuestiones de moral sexual como por ejemplo la anticoncepción y el aborto.
2. La defensa de la ideología de género, y el apoyo al lobby gay internacional, so pretexto de garantizar los «derechos» humanos respecto a la sexualidad de todas las personas
3. El acceso de la mujer al sacerdocio ministerial
4. La no obligatoriedad del celibato para acceder al sacerdocio ministerial y la vuelta al ministerio de los sacerdotes casados
5. El no reconocimiento de autoridad jerárquica en la Iglesia, y el apoyo a los teólogos disidentes y a todos los que enseñan ideas contrarias al Magisterio de la Iglesia.
Los obispos españoles expresaron su oposición a la Corriente Somos Iglesia, mediante un comunicado de la Conferencia Episcopal Española, el 10 de julio del 2002. En él afirmaron que dicho grupo de disidentes «no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico» y «propone afirmaciones y reinvindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia Católica, hieren y van en detrimento de la comunión ecclesial».
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