Extraído de la revista Inquietud Nueva de los Misioneros Servidores de la Palabra, edición Julio-Agosto 2013.
"En los últimos años hemos atestiguado un fenómeno social: jóvenes y adolescentes que ni trabajan ni estudian, denominados "ninis". Ellos han dejado de estudiar por diversos motivos como la falta de solvencia económica, capacidad intelectual, poca responsabilidad, dificultad para relacionarse en la sociedad, incapacidad para perseverar en los proyectos que se emprenden, indecisión para elegir qué estudiar.
Pero tampoco trabajan, precisamente porque al no contar con los estudios requeridos, no se cuenta con las herramientas necesarias para poder competir en el campo laboral. Estos jóvenes no solo no están produciendo nada para el desarrollo de la humanidad, sino que tampoco se están preparando para hacerlo en un futuro, sencillamente, han decidido vivir en el ocio frustrnte, improductivo, conformándose con cubrir sólo sus necesidades básicas, como techo seguro, comida, vestido.
¿Es esta la única opción para los jóvenes de hoy? Claro que no!! No podemos conformarnos con vivir siendo víctimas de la sociedad, marginados por los esquemas de vida que algunos cuantos consideran mejores. No podemos cruzarnos de brazos y soñar con las oportunidades de vida que tanto hemos esperado, mientras otros se despiertan para ir en busca de ellas para hacerlas realidad. El conformarse con lo que se tiene cuando se puede aspirar a algo mejor no hace feliz a nadie.
Por otro lado, podemos constatar que todavía hay jóvenes valeosos que no se conforman con solo extender la mano y ya, sino que luchan por superarse, esforzándose para salir adelante de su situación, contribuyendo sí a lograr un mundo mejor. El mundo se cntruye con el esfuerzo de los que desean luchar, aunque estas son palabras incómodas porque implican exigirse, y una gran mayoría prefiere tratarse a sí mismo con suavidad. Luchar no significa destruírse, sino peler con el fin de ser más fuertes.
Hay que asumir el reto de superarnos constantemente, Sólo así podremis se verdadera luz entre los hombres (cf Mt 15,16), pues construír, eternizar las obras, es parte de la escencia del ser humano, y solo en ello s encuentra la plena realización. La juventud no es suficiente justificación para darnos por vencidos, todos debemos luchar por alcanzar nuestras metas sin importar nuestra condición, basta con amar al estilo de Jesús y lanzarnos a la conquista de la felicidad
No hay comentarios.:
Publicar un comentario