viernes, 18 de enero de 2013

LA OBEDIENCIA se USA para la Desobediencia,

 
LA OBEDIENCIA se USA para la Desobediencia, y por eso los muchos sacrilegios en la Eucaristia, entre ellos "LA COMUNION EN LA MANO"""". Que gran virtud, pero cuántos crímenes se camuflan bajo su nombre. Debemos ser obedientes a los sacerdotes siempre y cuando nunca se salgan de la Santa Doctrina de la Santa Iglesia Católica. Recuerden que la Masonería – el principal enemigo de la Iglesia Católica- gana cada día mayor espacio en nuestra amada Iglesia, y es nuestro deber defender la sana Doctrina.

Sin embargo, en cuanto a la “Obediencia”, hay que abrir el discernimiento para saber cuando obliga y cuando no la obediencia. En los Mensajes de Jesús dados al P. Octavio Michelini le indica que “no obliga obedecer a los obispos malos”, y ello quiere decir a los que se oponen al cumplimiento verdadero de la sana Doctrina y del Magisterio de la Iglesia Católica .

RAZONES PARA NO RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO:
1.- El Papa Pablo VI fue presionado por algunos miembros del clero (en Alemania, Bélgica, Holanda, Francia), para que autorizara la práctica de la Comunión en la mano, que se ha extendido sin ningún permiso, en una actitud abusiva de indisciplina e individualismo.
2.- En febrero de 1965 se creó el Consilium para poner en marcha las recomendaciones litúrgicas conciliares. Este organismo pidió en carta al cardenal Alfrink, del 12 de Octubre de ese año, que Holanda conservase el modo tradicional de distribuir la Comunión, es decir en la boca y de rodillas.
3.- Ante las continuas presiones, la Sagrada Congregación de Ritos concedió la nueva práctica de recibir la Comunión en la mano a Alemania el 6 de julio de 1968, y a Bélgica el 11 de julio de 1968. Debido a la protesta que levantaron estas decisiones calificadas como claudicación ante la táctica de aceptar “hechos consumados” el Papa Paulo VI suspendió tal concesión 15 días después, el 25 de julio de ese mismo año.
4.- S.S. Juan Pablo II en su carta apostólica “Dominicae Cenae # 11” escribió lo siguiente: “NO OLVIDAR EL DEBER PRIMERO DE LOS SACERDOTES QUE HAN SIDO CONSAGRADOS EN SU ORDENACIÓN PARA REPRESENTAR A CRISTO SACERDOTE: POR LO CUAL, TANTO SUS MANOS, COMO SU PALABRA Y SU VOLUNTAD QUEDAN CONSTITUIDAS INSTRUMENTO DIRECTO DE CRISTO. POR ESO, COMO MINISTROS DE LA SAGRADA EUCARISTIA, TIENEN UNA RESPONSABILIDAD PRIMARIA Y TOTAL SOBRE LAS SAGRADAS ESPECIES A LOS FIELES QUE DESEAN RECIBIRLA.
Cuan elocuente es, por lo tanto, en nuestra ordenación sacerdotal latina, el RITO DE LA UNCIÓN DE LAS MANOS, como si a esas manos les fuera necesaria una especial gracia y fuerza del Espíritu Santo, para TOCAR Y DISTRIBUIR LA COMUNIÓN, QUE ES UN PRIVILEGIO EXCLUSIVO DE LOS ORDENADOS E INDICA UNA PARTICIPACIÓN ACTIVA EN EL MINISTERIO DE LA EUCARISTÍA”.
5.- El 1 de marzo de 1989, en el Templo del Santísimo Nombre de María, de Roma, S.S. Juan Pablo II dijo lo siguiente: “….POR LO TANTO, UNA VEZ MAS, YO OS ADVIERTO DE TODAS LAS FORMAS DE INFAMIA, COMO POR EJEMPLO LA PROHIBIDA COMUNIÓN EN LA MANO. YO NO REVOQUE LO QUE UNO DE MIS PREDECESORES DIJO ACERCA DE LA COMUNIÓN EN LA MANO: “ELLO SUCEDE BAJO VUESTRA RESPONSABILIDAD, MIS QUERIDOS OBISPOS DE OTRAS DIÓCESIS, Y PIDO QUE RECONOZCAIS A TIEMPO CUÁN EQUIVOCADO ES VUESTRO CAMINO”.
SOLO PERMITIRÉ LA COMUNIÓN EN LA LENGUA Y DE RODILLAS. CUALQUIER OTRA COSA IMPORTADA Y EXTENDIDA POR FORÁNEOS ESTA PROHIBIDA. OS DIGO ESTO COMO OBISPO VUESTRO”
6.- S.S. Juan Pablo II en su “Inaestimabile Donum” del 3 de abril de 1980 escribió: “LA COMUNIÓN ES UN DON DEL SEÑOR, QUE SE OFRECE A LOS FIELES POR MEDIO DEL MINISTRO AUTORIZADO PARA ELLO. NO SE ADMITE QUE LOS FIELES TOMEN POR SI MISMOS EL PAN CONSAGRADO Y EL CÁLIZ CONSAGRADO; Y MUCHO MENOS QUE SE LO HAGAN PASAR DE UNO A OTRO” (AP 1080). El Papa está, así, diciendo NO a los ministros de la Comunión.
Esta misma Instrucción Episcopal dice que ningún feligrés puede ser obligado a recibir la Comunión en la mano.
7.- La decisión del Papa no logró cortar los abusos, y Pablo VI creyó conveniente realizar una ENCUESTA MUNDIAL entre el episcopado, a la que el 21 de marzo de 1969 ya habían respondido 2136 obispos en todo el mundo.
El resultado fue el siguiente: A la pregunta: “¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional (en la boca y de rodillas), se permita el rito de recibir la Sagrada Comunión en la mano?” Respondieron así:
No a la Comunión en la mano 1.223 obispos 57.0%
Si a la Comunión en la mano 567 obispos 26.0%
Según la circunstancia (tibios) 315 obispos 14.7%
Votos inválidos 21 obispos 0.98%
Los tres últimos sumados dan: 41.68% frente al 57% de los 2136 obispos consultados. Hubo dos supuestos más en la misma encuesta. La opción mayoritaria fue así mismo la del NO a la Comunión en la mano.
8.- Se consultó a los obispos (escogidos por el Espíritu santo para regir la Iglesia, según el libro de los Hechos de los Apóstoles 20: 28), pero no se les hizo caso, a pesar de que estimaron, al responder la encuesta, que “no se debe cambiar la disciplina vigente”, es decir, la de dar la Comunión en la boca y de rodillas. Más aún consideraron, que el cambio sería dañoso, tanto para el sentimiento como para el culto espiritual de los mismos obispos y de muchos fieles. (Memorial Domine)
Se está expandiendo el movimiento del “Llamado a la desobediencia”, nacido en Austria y ahora con ramificaciones importantes en Irlanda, Alemania, Francia y Eslovaquia. No faltan los simpatizantes en América Latina, EE.UU. y Australia, publican por doquier.
El Papa teme al primer cisma progresista, apoyado por cientos de curas y una patrulla de obispos. “No tememos excomuniones ni queremos un cisma, sino que la Iglesia nos escuche y dialogue”, explica el ya popular “Lutero austríaco”, padre Helmut Schueller, con 59 años, líder de la “Iniciativa de los párrocos”, que cuenta con el apoyo de 400 sacerdotes en Austria.
Los sondeos demuestran que la mayoría de los 4.000 curas austríacos, un país de hondas tradiciones católicas tradicionalistas, que vive un proceso de vertiginoso triunfo del laicismo y de distanciamiento de los fieles de una Iglesia que consideran anclada en el pasado, simpatizan con el movimiento que nació en junio pasado con el “Llamado a la desobediencia”, que firmaron 329 curas.”
Los “desobedientes”, equivalente en versión sotana de los “indignados”, reclaman terminar con el celibato obligatorio, permitir la comunión de los divorciados vueltos a casar, imponer el sacerdocio femenino, darle a los fieles laicos un rol más importante en la eucaristía, permitiéndoles predicar y administrar los sacramentos sin una misa cuando no hay sacerdotes, además de ordenar a los “Viri probati”, fieles casados y con hijos de probada fe que puedan convertirse en sacerdotes sin renunciar a su familia. Y respetar a los homosexuales, bendiciendo las uniones.
¿Novedades? Alguien los vio hace 200 años:
«Vi la Iglesia terrestre, es decir la sociedad de los fieles sobre la tierra, el ejercito de Cristo en su estado de paso sobre la tierra, completamente oscurecida y desolada» (AA.II.352)
«¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (…) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga : «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo!
«Vi muchos buenos y piadosos obispos, pero estaban mudos y débiles y el mal partido tomaba a menudo la fuerza» (AA.II.414)
«De nuevo vi la visión en la que la iglesia de San Pedro era minada, siguiendo un plan hecho por la secta secreta, al mismo tiempo que era deteriorada por las tormentas» (AA.III.103)
«Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella, repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse hacia la otra diciendo: «Ahí todo es mas bonito, más natural y más ordenado» (AA.II.414)
«Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120)
«Los sacerdotes dejaban que se hiciera cualquier cosa y decían la misa con mucha irreverencia. Vi pocos que tuvieran todavía piedad y juzgasen sanamente las cosas. Todo eso me afligió mucho. Entonces mi Esposo celeste me cogió por medio del cuerpo, como él mismo había sido atado a la columna y me dijo: «Es así como la Iglesia será todavía encadenada, es así como será estrechamente atada antes de que pueda revelarse» (AA.III.120)
Vi al Papa en oración; estaba rodeado de falsos amigos que a menudo hacían lo contrario de lo que decía. (AA.II.203)
Vi también en Alemania a eclesiásticos mundanos y protestantes iluminados manifestar deseos y formar un plan para la fusión de las confesiones religiosas y para la supresión de la autoridad papal.(AA.III.179)
(De las visiones de la beata Anna Catalina Emmerick)

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