Autor:
Padre Jordi Rivero
-No creen en la revelación cristiana sino en un dios y una diosa
-Divinizan la naturaleza y le rinden culto
-No creen en el demonio ni en la tentación
-Siguen el lema: "Haz lo que quieras mientras no dañes a nadie" (concepto peligroso cuando no se tiene una conciencia bien formada en la moral)
-Creen en la Reencarnación
-La superstición: Usan amuletos y talismanes pensando que las piedras y otros elementos naturales tienen poderes sobre sus vidas
Los sitios de Internet dedicados a la wicca revelan claramente la naturaleza neo-pagana de esta religión. Rezan a divinidades paganas, abundan en ellos las invitaciones a consultas psíquicas (adivinación), encantaciones (ofrecen encantaciones para todo: amor, dinero, salud, protección, suerte...), el voodoo y la magia. Los practicantes de la wicca proponen que con estas prácticas se pueden conseguir fines buenos, tales como evitar el divorcio, reunificar familias, conseguir trabajo, etc. Proponen sus enseñanzas y prácticas como una alternativa mas eficaz que el cristianismo para resolver los problemas de la vida.
Las "iglesias" wicca
Existen "iglesias" wicca. Una de estas es la "Universal Life Church" (Iglesia Vida Universal -wicca) de Modesto, California, que se describe así misma de esta manera:
"La Iglesia Vida Universal incluye a todas las personas pacíficas. Tenemos una doctrina muy simple: "Haz solo aquello que es correcto". Mientras no viole los derechos de otros, entendemos que es el derecho y la responsabilidad del individuo determinar pacíficamente lo que es correcto. Nosotros estamos a favor de la libertad religiosa, que incluye ser libres de la autoridad de la Iglesia como también de la autoridad del gobierno".
"La Iglesia Vida Universal incluye personas de todas las tradiciones y caminos espirituales. No excluimos a nadie. Entre nuestros ministros se incluyen paganos, neo-paganos, Wicca, cristianos, budistas, taoístas, hindúes, judíos y muchos otros cuyas creencias individuales no conforman nítidamente con las enseñanzas de ninguna otra iglesia. Nuestra doctrina nos permite dar la bienvenida a todos, y para todas las personas que pacíficamente compartan en hermandad y espiritualidad, sin consideración de que divergentes puedan ser nuestros caminos."
Análisis
- La seducción de una falsa libertad
La wicca propone libertad absoluta, salvaguardando tan solo que "no violen los derechos de otros". No toma en cuenta que Dios se ha revelado en la Historia de la Salvación, culminando en la revelación de Jesucristo. Según lo que vemos en la literatura Wicca, solo el hombre debe decidir lo que es correcto para si mismo. Rechazan así toda autoridad de cualquier iglesia y del gobierno. Nada nuevo hay en esto. Se trata de la antigua rebelión de Lucifer quien proclamó: "No serviré" y quiso hacerse el mismo dios.
- La relatividad religiosa
La literatura wicca suele afirmar que se puede practicar la wicca y ser cristiano, pero al mismo tiempo se presentan como alternativa a todas las religiones y creencias, las cuales quedan relegadas a la nada. Entonces, la única manera en que se pueda ser practicante wicca y cristiano al mismo tiempo es si el cristianismo ya no significa nada en práctica.
Pretenden aglutinar a todos los hombres y todas las tradiciones bajo su tutela, pero al precio de renunciar al Dios verdadero. Al retornar al paganismo, la Wicca contradice radicalmente la fe de todas las religiones monoteístas (creyentes en un solo Dios).
Solo Jesucristo puede unificar a la humanidad porque El, siendo Dios, es El Camino, La Verdad y La Vida. Es para eso que murió en la Cruz y estableció Su Iglesia, la cual se llama Católica (Católica = Universal).
- El ansia de adquirir poderes
La wicca ofrece poder para lograr lo que se quiere por una vía fácil. Se trata de una tentación siempre actual de lograr de una forma mágica lo que requiere esfuerzo, compromiso y perseverancia.
Conclusión
Un discípulo de Cristo podrá discernir que la Wicca se aparta del Camino. Pero con frecuencia nos encontramos con jóvenes que no están bien formados y tienen muchas presiones. Por eso el Papa nos exhorta a una nueva evangelización. No podemos permanecer indiferentes mientras tantos se adentran en este mundo tenebroso. El amor de Dios nos debe mover a buscarlos.
La Iglesia enseña que los derechos humanos no deben subordinarse a leyes cambiables de la sociedad civil sino que están vinculados a principios fundamentales, con la ley moral, que está fundada en el mismo ser y es inmutable. Es decir, la Iglesia defiende la ley natural, que es asequible a todo ser humano, creyente o no, tan solo con el uso de la razón. El derecho a la vida y a la identidad propia no admiten excepciones. Esta es una verdad muy difícil para nuestra cultura hedonista.
La clonación viola los derechos fundamentales del niño no nacido:
Los genes son afectados por el medio ambiente. El adulto de quien se tomarían los genes ha estado expuesto a radiación, a substancias químicas y muchos otros factores. Los genes además tendrían que hacerse receptivos a la transferencia. Hay muy grandes posibilidades de mutaciones y serios trastornos a la integridad de la persona.
Al niño se le impone artificialmente su composición genética. Los clones serían mas oprimidos que esclavos pues el esclavo al menos tiene exclusiva de su propia identidad genética.
Se viola el derecho a la vida. En el caso de la oveja clonada se lograron 29 embriones de los cuales solo uno sobrevivió. Un experimento similar con seres humanos llevaría a la muerte a muchos embriones humanos, pequeños seres humanos dotados de un alma eterna. Además la experiencia con el experimento de niños probeta demuestra que muchos embriones son desechados en el proceso hasta que se logra el resultado deseado. Debemos recordar que la vida comienza en el momento de la concepción.
La clonación requiere que el niño sea concebido en probeta.
Algunos de los embriones extras son utilizados para hacer experimentos. Esto se razona alegando que de otro modo serían simplemente desechados y mejor es usarlos para encontrar la cura de enfermedades y traer grandes beneficios a la humanidad.
Desde la fe
Hasta aquí hemos tratado sobre lo que podemos deducir por el uso de la razón y por lo tanto lo que debería tomarse en cuenta en las leyes civiles. Veamos ahora el tema desde la perspectiva de la fe. ¿Es la clonación una válida aplicación del dominio sobre la creación que Dios nos delegó? La Iglesia consistentemente ha enseñado que la procreación de seres humanos debe ocurrir solo dentro del matrimonio y como resultado de la unión amorosa del esposo y la esposa. Los hijos deben ser aceptados amorosamente como un don de Dios, sin pretender determinarlos según expectaciones preconcebidas. Deben ser amados como personas únicas, según Dios los creó.
El Padre Gino Concetti, en un editorial de L'Observatore Romano, periódico del Vaticano, respondió al anuncio de la clonación diciendo que los niños "tienen derecho a nacer en una manera humana y no en un laboratorio. La oposición a estos principios debe interpretarse no como oposición a la ciencia o como un freno al progreso, sino como cuidado de aquellos valores que constituyen al ser humano y a su existencia". Esta "manera humana" de nacer comienza con la concepción dentro de los vínculos matrimoniales y no en un laboratorio.
Debemos recordar que Dios creó el hombre a imagen y semejanza. Dios es el Padre sobre todo Padre. Cada persona le pertenece. Los padres humanos cooperan con Dios, no los sustituyen. La clonación es rebelión contra el orden y los derechos divinos.
No se puede equiparar la producción de clones y los gemelos naturales. Estos últimos no son producto de manipulación alguna. Su gran parecido es un don de Dios, el único que tiene potestad para formar al hombre a su imagen y semejanza, el único que lo puede hacer solo por amor perfecto. Los gemelos resultan una sorpresa para los mismos padres, aunque los descubran ya desde el tiempo de gestación. Los gemelos tienen la originalidad precisamente de ser lo que son sin que nadie los pueda (o deba) duplicar.
El Magisterio de la Iglesia
Los argumentos morales que aplican a la clonación se pueden deducir de las enseñanzas sobre la manipulación genética en general. La Iglesia ya ha impartido directrices claras sobre la reproducción humana. En febrero de 1987 la Congregación para la Doctrina de la Fe promulgó "Donum Vitae" (Instrucción sobre el Respeto a la Vida Humana en sus Orígenes y sobre la Dignidad de la Procreación). En este documento la Iglesia da las razones fundamentales por las que tanto la clonación como la fertilización en probeta que utiliza son inmorales.
Para respetar la moral sobre la procreación humana debemos tener en cuenta tres condiciones fundamentales:
Los padres debe estar casados entre si
El acto marital debe ocurrir en una forma moralmente aceptable, esto incluye el libre consentimiento de los esposos.
La fertilización, la gestación y el parto deben ocurrir en la misma mujer. El niño tiene el derecho de crecer en el vientre materno, no en un laboratorio.
Una vez ocurrida la fertilización, ha comenzado una nueva vida que es sagrada. Esta verdad no depende en la viabilidad del embrión. Cuando un ser humano comienza a existir ya tiene ciertos derechos por el hecho de ser humano. Es por eso inmoral procrear seres humanos para ser utilizados como "material biológico". Es también inmoral destruir voluntariamente los embriones "sobrantes" que normalmente se producen en la fertilización de probeta o imponer riesgos desproporcionados a sus vidas. El investigador no tiene potestad sobre el destino de los embriones humanos para decidir quién vivirá y quién no.
La clonación en si misma es inmoral porque se opone a la dignidad de la procreación humana y de la unión conyugal. El niño tiene el derecho ser concebido por medio del acto conyugal por ser este un acto verdaderamente humano, o sea físico y espiritual. En el acto conyugal el proceso físico debe expresar el amor espiritual entre los esposos. Separar lo físico de lo espiritual es actuar de forma impersonal e inhumana que degrada a la pareja. También es una ofensa a la dignidad del niño que en vez de ser la imagen y el fruto del amor de sus padres se reduce al "objeto de la tecnología científica"(II,4).
Es cierto que el respeto al amor conyugal y plan divino para la procreación humana son frecuentemente violados sin necesidad de recurrir a la clonación, pero eso nada justifica. Mas bien nos debe hacer pensar como el mal se propaga y la necesidad de volver al camino de Dios.
El 29 de octubre del 1983, el Papa Juan Pablo II impartió una enseñanza que clarificó aun mas la posición de la Iglesia sobre la manipulación genética:
La Iglesia busca salvar y restaurar al hombre en su integridad, cuerpo y alma. Por esta razón ella defiende los derechos del hombre, los cuales incluyen su integridad física.
Solo Dios es el dueño de la vida humana y de su integridad. La "manipulación genética" presenta una grave cuestión ante la conciencia de todos: como reconciliar dicha manipulación con el reconocimiento de la dignidad innata y la autonomía intocable del hombre?
La naturaleza biológica de cada ser humano es intocable... consecuentemente se trata de salvaguardar esta identidad del hombre quien es uno en cuerpo y alma.
se ha de "respetar la dignidad fundamental y la naturaleza biológica común que forma la base de su libertad, respeto, y ausencia de manipulación".
La manipulación genética se hace arbitraria e injusta cuando reduce la vida a un objeto, cundo se olvida que trata con un sujeto humano, capaz de inteligencia y libertad, digno de respeto, a pesar de cualquier limitaciones que pueda tener, o cuando las manipulaciones genéticas tratan al sujeto humano en términos de criterios no fundados en la realidad integral de la persona humana, con el riesgo de dañar su dignidad. En este caso, al privarlo de su autonomía, expone al hombre al capricho de otros,.
Ante las acusaciones del mundo, el Santo Padre aclaró en aquella ocasión que la Iglesia favorece las "intervenciones saludables dirigidas a la corrección de anomalías como ciertas enfermedades hereditarias" y la "cirugía genética" utilizada para "modificar la naturaleza o favorecer su desarrollo en su propia vida, aquella de la creación deseada por Dios". Pero condena lo que el Santo Padre llama "actividades aventuradas dirigidas a promover no se que tipo de super-hombre"
Todo ser Humano Tiene Dignidad Intrínseca
Del hecho de ser inmoral no se puede deducir que quien naciera por clonación fuese menos humano. A tal persona se le habrían violado sus derechos pero no por eso dejan de existir. Sigue siendo digna de todo respeto. Algunos hablan de clones como si fuesen robots, completamente programados por sus genes. Leemos sobre clones de Lenín y otros dictadores cuyos cuerpos se hayan preservado, conquistando pueblos como sus progenitores; de nuevas Madre Teresas llevando el amor y la paz al mundo entero. La presunción es que los clones se comportarían igual que los primeros.
Esta visión del hombre niega su capacidad de voluntad y pensamiento propio. Estamos viendo que la filosofía anticristiana que pretende liberar al hombre termina en vez haciéndolo esclavo de sus genes. No ve en el hombre posibilidad ninguna de autonomía. Esta degradante visión del hombre está detrás las violaciones de los derechos humanos, tanto en los campos de concentración, como en el aborto, como en la clonación. La tradición Cristiana por el contrario defiende la verdadera libertad del hombre. Hitler y Stalin no fueron malvados por causa de sus genes sino por la decisión que cada uno tomó durante su vida. Tampoco nadie ha nacido santo. Cada santo personalmente dijo "si" a la gracia de Dios cuando podría haber dicho "no".
Cada persona ha sido dotada por Dios con voluntad e intelecto. Dios crea un alma única al momento de la concepción. Esta alma no puede ser sometida a la clonación. Dios no negaría estos dones a los que nacieran por clonación. Serían por lo tanto verdaderas personas. Mas aun, serian inocentes del mal que se utilizo para su nacimiento de igual manera que es inocente el niño nacido por violación.
Nunca Serían "Copias Carbón"
¡Cuántas fantasías hemos escuchado! Nuevos Fidel Castros, Kadafis y Huseins tomando posesión del mundo. Diez Michael Jordans formando dos super equipos de baloncesto para jugar entre si...
Nos imaginamos a los clones idénticos, como archivos de computadora que han sido duplicados. En realidad los clones no son absolutamente idénticos ni siquiera físicamente. Hay muchos factores que contribuyen a la formación del hombre. Por ejemplo, según los expertos, genes localizados en el citoplasma del huevo aportan una pequeña contribución genética. El período de gestación afecta también la formación del bebé. Pero aunque físicamente los clones pudiesen ser idénticos, hay que recordar que el ser humano es mucho mas que un cuerpo.
Robert G. McKinnel, en su libro Cloning--A Biologist Reports, University of Minnesota Press, 1979, señala que aun si estos individuos fuesen genéticamente idénticos al adulto que proveyó el núcleo, aun no serian idénticos en todos los aspectos. Hay que calcular que el donante, siendo adulto, será mucho mayor. Además, ya que el ambiente y la historia en que cada uno se desarrolla es irrepetible, la expresión de los genes sería también muy diferente. Hermanos gemelos, que como los clones son genéticamente idénticos, pueden ser al mismo tiempo muy diferentes psicológicamente. Aun gemelos criados en la misma casa pueden ser muy diferentes. Pueden tener diferente carácter y hacer cosas muy diferentes con sus vidas.
Conclusión
La Iglesia tiene la vocación de guiar al hombre en el campo de la ética y la moral. La Iglesia defiende la dignidad del hombre como también los derechos de Dios sobre la vida.
La ciencia y la genética son bienes que necesitan ser guiados por principios de ética para asegurar la protección de la dignidad humana. El Cardenal Ratzinger, entrevistado en referencia al debate sobre la clonación dijo: "no se permite la manipulación de la voluntad de Dios". Pero indicó que debemos de colaborar con El para lograr el bien: "Si la investigación permite la eliminación del hambre o de ciertas enfermedades, eso es bienvenido... ". Pero al mismo tiempo trazó una línea clara: "La santidad de la vida es intocable"
El Santo Padre dice que la Iglesia favorece "intervenciones saludables dirigidas a la corrección de anomalías como ciertas enfermedades hereditarias" o la "cirugía genética" utilizada para "modificar la naturaleza o favorecer su desarrollo en su propia vida, aquella de la creación deseada por Dios" Pero la Iglesia condena lo que el Santo Padre llama "actividades aventuradas dirigidas a promover no se que tipo de super-hombre"
La clonación humana no solo abre posibilidades para abusos sino que ES en si misma un abuso, es intrínsecamente mala. No es el caso de cruzar la línea de la aceptabilidad moral. La línea ya se cruzó hace tiempo con la anticoncepción, se violaron de nuevo las leyes divinas con el aborto y con la fertilización "in vitro". Louise Brown, la primera "bebe de cubeta" fue concebida por la manipulación de los Dr. Steptoe y Edwards en 1978. Aunque la motivación fuese noble -lograr la fertilidad o estudiar el desarrollo humano- tales motivos no justifican la violación de la dignidad y los derechos de un ser humano.
Recordemos las palabras del Santo Padre al despedirse de América en el 1987:
Si queremos igualdad de justicia para todos, libertad y paz duradera, entonces, América, ¡defiende la vida!... Cada persona humana- no importa cuan vulnerable, necesitada o ayuda, no importa que joven o vieja, no importa que saludable, minusválida o enferma, no importa que útil o productiva para la sociedad- es un ser de valor inestimable, creado a la imagen y semejanza de Dios. Esta es la dignidad de América, la razón de su existencia, la condición para su supervivencia--si, la mayor prueba de su grandeza: respetar cada persona humana, especialmente a los débiles a los indefensos, a los aun no nacidos"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario