martes, 4 de noviembre de 2014

¿PUEDEN VISITARNOS LAS ALMAS DEL PURGATORIO?


Una Visita delPurgatorio
 -Convento de las Terciarias Franciscanas, Foligno, Italia

Purgatorio

El día 4 de noviembre de 1859 murió de apoplejía fulminante, en el convento de Terciarias Franciscanas de Foligno, una buena hermana llamada Teresa Margarita Gesta, que era hace muchos años maestra de las novicias y a la vez encargada de la pobre ropería del monasterio. Había nacido en Córcega, en Bastia, en 1797 y había entrado en el monasterio en febrero de 1826. 

Doce días después de la muerte de sor Teresa, el 17 de noviembre, la hermana Ana Felicia, que la había ayudado en su empleo y que la reemplazó después de su muerte, iba a entrar en la ropería, cuando oye gemidos que  parecían salir del interior del aposento. Algo azorada, se apresuró a abrir la puerta: no había nadie. Mas dejándose oír nuevos gemidos acentuados, ella, a pesar de su ordinario valor, sintió miedo.

"¡Jesús, María!; -exclamó - ¿qué es esto?".

Aún no había concluido, cuando oyó una voz lastimera, acompañada de este doloroso suspiro:

"¡Oh, Dios mío! ¡cuánto sufro! Oh Dios! que peno tanto!".

La hermana, estupefacta, reconoció pronto la voz de la pobre sor Teresa. Se repone como puede, y le pregunta:

"¿Y por qué?"

"A causa de la pobreza", responde sor Teresa.

"¡Cómo!... - replica la hermana - ¡vos que erais tan pobre!"

"No es por mí misma, sino por las hermanas, a quienes he dejado demasiada libertad en este punto. Y tú ten cuidado de ti misma".

Y al mismo instante la sala se llenó de un espeso humo, y la sombra de sor Teresa apareció dirigiéndose hacia la puerta, deslizándose a lo largo de la pared. Llegando cerca de la puerta, exclamó con fuerza:

"He aquí un testimonio de la misericordia de Dios".

Y diciendo esto tocó el tablero superior de la puerta, dejando perfectamente estampada en la madera calcinada su mano derecha, y desapareciendo en seguida.

La pobre sor Ana Felicia se había quedado casi muerta de miedo. Se puso a gritar y pedir auxilio. Llega una de sus compañeras, luego otra y después toda la Comunidad; la rodean y se admiran todas de percibir un olor a madera quemada. Buscan, miran y observan en la puerta la terrible marca, reconociendo pronto la forma de la mano de sor Teresa, que era notablemente pequeña. Espantadas, huyen, corren al coro, se ponen en oración, y olvidando las necesidades de su cuerpo, se pasan toda la noche orando, sollozando y haciendo penitencia por la pobre difunta, y comulgando todas por ella al día siguiente.

Espárcese por fuera la noticia; los Religiosos Menores, los buenos sacerdotes amigos del monasterio y todas las comunidades de la población unen sus oraciones y súplicas a las de las Franciscanas. Este rasgo de caridad tenía algo de sobrenatural y de todo punto insólito.

Sin embargo, la hermana Ana Felicia, aun no repuesta de tantas emociones, recibió la orden formal de ir a descansar. Obedece, decidida a hacer desaparecer a toda costa en la mañana siguiente la marca carbonizada que había causado el espanto de todo Foligno. Mas, he aquí que sor Teresa Margarita se le aparece de nuevo.

"Sé lo que quieres hacer; -le dice con severidad -;quieres borrar la señal que he dejado impresa. Sabe que no está en tu mano hacerlo, siendo ordenado por Dios este prodigio para enseñanza y enmienda de todos. Por su justo y tremendo juicio he sido condenada a sufrir durante cuarenta años las espantosas llamas del purgatorio, a causa de las debilidades que he tenido a menudo con algunas de nuestras hermanas. Te agradezco a ti y a tus compañeras tantas oraciones, que en su bondad el Señor se ha dignado aplicar exclusivamente a mi pobre alma; y en particular los siete salmos penitenciales, que me han sido de un gran alivio".

Después, con apacible rostro, añadió:

"¡Oh, dichosa pobreza, que proporciona tan gran alegría a todos los que verdaderamente la observan!".

Y desapareció.

Por fin, al siguiente día, 19, sor Ana Felicia, habiéndose acostado y dormido, a la hora acostumbrada, oye que la llaman de nuevo por su nombre, despiértase sobresaltada, y queda clavada en su postura sin poder articular una palabra. Esta vez reconoció también la voz de sor Teresa, y al mismo instante se le apareció un globo de luz muy resplandeciente al pie de su cama, iluminando la celda como en pleno día, y oyó que sor Teresa con voz alegre y de triunfo, decía estas palabras:

"Fallecí un viernes, día de la Pasión y otro viernes me voy a la Gloria... ¡Llevad con, fortaleza la  cruz!... ¡Sufrid con valor!". 

Y añadió con dulzura: "¡Adiós! ¡adiós! ¡adiós!...

Se transfigura en una nube ligera, blanca, deslumbrante, y volando al cielo desaparece.

Abrióse en seguida una información canónica por el obispo de Foligno y los magistrados de la población. El 23 de noviembre, en presencia de un gran número de testigos, se abrió la tumba de sor Teresa Margarita, y la  marca calcinada de la pared se halló exactamente conforme a la mano de la difunta.

El resultado de la información fue un juicio oficial que consignaba la certeza y la autenticidad de lo que acabamos de referir. En el convento se conserva con veneración la puerta con la señal calcinada. La Madre abadesa, testigo del hecho, se ha dignado enseñármela (dice Mons. de Ségur), y mis compañeros de peregrinación y yo hemos visto y tocado la madera que atestigua de modo tan temible que las almas que, ya sea temporal, ya sea eternamente, sufren en la otra vida la pena del fuego, están compenetradas y quemadas por el  fuego. 

Cuando, por motivos que sólo Dios conoce, les es dado aparecer en este mundo, lo que ellas tocan lleva la señal del fuego que les atormenta; parece que el fuego y ellas no forman más que uno; es como el carbón  cuando está encendido.

***   ***   ***

En medio de la crisis que hunde al mundo moderno en un rebrotar inmenso del paganismo, con todas sus secuelas de brutalidad y salvajismo, la fe, debilitada y languideciente, en las Verdades reveladas, nos presenta el espectáculo de personas tan preocupadas, hasta el traumatismo psicológico, por la "suerte" de las especies animales y aún las vegetales, que despliegan esfuerzos y queman energías en campañas medioambientales, mientras abandonan, sin la más mínima consideración, a sus seres queridos, (padres, hermanos, esposos o amigos) a sufrimientos atroces sin hacer nada por ellos, pudiendo haberles ayudado inmensamente si aún tuvieran algo de fe. Santo Tomás enseña que el dolor más grande en la tierra es menor que el más pequeño en el Purgatorio.

Pero lo peor de esta situación, y lo más doloroso, es constatar que este olvido de las almas de nuestros seres queridos ha sido causado, en gran medida, por la negligencia o la traición de hombres de Iglesia que no creen, o parecen no creer más el la realidad del Purgatorio, volcando sus esfuerzos "pastorales", casi exclusivamente, en los pleitos políticos contingentes, y curiosamente con el mismo fuerte cariz ideológico que alimenta dichas campañas medioambientales.

Por nuestra parte encomendemos a dichas almas abandonadas a su suerte que constituyen la parte de la Iglesia purgante cuyas oraciones, a su vez, a favor nuestro no dejan de favorecernos, hagamos celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, aprovechemos para ganar las indulgencias del jubileo para aplicarlas a nuestros seres queridos o a quienes quizás por culpa nuestra sufren en el Purgatorio. Cumplamos este deber ya sea en justicia o caridad; Un día, con seguridad, seremos nosotros los necesitados del auxilio que nos puedan prestar las almas fieles pertenecientes, en ese entonces, a la Iglesia militante.

Muchos al leer estas cosas las desprecian como puros cuentos.  No quieren reconocer que la realidad del purgatorio que es enseñanza del magisterio y ha sido confirmada por numerosos testimonios.  Pero el Señor no deja de advertirnos por el bien de los pocos que abren su corazón a la conversión. 

"Concédeles Señor el descanso eterno: y brille para ellas la luz perpetua!"

Hay que hacer distinciones: 

-Primero: No confunda "fantasmas" (que no existen) con las almas de difuntos. Todos los humanos tenemos alma y cuando morimos esas almas irán al cielo o al infierno o, temporalmente al purgatorio, en camino al cielo.

-Segundo: Hay una gran diferencia entre:
   
 1: "
Invocar (evocar o llamar) a los muertos".(Práctica utiliñada por el espiritismo, la ouija, la "trans-comunicación" y otras de la Nueva Era y del satanismo).  Es adivinación los cual es pecado grave. Personas que practican estas cosas quedan muchas veces gravemente afectadas y hasta pueden ser poseídas por el demonio. 
    2: Muy otra cosa es 
que Dios soberanamente disponga que un alma se comunique con nosotros. Dios puede permitir, en Su inmensa Bondad y Misericordia, que algunas almas purgantes recurran a sus hermanos de la Iglesia Militante.Son las almas del purgatorio (no nosotros en la tierra) las que procuran esa comunicación. NO lo hacen no para satisfacer alguna curiosidad nuestra sino para pedir auxilios, sufragios y oraciones. Nosotros en la tierra no podemos evocar esas visitas. Si ocurren las respetamos y respondemos para ayudarles (especialmente ofreciendo la Santa Misa) .

-Por lo General, las Benditas Almas han visitado a personaspiadosas o en camino a la santidad. Entre las personas que han recibido visitas de las Benditas Almas: Santa Gemma Galgani, el Papa San Gregorio MagnoSanta Brígida de Suecia,Santa Catalina de GénovaSanta FaustinaSta. Margarita María, y otros. ¡No se puede negar el testimonio de tantos santos reconocidos por la Iglesia!

-La Santa Iglesia no exige creer en Revelaciones Privadas. Estas no añaden ninguna nueva verdad a la fe. Si una visita particular de un alma del purgatorio ocurrió o no, no es materia de fe ni cambia nuestra fe. 

Aun cuando no se ha invocado un espíritu y pareciera que una experiencia es iniciativa de Dios, hay que ser muy prudentes ya que el Maligno puede engañarnos apareciéndose como La Virgen María, un ángel de luñ o como alma en pena. Puede fingir dando mensajes que parecen buenos para engañar después.  

-Hay circunstancias psicológicas y emocionales que, por el gran dolor moral, pueden hacer creer (como por autosugestión, por emociones profundas) en las visitas de seres queridos muertos. Pero tampoco hay que descartarestas visitas como fraudulentas o explicables desde la mera psicología; negándoseles su libertad de aparecerse (por permisión de Dios). Santa Teresa de Avila, mujer de extraordinaria sensateñ y realismo, reconocida por la Iglesia como doctora de la oración, cuenta que San Pedro de Alcántarala visitó después de muerto para avisarle que se iba al cielo.

-La Sagradas Escrituras no agotan todo el Patrimonio de FE de la Santa Iglesia Católica. Mas bien la Biblia se debe interpretar junto con la Tradición Apostólica. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, tal como lo prometió Jesucristo, reconoce la autenticidad de ciertas experiencias místicas y las enseñanñas de aquellos que canoniña como santos. Negarlo sería negarle a la iglesia derecho de canoniñar o beatificar, y corroborar la veracidad de tales experiencias místicas.

-Jesús en el Evangelio habla del Caso del Rico Epulón y el Pobre Lañaro. En este relato la visita del difunto Láñaro a la tierra espedida por el rico desde el infierno. Vemos que las almas están bajo la autoridad de Dios, quien en este caso niega la visita. (ElSeno de Abraham no era propiamente el Paraíso Celestial, (que se abriría con la Muerte y Resurrección de Jesús), tampoco era elpurgatorio actual, aunque, al no poder goñar en plenitud de Dios ya es un purgatorio. El Seno de Abraham era la Patria ansiada de los fieles del Antiguo Testamento.

Artículo elaborado con la asistencia de: 
Padre Fray Pío de Jesús Crucificado
FRANCISCANOS RECOLETOS de la CRUñ
APARTADO POSTAL 11
C.P. 48500
Cocula, Jalisco, México

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