Lo transmitimos literamente como ella nos hizo el favor de enviarlo a nuestro e mail.
"Todo lo redactado a continuación se basa principalmente en un deseo de hacer llegar información valiosa, y de promover por sobre todo nuestra doctrina Católica, en un mundo donde cada vez el valor de la familia (y más aún de las familias numerosas) se ve opacado por la realidad de un mundo que nos quiere alejar cada vez mas de nuestra hermosa FE.
Para calentar un poco los motores en lo que se ve será un testimonio largo, pero espero que alentador para los lectores, quiero primero contar mi experiencia , ya que como dice la Palabra de Dios, nosotros mismos debemos ser testimonios de vida, y yo creo que tanto nuestras experiencias malas como las buenas, son ambas aprovechadas por nuestro Señor, para hacer algo grande de nosotros, su obra más perfecta!!
Conozcámonos. Mi nombre es Claudia, tengo 28 años, y 5 años de Matrimonio (FELIZ) de los cuales solo 3 son matrimonio eclesial. Se preguntarán PORQUE?, pues bueno, esta ahora Cristiana Católica practicante viene de una familia CATÓLICA CULTURAL como muchas familias hoy en día. Solo íbamos a misas protocolares, fuí bautizada, hice la Primera Comunión y me confirmé, todos porque así decía la Iglesia que había que hacerlo, y así se hizo. Aunque nos decíamos católicos, realmente teníamos a un Dios hecho a imagen y semejanza nuestra. Se fué convirtiendo en un Dios a mi antojo, lo que me estorbara de El ahí quedaba, tomé lo bueno y dejé lo "MALO" porque quien quiere sacrificarse tanto?.
Por supuesto era necesaria la confesión con el sacerdote, para qué? si Dios era tan OMNIPOTENTE y OMNIPRESENTE, acaso no me podía escuchar en mi casa?, tirada en mi cama? cuando me acordaba de que existía? y le pedía favores, y por si acaso le pedía perdón por alguna cosilla que había hecho, para no quedar tan mal.
Lo seguro de todo esto y lo que yo defendía a capa y espada era que yo creía en DIOS Qué DIOS era? no sé, pero el que yo me inventé era muy bueno en ese momento. De ahí ya cuando empecé la adolescencia, me fuí adentrando en un mundo místico, me encantaba el horóscopo, el tarot, todos los libros de sueños, cualquier cosa que predijera el futuro era buena (eso sí nunca me metí con la ouija) de solo pensarlo ahora me da terror!!
Ahora, sinceramente me avergüenzo muchísimo de contar todo esto, pero como dicen, para aprender hay que caer, y como dije anteriormente, Dios no desaprovecha NADA. Su misericordia no tiene límites, y eso que yo lo puse a prueba a cada momento, con blasfemias, con insultos, con mentiras, y pare usted de contar, aun así, El me recibió de nuevo en mi Hogar.
Volviendo al tema del matrimonio, como el Espíritu Santo tiene sus muchas maneras de obrar en nuestras vidas, puso en mi camino a un hombre fantástico, que resultó tener una familia "ENORME" y curiosamente "CATÓLICA". Durante nuestro noviazgo que no fué muy largo, teníamos largas discusiones sobre la Iglesia, sobre la Inquisición (que no falta en los no creyentes) y debates candentes, en los que mi pobre entonces novio, terminaba teniendo que callar, para no caer en peleas, conmigo y con mi familia quienes arremetíamos fuertemente contra aquel pobre cristiano que solo defendía su FE.
Con todo y esto, el amor siempre juega su juego, y dejando a un lado los temas religiosos, pues decidimos casarnos, yo no tenía ningún problema en hacerlo por la Iglesia Católica, total, eso significaba fiesta, fotos, reunión familiar, buenos recuerdos para el futuro, y en resumidas cuentas un "PROTOCOLO" más que exigía la Iglesia para que pudiéramos finalmente vivir juntos. Pero el novio sí que tenía serios problemas. En qué situación nos estábamos metiendo? Realmente quería compartir su vida con una NO CREYENTE?
Como ya yo llevaba tres meses de embarazo y no queríamos darle muchas largas a lo que habíamos planeado con algún tiempo de anticipación, se llevó a cabo el matrimonio civil en una ceremonia muy linda, rodeada de familiares, amigos cercanos, comida, bebida, música, pero sin lo más importante DIOS!!. Así, por mi causa, dejé a mi marido excomulgado, ya que prácticamente vivíamos un concubinato. Pero para mí eso no era nada, que iba a sentir yo? Si jamás había saboreado la carne viva de Jesucristo, sabiendo que Él está vivo, en ese pedacito de pan. Todo ese tiempo de angustia para mi esposo, yo lo vivía desde afuera, pero ya me empezaba la inquietud de saber qué era eso que él tanto anhelaba, que yo no conocía, y de paso despreciaba. Resulta que en ese tiempo mi suegro, quien ese entonces había llevado una vida larga llena del amor de Cristo en la Iglesia, había enfermado gravemente de cáncer, y en esos últimos meses, se hacían reuniones diarias de su familia para juntos rezar el Rosario, a los cuales yo por hacer compañía a mi esposo y su familia en ese momento difícil me unía, algunos días más que otros. Y señores, para quienes no creen que la Virgen Santísima es intercesora, piénsenlo 2 veces, porque esa Señora que yo no conocía hizo por mí lo inimaginable.
Confieso que cuando recuerdo esto me conmuevo muchísimo. Desde esos rosarios, mi vida empezó a ser otra, y mi visión de la Iglesia empezó a cambiar. Tuve una sed de aprender que jamás había sentido, , la lucha espiritual entre el bien y el mal era también física, era "MUY REAL", empecé a asistir a misa con regularidad y ahí empezó el milagro. Desde que entendí lo que sucede en el momento de la Comunión en Misa, hasta el día de hoy no dejo de conmoverme y llorar. Quien soy yo para que Cristo se haga pan y vino, y quiera que yo lo coma y lo beba? no soy nadie, pero a la vez soy su mejor creación, su hija y su amor.
Luego de tres años ¡AL FIN! en mayúsculas, decidimos casarnos por la Iglesia. En una ceremonia sencillísima, sin mucha elegancia, en una mañana hermosa, Dios bendijo nuestra unión, y doble, ya que dos sacerdotes, a quienes agradezco infinitamente su amor y amistad, oficiaron la misa, y ya que somos músicos, la música no faltó. Debo decir que al momento de confesarme antes de la boda, sentí una sensación de Libertad y sobrecogimiento, que nada me había producido antes, no sabía si llorar o reírme, si brincar o sentarme. DIOS estaba aquí para quedarse. Al poco tiempo, nos bendijo con otro pequeñito que ahora va a cumplir dos años.
A estas alturas, ustedes dirán para qué tanta historia? Bueno, me parece que no hay mejor manera de expresar lo que puede llegar a ser un Matrimonio Católico, que con la propia experiencia, cuando nos damos tiempo de pensar en este paso tan gigantesco que se va a dar en la FE en lo que tomamos la desición de casarnos por la Iglesia y cuando sabemos que tenemos la obligación de asumir con absoluta firmeza todo lo que este Sacramento implica y significa, pues ahí empieza a formarse lo que será el pilar fundamental de la sociedad, la FAMILIA.
No cabe duda de que como todo camino a la Santidad, los que tomamos este apostolado, de comunión conyugal, tenemos una tarea realmente difícil, de trabajo diario, de altas y bajas, de tristezas y alegrías, de momentos duros y momentos MAS DUROS, pero cuando tenemos la certeza de que Dios está con nosotros, y que esa Unión está bendecida por Él, no podemos más que esperar en El, lo que tenga guardado para nosotros.
Vale la pena destacar que es Sacramento del Matrimonio es el único sacramento que se realiza con el sacerdote como testigo, pero que es en su totalidad guiado y realizado directamente entre los novios, y Dios. No creen ustedes que es suficiente razón como para creer que el Matrimonio es de suma importancia para el bien social y de la humanidad con todo lo que este conlleva?
Ya más madura en mi FE y una vez tomada la desición del matrimonio católico, decidí que si me iba a convertir al catolicismo no iba a ser cualquier laico, me dije voy a pasar por este proceso de conversión, necesito instruírme, necesito crecer cada día más en mi FE, necesito sentir miedo de entibiarme, y necesito hacer crecer este fervor que siento ante el solo pensamiento de Dios. Necesito que mis hijos crezcan viendo este testimonio de vida cristiana, que solo les podemos brindar desde casa, y por nada del mundo quería convertirme en un matrimonio seco, ante los ojos de Dios. No quería tener que confesar vergonzozamente el uso de métodos anticonceptivos, tan estrictamente prohibidos por la Iglesia.
Entonces empezó una búsqueda interna y externa, por todas esas respuestas que necesitaba, y que solo el Espíritu Santo a través de Sus medios podría responderme. Ya tenía claro que los métodos anticonceptivos (artificiales) estaban prohibidos, y aunque luego de mi último hijo bajo el ojo de la medicina se me recomendó seguirlos tomando, algo en mí me decía que no debía hacerlo, que estaba muy mal. Para entonces mi esposo, quien es el último de 9 hermanos, estaba aterrado ante la idea de los hijos, aunue ama profundamente a los dos que tiene, realmente la idea de tener más no pasaba por su mente, y si pasaba, hacía estragos. Es ,muy duro enfrentarse a nuestros EGOS, es muy duro aceptar que debemos dejar de un lado nuestra zona de comodidad y comfort, para dar paso al PLAN DE DIOS.
Fue entonces que empecé a llenarme de infinita información acerca de los METODOS NATURALES DE REGULACION DE LA FERTILIDAD.
Yo como mujer tenía mil dudas: Seran realmente efectivos? Seran fáciles de llevar a cabo? Y si result que fallan entonces que hacemos? Y si mis ciclos no son regulares? Pues todas estas dudas fueron teniendo respuestas en el método de BILLINGS, el cual puedo asegurar es 100% confiable y seguro a la hora de querer espaciar la llegada de los hijos. Para este fin me llené de un número muy grande de páginas de internet, entre las cuales había material informativo, testimonios, etc. de los cuales quisiera hacer referencia más adelante.
Hasta ahora todo iba viento en popa, por fin mi esposo había encontrado la calma, y yo también, y nos vimos plenamente confiados a los métodos naturales y "abiertos a la vida". Sin embargo, de un tiempo para acá, algo no se sentía bien. Debo reconocer que como matrimonio católico, de estar en un concubinato, a ser partícipes con Dios de la vida por medio de los métodos naturales, habíamos hecho un avance BARBARO. A todas estas, hasta el sol de hoy, miro una y otra vez la maravilla de la encíclica "HUMANAE VITAE" del ahora beato Juan Pablo II y otros muchos documentos que hablan de la familia católica, y a la vez que me sorprende la profundidad del tema, se me van creando muchas inquietudes, que aún intento resolver.
Hace poco en oración pedí al Espíritu Santo que me ayudara en esta tarea de tomar como apostolado la familia, empezando por mi hogar, y poder ayudar a mi comunidad en lo que pueda, y con mi experiencia ser ayuda para otros. Le pedí con mucho amor y con mucha FE que por favor pusiera en mis manos la información correcta, a las personas correctas, las palabras correctas y el momento correcto, para poder llegar al prójimo y ser lo más fiel posible a lo que el Señor, NUESTRO SEÑOR, espera de mí.
Debido a mi pasión con el tema, en esta búsqueda que nunca termina, llegó a mis manos un escrito, de un WEB que recomiendo ampliamente, que enseguida me enganchó por completo:
http//es.catholic.net/sexualidadybioetica/338/1369/articulo.php?id=10785
Sentí que el Espíritu Santo había escuchado mis súplicas, sentí que eso que estaba plasmado en esas páginas de internet (que por cierto imprimí enseguida) era la respuesta que yo estaba buscando.
Sentí que tal vez miles de mujeres como yo, estarían sintiéndose identificadas con lo que ahí decía. Est mujer de Dios, a quien me permito hacer referencia, ya que siento que le debo esta etapa de mi vida y un gran amor cada vez más profundo, más sincero y más maduro, acerca del amor conyugal y los hijos se llama Lucrecia Rego de Planas, ex directora del sitio web donde se encuentra el artículo que coloqué anteriormente, me pareció que sus inquietudes eran las mías, que su pasión era la mía, que su amor por este apostolado era mío, y que todo lo que decía en esas líneas, mostraba tal cual como yo me sentía. Si llegan a leer el artículo, y les pido que asi lo hagan, se darán cuenta de lo que hablo.
Al inicio del mundo, en el Génesis, Dios bendice al hombre y a la mujer y les dice "Creced y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla". Estas palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez. No será que Dios no sabía que nos estaba pidiendo demasiado?, será que Dios no pensó en el siglo XXI y todas las complicaciones que este traería? O quizá no quiso decirlo tan literalmente? Ahora se podrán imaginar, que mi conciencia está que explota.
En este momento, empecé a preguntarme, o más bien a querer conocer, que es eso que llaman en la Iglesia el Abandono a la Divina Providencia, nunca se me había pasado por la mente esa frase con esa profundidad. Por supuesto lo primero que hice fué recurrir a mi guía espiritual, mi hermano, mi compadre y mi amigo personal, uno de los sacerdotes que me casó aquel hermoso día, y le plantee todas estas preguntas.
Si bien la Iglesia no interviene del todo en la desición ue uno quiera tomar de cuántos hijos tener, ya ue eso forma parte del libre albedrío que Dios nos concedió, sí estaba claro para mí, y lo está cada día más, que Dios estableció como pilar fundamental del sacramento del matrimonio la intervención de los esposos como colaboradores de Su obra creadora, y la educación de los hijos que El nos envíe, educación en la Fe por supuesto. El título de este artículo es:¿Qué pasó con las familias numerosas? Estamos en una sociedad que nos limita enormemente, en muchos sentidos, que cada día más siembra el temor en nuestros corazones, porque ahora quien gobierna en el mundo es el MALIGNO.
Estamos en una sociedad que se olvidó de principios, ya a este punto no se trata de si eres católico o de otra religión, se trata de valores morales, que son indispensables para el buen funcionamiento de la humanidad. ¿Qué nos queda entonces para los que con un inmenso amor queremos llevar a cabo el PLAN DE DIOS PARA LA FAMILIA? Será que ahora con este miedo implantado debemos dejar de servirle a Dios para servirle al diablo? Será que debemos dejar pasar la corriente y responder incansablemente a los comentarios bromistas de nuestros amigos y familiares: No tengas más de dos, como los vas a mantener?, Piensas tener más niños? No te vas a ligar? Vives alquilado, como vas a hacer con más de dos hijos?
Pues mi respuesta es que NO QUIERO mi respuesta es que me niego a servirle al demonio, porque es el primero en querer acabar con las familias en el mundo, porque sabe que en la familia está la base de la Fe, que somos la primera escuela católica. Mi respuesta para todos los padres del mundo que profesan su Fe católica es que no tengan miedo, que tenemos un Dios que fué capaz de todo por nosotros. Que fué capaz de dar a Su único Hijo por amor, que no se cansa de recibirnos de vuelta una y otra vez a pesar de nuestras tonterías y yo soy prueba viviente de ello. Que encadenó a Satanás, que hizo el mundo y el Universo en 7 días, a quien le debemos el precioso don de la vida.
Nosotros no tenemos decisión sobre este aspecto, sólo Dios decide a quién dará vida y a quien no, sólo Él sabe qué padres podrán engendrar y cuales no. Solo Él sabe en que momento llegará esa nueva vida al matrimonio para seguir haciendo crecer la familia y por más métodos así sean naturales que utilicemos, si El considera que es necesaria una nueva alma para Su Gloria y para seguir formando el ejército de Dios en la tierra, Él se valdrá de cualquier cosa que considere necesaria para que así sea. Pienso que como matrimonios requerimos de un gran compromiso, pero sobre todo de grandes sacrificios, porque al fin y al cabo, estamos aquí de peregrinaje, y todo lo que hagamos en este corto camino debe ser para nuestra salvación, porque todos los católicos debemos aspirar nada menos que al Reino de los Cielos porque Nuestro Señor quiere que así sea y NECESITA que nosotros también así lo queramos. No podemos caer en la tibieza, no vale ir a misa dar las monedas que sobran en el bolsillo, confesarse una vez al año si lo hacemos, y creer que estamos dando buen ejemplo con esto a nuestros hijos!! Seamos los que den testimonio vivo de amor, los que sean comprometidos con la Iglesia, los que incluyan a sus hijos en actividades de la caridad, los que no excluyan a la juventud, sino los que incentiven a dejar un mejor mañana y una Iglesia más viva a nuestras próximas generaciones. Que acaso no creen que Jesús está vivo en la Hostia Consagrada? Pues que así mismo sea nuestro amor por El, vivo, alegre, comprometido, ferviente.
Tratemos de interiorizar las palabras que pronunció el sacerdote al momento de presidir nuestra BODA, se acuerdas cuando les preguntó si aceptarían todos los hijos que Dios les mande? Seguro que todos dijimos que SI, pues asumamos ese SI con compromiso, con fidelidad. Espero que así como yo crean fielmente que Dios quiere todo esto por una razón. Hermanos, yo sé porque lo vivo, y mi esposo también, que nada de esto es fácil de digerir, no se acepta de un día para otro, como dije, los EGOS nos van llenando y cada vez buscamos más calidad en vez de cantidad. Les invito a que lean la Palabra a que como yo invoquen al Espíritu Santo, que Él buscará como siempre los caminos para hacernos ver la ÚNICA VERDAD, y que como yo estén seguros de que Dios no nos abandona, los anillos de matrimonio no son un adorno bonito en el dedo, ni un recordatorio de que debemos ser fieles, aparte de muchas otras cosas que debemos recordar, es un indicativo de que hicimos un compromiso GIGANTE con Dios de que nos hicimos una sola carne con Dios y con nuestra pareja, y que prometimos que sería hasta que la muerte nos separe y que aceptamos las vidas que El quisiera enviarnos.
Alabado sea Dios
Que El los bendiga hoy y siempre!!!"
Agradecemos muchísimo a nuestra hermana Clauda su precioso testimonio y esperamos que ayude a muchas parejas católicas a tomar conciencia de loq ue este bellísimo sacramento conlleva para poder vivirlo en Comunión y amistad con Dios :D VIVA CRISTO REY!!
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