lunes, 24 de junio de 2013

El sacerdocio según el Santo Cura de Ars, el sacerdote San Juan María Bautista Vianney

PALABRAS DEL SANTO CURA DE ARS SOBRE EL SACERDOTE


El orden: es un sacramento que pareciera que no se refiere a ninguno de vosotros y es un sacramento que se refiere a todos.

Es el sacerdote que continúa la obra de Redención sobre la tierra.

Cuando veis al sacerdote, pensáis en Nuestro Señor Jesucristo.

El sacerdote no es sacerdote para él mismo, lo es para vosotros.

Vais a confesaros con la Santa Virgen o con un ángel. ¿Os absolverán? ¿Os darán el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor? No, la Santa Virgen no puede hacer descender su Hijo divino en la hostia. Aunque tuvierais doscientos ángeles para vosotros allá, no os podrían absolver. Un sacerdote, por cuanto simple sea, puede hacerlo. Os puede decir: andáis en paz, os perdono.

¡Oh! ¡el sacerdote es de veras algo grande!

Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el más grande tesoro que el buen Dios pueda conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia 

I
“¿Qué es el sacerdote? Un hombre que ocupa la plaza de Dios, un hombre revestido de todos los poderes de Dios. Vamos- dice nuestro Señor al sacerdote- como mi Padre me ha enviado, yo os envío. Todo el poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Ve a instruir a todas las naciones. Quien te escucha me escucha; quien te desprecia me desprecia. Cuando el sacerdote redime los pecados , no dice: Dios te perdona. Él dice: Yo te absuelvo. “

II 
Si no tuviésemos el sacramento del orden sacerdotal, no tendríamos a Nuestro Señor. ¿Quién le ha puesto ahí, es ese tabernáculo? El sacerdote. ¿Quién ha recibido el alma en su entrada a la vida? El sacerdote. ¿Quién la alimenta para darle fuerza para hacer su peregrinación de la vida? El sacerdote. ¿Quién la preparará a presentarse ante Dios, lavando esta alma, por última vez , en la sangre de Jesucristo? El sacerdote. ¿Y si esta alma va a morir por el pecado, quién la resucitará?, ¿quién le devolverá la calma y la paz? Otra vez el sacerdote.
No os podéis acordar de una buena obra de Dios, sin encontrar al lado de este recuerdo a un sacerdote.

III 
Las otras buenas obras de Dios no nos servirían de nada sin el sacerdote. ¿Para qué serviría una casa llena de oro, si no tenemos a nadie que nos obra la puerta? Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada.
Tras Dios, ¡el sacerdote lo es todo!Dejada una parroquia veinte años sin sacerdote, adorarán a las bestias. Cuando se quiere destruir la religión, se comienza por atacar al sacerdote, porque allá donde no hay sacerdote, no hay sacrificio, y donde no hay sacrificio, no hay religión.

IV 
¡Oh! ¡Que cosa es el sacerdote! Si él se percatara de ello, moriría… Dios le obedece: dice dos palabras y Nuestro Señor desciende del cielo. ¡No se comprederá la dicha que hay en decir la Misa más que en el cielo!

“Si uno tuviera fe, vería a Dios escondido en el sacerdote como una luz detrás de un vidrio, como un vino mezclado con el agua” (Santo Cura de Ars)

“El sacerdote debe sentir la misma alegría (de los apóstoles) al ver a Nuestro Señor, al que tiene entre las manos” (Santo Cura de Ars)

"El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús" (Santo Cura de Ars)

"Jesucristo, luego de habernos dado todo aquello que podía darnos, nos hizo incluso herederos de lo más precioso que tenía, es decir a su Santa Madre" (Santo Cura de Ars)
 
“Soy como un cepillo en manos de Dios… Si hubiese encontrado un sacerdote más indigno y más ignorante que yo, lo hubiera puesto en mi lugar, para dar a conocer la grandeza de su misericordia para con los pecadores.” (Santo Cura de Ars)
 
“Yo no presto, yo doy. ¿Acaso Dios no me da antes a mi?” (Santo Cura de Ars)
 
“Amigo mío, el demonio no hace mucho caso de la disciplina y de otros instrumentos de penitencia. Lo que le pone en bancarrota son las privaciones en el comer, beber y dormir. Nada teme tanto como esto, y por lo mismo nada es tan agradable a Dios. ¡Oh! ¡Cómo he tenido ocasión de experimentarlo!Cuando estaba solo, y lo estuve por espacio de ocho o nueve años, como podía entregarme sin medida a mis aficiones, llegaba a pasar días enteros sin comer… Entonces conseguía de Dios cuanto quería para mí y para los otros.” (Santo Cura de Ars)
 
“La virtud requiere esfuerzo, continua violencia y, sobre todo, auxilio de lo alto.” (Santo Cura de Ars)
 
“Si supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella.” (Santo Cura de Ars)
 
“En el camino de la penitencia, sólo cuesta el primer paso.” (Santo Cura de Ars)
 
“Hija mía, no pida usted a Dios el conocimiento total de su miseria. Yo lo pedí una vez, y lo alcancé. Si Dios no me hubiese sostenido hubiera caído al instante en la desesperación. Quedé tan espantado al conocer mi miseria, que en seguida pedí la gracia de olvidarme de ella. Dios me escuchó, pero me dejó la suficiente luz sobre mi nada, para que entienda que no soy capaz de cosa alguna.” (Santo Cura de Ars)
 
“He aquí una regla de conducta: no hacer más que lo que se puede ofrecer al Buen Dios. Ahora bien, no se le pueden ofrecer calumnias, injusticias, enfados o ataques de cólera, blasfemias, malos espectáculos. ¡Desgraciadamente es lo que se hace en el mundo!” (Santo Cura de Ars)

“Piensan que no tiene sentido recibir la absolución hoy, sabiendo que mañana cometerán nuevamente los mismos pecados. Pero Dios mismo olvida en ese momento los pecados de mañana, para darles su gracia hoy.” (Santo Cura de Ars)

“El medio más sencillo de encender esta llama –el amor de nuestro Señor- en el corazón de los fieles es explicarles el Evangelio.” (Cura de Ars)

“La gracia de Dios nos ayuda a andar y nos sostiene. Nos es tan necesaria como las muletas a un lisiado.” (Santo Cura de Ars)

“Las gentes mundanas no tienen al Espíritu Santo; o, si lo tienen, no es más que de paso: Él no se detiene en ellos. El ruido del mundo le hace marcharse.” (Santo Cura de Ars)

“Si preguntáramos a los condenados: ‘¿Por qué están en el infierno?’, responderían: ‘Por haber resistido al Espíritu Santo’. Si dijéramos a los santos: ‘¿Por qué están en el cielo?’, responderían: ‘Por haber escuchado al Espíritu Santo’.” (Santo Cura de Ars)

“Para el hombre que se deja conducir por el Espíritu Santo parece que no hay mundo; para el mundo, parece que no hay Dios.” (Santo Cura de Ars)

“Sin el Espíritu Santo, somos como una piedra de las que encontramos en el camino. Toma en una mano una esponja empapada de agua y en la otra una piedra; apriétalas igualmente. No saldrá nada de la piedra, y de la esponja verás salir el agua en abundancia. La esponja es el alma llena del Espíritu Santo; y la piedra es el corazón frío y duro donde el Espíritu Santo no vive.” (Santo Cura de Ars)

“Los santos son como multitud de pequeños espejos en los que Jesucristo se contempla.” (Santo Cura de Ars)

“Un buen cristiano, un avaro del cielo, hace poco caso de los bienes de la tierra; sólo piensa en embellecer su alma, en obtener lo que debe contentarlo siempre, lo que debe durar siempre.” (Santo Cura de Ars)

“Los buenos cristianos que trabajan en salvar su alma están siempre felices y contentos; gozan por adelantado de la felicidad del cielo; serán felices toda la eternidad. Mientras que los malos cristianos que se condenan siempre se quejan, murmuran, están tristes… y lo estarán toda la eternidad.” (Santo Cura de Ars)

“Muchos cristianos no trabajan más que para satisfacer este cadáver –al cuerpo siempre lo llamaba ‘cadáver’- que pronto se pudrirá en la tierra; y, sin embargo, no piensan en su pobre alma, que debe ser eternamente feliz o infeliz. Carecen de espíritu y de buen sentido: ¡esto hace temblar!” (Santo Cura de Ars)

“El buen cristiano recorre el camino de este mundo subido en una bonita carroza de triunfo; esta carroza es arrastrada por ángeles y es nuestro Señor quien la conduce. Mientras que el pobre pecador está enganchado al carro de la vida, y el demonio está en el asiento y le hace avanzar a golpes de látigo.” (Santo Cura de Ars)

“¿Sabéis cuál es la primera tentación que el demonio presenta a una persona que ha comenzado a servir mejor a Dios?. Es el respeto humano”. (Santo Cura de Ars)

“Todas las buenas obras del mundo reunidas, no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras que la Misa es obra de Dios.” (El Santo Cura de Ars)

“No es Dios quien nos condena, somos nosotros, por nuestros pecados. Los condenados no acusan a Dios; se acusan ellos mismos; dice: ‘He perdido a Dios, mi alma y el cielo por mi culpa’.” (Santo Cura de Ars)

“Si preguntáramos a los condenados: ‘¿Por qué están en el infierno?’, responderían: ‘Por haber resistido al Espíritu Santo’. Si dijéramos a los santos: ‘¿Por qué están en el cielo?’, responderían: ‘Por haber escuchado al Espíritu Santo’.” (Santo Cura de Ars)

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