jueves, 6 de septiembre de 2012

Perversión en Congreso Continental de Teología


Federico Müggenburg


Es verdaderamente inconcebible que los organizadores del llamado “Congreso Continental de Teología” hayan llegado a los absurdos y las aberraciones con las que van a desarrollar lo que ellos llaman: “A los 50 años del Concilio Vaticano II y los 40 años de la Teología Latinoamericana y Caribeña”. Ya empezó a circular electrónicamente su “Programa y Metodología / Versión Final”. Como era previsible las estrellas del ”congreso” serán los más conocidos y rabiosos disidentes de los grupos “Amerindia” y “Asociación Ecuménica de Teólogo/as del Tercer Mundo” (EATWOT): Agenor Brighenti, Jon Sobrino, Juan Bautista Libanio, Víctor Codina, Pablo Richard, Daniel Irarrázabal, Virgilio Elizondo, Eleazar López, José María Vigil, Pablo Bonavia, Cecilio de Lora, Juan Carlos Scannone, Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez, más las teólogas y algunos otros.

Los presupuestos ideológicos del congreso han sido publicados en la revista “Voices”, No. 4, de 2011, y No. 1, de 2012, así como en artículos fuera de las revistas señaladas, circulados por la agencia Adital y la revista italiana Adista. Este acontecimiento sucederá en la misma fecha del inicio del Sínodo de la Nueva Evangelización y del Año de la Fe (07 y 11OCT12) coincidentes con los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II, convocados por el Papa Benedicto XVI, acontecimientos para los que no hay la mínima referencia en el CCT.

Cada día del Congreso lleva su objetivo: Lunes 8, Nuevas Interpelaciones y Preguntas. Martes 9, Hermenéuticas Cristianas. Miércoles 10, Práxis y Mística, y Jueves 11, Prospectivas para la Teología. Al inicio de cada día hay un llamado “Momento de Espiritualidad” y en la clausura habrá una “Celebración de Compromiso y Espiritualidad”. No figura la Eucaristía, como tampoco existen referencias a Jesucristo, la Virgen María, el Papa, La Revelación, la Doctrina de la Iglesia, los Mandamientos, el Credo, la Oración y los Sacramentos. Pero esto no es novedoso, ya que el tema central subyacente, que apunta a las conclusiones es: “Hacia un paradigma post-religional. Propuesta Teológica”, elaborado por la “Comisión Teológica Internacional de la EATWOT”, consistente en un planteamiento de perversas y absurdas fantasías, según las cuales, está llegando a su fin el “primer tiempo axial, el de las religiones neolíticas o agrarias, de las que hay que separar las indígenas y animistas, que son paleolíticas y se libran de la contaminación de las invenciones dogmáticas neolíticas”. Añadiendo que: “Del paleolítico al neolítico la humanidad se reinventó a sí misma creando códigos… en el neolítico se hizo ‘religiocéntrica’, como un ‘software programador’, por lo que absolutizándose a sí mismas atribuyeron su propio origen a Dios”.

Para concluir que: “Con la llegada de la ‘sociedad del conocimiento’, se inicia el ‘segundo tiempo axial’, con un ‘paradigma post-religional’, que significa ‘mas allá de lo religional’, mas allá de lo que han sido las religiones agrarias, para llegar a una espiritualidad sin la ‘configuración socio institucionalizada propia de la edad neolítica’ (será sin programa social, sin sumisión, sin dogmas...). Consideración fundada en la antropología cultural y la nueva epistemología, -distinta de la ‘epistemología mítica’- que demuestran como van en declive y se están extinguiendo las religiones del neolítico”. ¡Todo en absoluta contradicción con la “Dominus Iesus” del año 2000!

Esta perversa, fantasiosa y absurda ideologización, es aberrante. Incluye la invención de neologismos que han venido desarrollando en reuniones en las que se destacan las “innovaciones y aportaciones” de los precursores: Joseph Comblin (+), inventando la traición de la letra al Espíritu del Concilio, que el Espíritu del Concilio si encarnó en Medellín, que Juan Pablo II y Benedicto XVI han restaurado el pensamiento preconciliar, que se pretende volver al Constantinismo eclesiocéntrico, etc.; Francois Houtart, con sus propuestas de alternativas económicas a favor del “nuevo socialismo del siglo XXI”, de las teorías del “Buen vivir / vivir bien” de los indígenas andinos y las teorías antisistémicas de Wallerstein; Leonardo Boff, con su “ecología y ecoteología de la liberación” y su “nueva cosmología” con el planteamiento panteísta de la Gaia, (la tierra como ser vivo) y de cómo emerge Dios en el proceso evolutivo; el obispo Geoffrey Robinson y sus teorías de la sexualidad para fundar una nueva enseñanza sobre la homosexualidad que ya no puede ser condenada; Jon Sobrino con su “fuera de los pobres no hay salvación” o “la Iglesia ha traicionado a Jesús”. Sólo por señalar algunos casos de los inventores de la fantasía llamada “paradigma post-religional emergente”, operado por los esforzados “transportadores, facilitadores o profetas” en esta “difícil y dolorosa transición, que será mas dramática y compleja que la ocurrida del paleolítico al neolítico”. (SIC)

Además de perversas, falsas, absurdas o fantásticas, las argumentaciones de estos nuevos apóstatas y heresiarcas, el tema es, ¿a cuántos lograrán embaucar para llevárselos fuera de la Iglesia? De hecho ellos ya se ubican fuera, no viven, ni por equivocación el “sentire cum ecclesia” (sentir con la Iglesia), están ubicados en el “disentire contra ecclesia” (disentir contra la Iglesia). El problema mayor es ¿a cuántos están arrastrando? Los buenos teólogos siempre han considerado que el mayor mal que se puede infringir a la Iglesia es un cisma. Deber de muchos Pastores y Superiores de Congregaciones religiosas, es preservar la integridad de la Fe, más aún ahora que se inicia el Año de la Fe, que no es casualidad u ocurrencia que se haya convocado. Graves sucesos están apareciendo en forma simultánea como las filtraciones en Roma, ataques a las más altas autoridades religiosas, denuncias sobre irregularidades, desatinos de algunos jerarcas. ¡El demonio anda suelto! Estemos firmes y vigilantes, para no caer en tentación.



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