Jesús no quiere que los laicos distribuyan la Eucaristía.
Jesús dice que los sacerdotes deben colocar la Hostia en la boca de los fieles arrodillados.
¡No entregar la Eucaristía en la mano!
El Señor Jesucristo nos dice: “Yo soy el pan vivo que descendió del Cielo. Quien come de este pan, vivirá para siempre. El pan que Yo les daré es mi carne para la vida del mundo.(…) Si no comiereis la carne del Hijo del Hombre y no bebiereis Su Sangre, no tendréis vida en vos. Quien come Mi carne y bebe Mi sangre tendrá vida Eterna y Yo le resucitaré en el último día. Porque Mi carne es verdaderamente comida y Mi sangre es verdaderamente bebida. Quien come Mi carne y bebe Mi sangre permanece en Mí y Yo en él. Quien come de este pan vivirá eternamente” (Jn 6, 51, 53-56, 58).
Hasta la reforma del siglo XVI (1507), los cristianos creían en la Presencia Real de Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento. Fueron los reformadores los que llevaron a mucha gente al error. Los abusos en la Iglesia, concedidos a las palabras de los reformadores, es que les dieron credibilidad. Muchos se unieron a las nuevas enseñanzas. En el transcurso de la Contra-Reforma, el Concilio de Trento confirmó lo que los cristianos creían desde siempre: Que “en el Sacramento de La Eucaristía, después de la consagración del pan y del vino, Nuestro Señor Jesucristo, como verdadero Dios y como verdadero hombre, Está real y substancialmente bajo las apariencias de las cosas visibles.”
Con la consagración durante el Sacrificio de la Misa, el sacerdote, en virtud de su misión Divina y su fuerza Divina, hace a Dios descender del Cielo sobre el altar. En la comunión que el sacerdote distribuye, se esconde humildemente en un pedazo de pan el Dios del Amor, para que podamos recibirle en nuestros corazones. En los tabernáculos de nuestras iglesias, el Señor vive entre nosotros, para que podamos ir a adorarle. ¿Cuál religión tiene un Dios más humilde y más dedicado, que ama mucho a sus creaturas y quiere estar tan cerca? El Antiguo Testamento nos habla de la gran humidad de Nuestro Señor: “Y he ahí que el Señor pasó y grande y fuerte viento rasgaba los montes y quebraba las rocas ante El, pero el Señor no estaba en el viento. Y después del viento vino un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Y después del terremoto vino un fuego, pero el Señor no estaba en el fuego. Y después del fuego vino una mansa y delicada…” (1Re 19, 11-13)
En Belén, El nació bajo los cuidados de personas simples y pobres en un mundo estable y su cuna fue un pesebre. Durante treinta años el Señor vivió oculto en medio del pueblo, como un ser humano común. Después empezó el período de su ministerio público. El dijo para nosotros: “Venid a Mí todos los que estáis cansados y oprimidos, Yo os aliviaré. Aceptad Mi yugo sobre vosotros y aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas.” (Mt 11, 28-30)
Finalmente, se entregó a las torturas de las calumnias y de asesinato por amor. La mayor prueba de su amor y humildad, debe ser encontrada en el Santo Sacrificio de la Misa y en el Santísimo Sacramento. En cada Santa Misa, El se sacrifica en nuestros altares, por nosotros, pobres pecadores. En la comunión El se da a nosotros en forma de pan y en el tabernáculo, El está en espera de que nosotros le vengamos a visitar.
El Santo sacrificio es la piedra angular de la Iglesia y el Santísimo Sacramento, es el corazón de nuestra Santa Religión. No hay nada mayor, maravilloso y sagrado en este mundo, que esa prueba mayor de amor de Jesucristo.
Hoy los laicos tocan el cuerpo del Señor y distribuyen la comunión. Hoy las personas no dejan que sea dado ese regalo de Dios, pero están apoderándose, como si fuese algo común.
Anteriormente, todos los gestos de la fe, testimoniaban al Santísimo, la Presencia Real de Jesucristo y decían más que palabras. El Concilio de Trento enseñó lo que debería ser obvio: “Es apropiado tratar todas las cosas Sagradas, porque ese Sacrificio, es la cosa más Sagrada de todas las cosas Santas, en la Iglesia Católica, que el sacrificio sea ofrecido con dignidad y sea recibido con la debida reverencia, es utilizado por muchos siglos antes del canon sagrado…”
Hoy día, no oímos más esas palabras. Todo se está terminando. El laxismo y la indiferencia, determinan la Santa Misa, como si no supieran en lo que creen.
Jesús dice: “! Estoy tan verdaderamente en la Eucaristía, como lo estaba en la zarza ardiente! ¡Yo ordené a Moisés que se quitase las sandalias, antes de que él llegara más cerca! Poseído por el miedo y la reverencia, se descalzó. ¡Yo soy el amor en la Eucaristía y Yo soy DIOS! ¡Siempre! ¡Y las personas se están acercando a Mí sin ningún respeto!”
La Virgen María dice: “¿Hijo Mío; Tu preguntas por qué estoy llorando? Yo derramé lágrimas de gran temor, porque asistí a la profanación del Cuerpo de Mi Hijo, que está comprometido en la Tierra. ¡Nadie debe tomarle con las manos en su propio cuerpo! ¡Solamente los sacerdotes, nadie más puede llevar a Mi Hijo al pueblo! Ustedes no deben profanar su cuerpo, cuando ustedes Lo confían en manos de hombres y mujeres, que no están preparados por el Padre como sacerdotes, legalmente ordenados en la casa de Dios!
Jesús dice:” ¡Con la comunión en la mano Me han hecho caer en desgracia! ¡Esta irreverencia hace Mi corazón sangrar! ¡Fueron diablos disfrazados con piel de oveja, los que cambiaron en Mi Iglesia todo eso!”
Nota: ¡Jesús condenó con gran severidad la comunión en la mano, recibida de pie, porque nadie puede tocar Su Cuerpo Santo, excepto las manos consagradas de los sacerdotes!
En otros mensajes, la Madre de dios habla sobre la profanación del cuerpo de su Hijo: “¡La Iglesia no puede permitir que los laicos distribuyan la Santa Comunión! Esto causa dolor al Santo Padre (el Papa). El Santo Padre es responsable de la Iglesia en todo el mundo.”
Jesús dice: “! Yo, Jesucristo, comunico a Mis sacerdotes y obispos: Las mujeres no tienen acceso al altar (durante la santa Misa), los ministros ordenados (obispos y sacerdotes), no deben sentarse durante la Comunión, pero deben distribuir Mi Cuerpo!!! ¡Y no mujeres y laicos!!! ¡Solamente Mis siervos (sacerdotes) pueden abrir el tabernáculo y llevar el cáliz con Mi Cuerpo y no una persona laica! Mis siervos, estén vigilantes, porque Satán ciega mucho hoy. ¡Por este hecho, que sucede hoy en cultos tan malos, Mi corazón está herido terriblemente! Cada siervo (sacerdote y obispo) y cada persona que vive en la Tierra, serán responsables ante el Tribunal de Dios, por todo eso. ¡Entonces, Dios Padre, Yo el Hijo y el Espíritu Santo, vamos a bendecir a aquellos que obedecieron a Mí y a Mi Madre! Estén unidos con la Santa Iglesia y recen por Mis siervos (sacerdotes y obispos), para que distribuyan Mi cuerpo, solamente de rodillas, en la boca y no permitan que los laicos asistan la Comunión. Solamente el sacerdote es ordenado y Yo, Jesucristo, estoy con él cuando distribuye Mi cuerpo y Mi Madre, también está presente.”
Virgen María: “! Pido en Nombre de Mi Hijo, que en sus Iglesias, solamente los sacerdotes y diáconos que están prontos a ser ordenados, puedan distribuir la Santa Comunión! ¡No hieran aún más al Sagrado Corazón de Mi Hijo! ¡Cada sacerdote es responsable delante de Mi Hijo! Algunos sacerdotes se quedan sentados confortablemente en sus asientos y dejan a los laicos distribuir el Santo Cuerpo de Mi Hijo. ¡Los sacerdotes deben ofrecer el Cuerpo de Mi Hijo, a los fieles arrodillados y en la boca! No deben seguir la moda de Occidente, porque Satán está de moda y quiere causar confusión en la Iglesia. Recen, hijos Míos, para que esta moda no sea introducida aquí. Hay sacerdotes que aman a Mi Hijo y me aman a Mí e infelizmente a los sacerdotes modernos también.”
Jesús dice: “! Los laicos no pueden distribuir Mi cuerpo, porque los laicos no son dignos de recibir Mi cuerpo en sus manos! Una vez más les digo: ¡Solamente los sacerdotes pueden distribuir la Sagrada Comunión!”
“! No debe haber laicos con acceso al cáliz! (Ningún ministro extraordinario de la Comunión) Solamente la manos y la cabeza de Mis siervos (sacerdotes) son ungidas!”
“Comuniquen: ¡Los laicos (hombres y mujeres) no pueden distribuir Mi cuerpo a los fieles! Un laico no está autorizado a ofrecer Mi cuerpo, porque esto es irresponsabilidad del sacerdote!”
¡Hay de los obispos que obligan a los sacerdotes y fieles a la Comunión en la mano y de pie y emiten licencias para matar (aborto)! ¿Cómo quieren ellos quedar, ante el Tribunal de dios?
Importancia de los sacramentos - Matrimonio y Primera Comunión
Miércoles 6 de julio del 2011 a las 15:30 hrs.
Mi muy querida y amada hija, ve ahora cómo la fe de Mis hijos, comienza a crecer y florear. Mientras hay mucha oscuridad en el mundo, la Luz de Mis seguidores, se hace más brillante por el día, por la llama del Espíritu Santo, que ha descendido sobre todo el mundo.
Hoy, hija Mía, deseo recordarle a todos Mis seguidores, la importancia de la oración, para aliviar el sufrimiento en el mundo. Sus oraciones están ahora, ayudando a evitar muchos desastres globales predichos. La oración es el más poderoso mitigador y cuando es dicha a favor de otros, entonces serán contestadas.
Mientras estoy feliz con aquellos de fuerte fe, todavía estoy temeroso de aquellos que son adversos a Mi Divina Luz. La verdad. Mucha gente ahora, pasea alrededor del mundo como en un estupor. Nada les trae paz. Nada les trae alegría. Ninguna cantidad de comodidad materia alivia el dolor. Sus almas vacías están perdidas. Por favor, recen por ellos.
Muchas leyes fueron pasadas, las cuales Me ofenden, especialmente la presentación de Mi Santa Eucaristía, por personas laicas. La falta de respeto mostrada a Mí y a Mi Padre Eterno, a través de nuevas leyes, introducidas para facilitar a la sociedad moderna, Me han hecho llorar con tristeza.
La Santísima Eucaristía, debe ser recibida en la lengua y no mancillada por manos humanas, sin embargo esto es precisamente lo que Mis siervos sagrados han hecho. Estas leyes no fueron pasadas por Mí en espíritu. Mis siervos sagrados han sido llevados por un camino, no alineado con las enseñanzas de Mis apóstoles. Hoy día, Mis sacramentos no son tomados muy seriamente, especialmente aquellos que buscan el sacramento del Matrimonio y la primera Santa Comunión.
El voto de matrimonio, es muy serio, recuerden que esto es un sacramento y es hecho en la presencia de Dios Padre. Sin embargo para muchos es todo acerca de materialismo y adornos exteriores. Muchos que reciben el sacramento del Matrimonio, no conocen su importancia, después de esto. Muchos rompen sus votos muy fácilmente. ¿Por qué hacen esto? ¿Por qué fingen, esta Santísima Unión, solo para separarse poco después? Esto es una burla a una de las más importantes uniones bendecidas por la mano de Mi Padre Eterno. Mucha gente, no presta ninguna atención al deseo de Mi Padre, de que ningún hombre podrá separar tal unión, a partir de entonces. Sin embargo mucha gente se divorcia, lo cual es una ley no reconocida por Mi Padre. El divorcio en una manera fácil de huir de sus responsabilidades. Todos los matrimonios son hechos en el Cielo. Ningún hombre puede destruir un matrimonio sin ofender a Mi Padre.
Primera Santa Comunión
Recibir Mi Cuerpo en el Sacramento de la Eucaristía por primera vez, es otro ejemplo de cómo soy burlado. Muchos padres no ponen atención a la importancia de sus hijos, recibiendo el Pan de Vida. Están más preocupados de cuán bien vestidos estén sus hijos, en vez del maravilloso don que están recibiendo. Este don les llevará a ellos a la salvación, sin embargo, el materialismo que rodea el evento, no tiene nada que ver con sus almas. Para Mí, la parte más triste es que a estos pequeños niños, no se les está hablando acerca de Mí. El amor que tengo por los niños pequeños lo abarca todo. Cuando ellos reciben la Santa Eucaristía, en el total conocimiento de lo que están recibiendo, sus almas se vuelven puras. Entre más Me reciban de esta manera, más fuerte será su fe.
Recuerden, sin los sacramentos su fe se debilita. Después de un tiempo, si su alma es privada de Mis bendiciones especiales, se hace latente, toda la fe en Mí y en Mi Padre Eterno, desaparece con el tiempo, con solo un pequeño destello de reconocimiento que enciende de cuando en cuando. Regresen a Mí a través de los sacramentos, muestren respeto por ellos, en la forma en que ustedes están supuestos y verdaderamente sentirán Mi presencia otra vez.
Recuerden, los sacramentos están ahí por una razón, porque son los nutrientes que necesitan en su alma, para la vida eterna. Sin ellos su alma muere.
Les amo a todos. Por favor abrácenme apropiadamente, respetando los sacramentos dados a ustedes, como un don de Dios Padre Todopoderoso.
Su Amante Salvador, Rey de la Humanidad, Jesucristo
Cardenal Cañizares: Es recomendable comulgar en la boca y de rodillas:
En entrevista concedida a la agencia ACI Prensa, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y de la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, señaló que es recomendable que los católicos comulguen en la boca y de rodillas.
Así lo indicó el Cardenal español que sirve en la Santa Sede, como máximo responsable, después del Papa, por la liturgia y los sacramentos en la Iglesia Católica, al responder si consideraba recomendable que los fieles comulguen o no en la mano.
La respuesta del Cardenal fue breve y simple: “es recomendable que los fieles comulguen en la boca y de rodillas.” Del mismo modo, al responder a la pregunta de ACI Prensa sobre la costumbre promovida por el Papa Benedicto XVI de hacer que los fieles que reciben de él la Eucaristía, lo hagan en la boca y de rodillas, el Cardenal Cañizares dijo que eso se debe “al sentido que debe tener la comunión, que es de adoración, de reconocimiento a Dios.”
“Se trata simplemente de saber que estamos delante de Dios mismo y que El vino a nosotros y que no lo merecemos”, afirmó. El Cardenal dijo también, que comulgar de esta forma “es la señal de adoración que necesitamos recuperar. Yo creo que es necesario para toda la Iglesia, que la comunión se haga de rodillas.”
“De hecho – agregó – si se comulga de pie, es necesario hacer una genuflexión o hacer una inclinación profunda, cosa que no se hace.”
El Prefecto vaticano dijo además que “si trivializamos la comunión, trivializamos todo y no podemos perder un momento tan importante, como es el de comulgar, como es el de reconocer la presencia real de Cristo allí presente, del Dios que es el amor de los amores, como cantamos en una canción española.” Al ser consultado por ACI Prensa sobre los abusos litúrgicos en que incurren algunos actualmente, el Cardenal dijo que es necesario, “corregirlos, sobre todo mediante una buena formación: formación de los seminaristas, formación de los sacerdotes, formación de los catequistas, formación de todos los fieles cristianos.” Esta formación, explicó, debe hacer que “se celebre bien, para que se celebre conforme a las exigencias y dignidad de la celebración, conforme a las normas de la Iglesia, que es la única manera que tenemos de celebrar auténticamente la Eucaristía.”
Finalmente el Cardenal Cañizares, dijo a la agencia ACI Prensa, que en esta tarea de formación para celebrar bien la liturgia y corregir los abusos, “ los obispos tienen una responsabilidad muy particular y no podemos dejar de cumplirla, porque todo lo que hagamos para que la Eucaristía se celebre bien, será hacer que en la Eucaristía se participe bien.”
Fuente: (www.aciprensa.com – 27 de julio del 2011)
Promesas de Nuestro señor Jesús a quien no reciba la Sagrada comunión en la mano
Introducción
Nuestro señor se manifestó a un alma privilegiada, sumergida en oración profunda, haciendo as siguientes promesas a aquellos que no reciban Su Sagrado Cuerpo en la mano.
Por tanto, se decidió no revelar la identidad de esta persona, toda vez que estos son hechos muy recientes.
Advertencia
Se vuelve necesario, dejar bien claro que estas promesas, no son válidas para aquellos que comulgan en pecado mortal.
También comulgará de forma culposa quien, de forma consciente, masticara la Hostia o la triturara con los dientes.
Promesas de Nuestro Señor Jesucristo:
- A aquellos que se abstuvieren de recibir en las manos Mi propio Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, Yo prometo llenarles de las más grandes bendiciones en sus manos, alma y en todo su ser.
- Les prometo muchas más gracias en su paso por la Tierra, con mayores garantías de salvación y aumento de Gloria esencial y accidental, por toda su vida Eterna, Conmigo, en las moradas celestiales.
- Me sentirán en la comunión, de tal forma y con tanta plenitud, que quedarán sin voluntad natural de tocarme.
- Aquellos que así lo hicieren, con persistencia, recibirán grandes gracias Mías, así como grandes beneficios para su casa.
- También prometo, a aquellos que hicieren correctamente aquello que más deseo, poderes especiales en sus manos, contra los enemigos del alma y, a muchos, les daré el carisma de curar.
- Prometo que si así proceden de forma perseverante, llegarán, de todas formas, con más intensidad, solo en la búsqueda de mayor Honra y Gloria Mías y Yo los exaltaré de forma especial, por toda la eternidad.
- Concederé, igualmente, a todos los que por amor, cumplieren Mis designios, absteniéndose de recibirme en las manos, para mayor adoración, humildad y santo respeto, el don de discernimiento del espíritu con mayor intensidad.
- Sus nombres estarán escritos de forma especial en Mi Corazón, si, por darme mayor gusto, comulgaran correctamente en la lengua y no en la mano.
- Prometo que les aumentaré todas las virtudes, como recompensa a esa mayor humildad, que admite nunca tener sus propias manos, suficientemente puras, para tocarme.
- Prometo, también, que propagarán fácilmente Mi doctrina y que vencerán con mayor facilidad todas las tentaciones.
- No conseguirán apartar de Mí, las almas de aquellos que Me reciban en la lengua y no en las manos, si lo hacen con la reverencia debida y vivieran así todos los días de su vida.
- Prometo, igualmente, que aquellos que, con delicadeza para con Mi voluntad, Me consuelen recibiéndome debidamente, siempre en la lengua y no en las manos, no tendrán las puertas cerradas para Mi Amor.
- Si así perseveraren, para agradarme más, comulgando en la lengua, prometo que llegarán a trabajar solo para Mi Corazón, en Mi Corazón y para Mi Corazón.
- Prometo también, a aquellos que de este modo Me honren, que serán escuchados de forma muy especial y con gran complacencia.
- Si en este pedido, comulgan siempre en la lengua y nunca en las manos, tan importante para Mí, e hicieran Mi voluntad, por Mi amor, buscarán seguir siempre Mis Divinos pedidos y los alegraré de forma especial, como prueba de Mi complacencia.
- Estos que así actúen, harán siempre un gran bien a las almas; por el contrario, aquellos que insistieran en tomarme en sus manos, encontrarán Mi voluntad endurecida en muchas cosas y sentirán dificultad en conocer Mi gusto, Mi predicación y Mi Magisterio.
Más aquellos que no tocaran la Sagrada Forma con sus manos, preparándose de manera especial, con todo su ser, para que en la hora de tomarme en la comunión, Me pidieran que sea solo sea Yo y ellos nada, prometo la gracia de, en poco tiempo, de que alcancen una altísima perfección cristiana, que buscarán Mi rostro con mayor amor, de que se olvidaran más fácilmente de sí mismos, de tener siempre Mi corazón consolado por este gesto y de recibir mayores Luces celestiales y tendrán una mayor alegría eterna, venida de Mi Corazón.
Promesas a quien difundiere estos mensajes:
- A aquellos que divulgaran estas promesas, prometo el don del conocimiento de los corazones.
- Alcanzarán una Gloria excelsa en el Cielo.
- Tendrán una vida espiritual, aunque no siempre material, tan intensa en tan pocos años, como si hubieran vivido muchísimos años de santidad.
- Llenaré de grandes bendiciones a sus familiares.
- Prometo también que cuanto más hicieran conocer estas promesas, más me derramaré sobre ellos.
- Haré que Me sientan de modo intenso, en una plenitud creciente.
- No permitiré que emprendan designios que no sean de Mi agrado.
- Pondré en su camino una Luz no tan fuerte de modo que, con Mi abundante asistencia, eviten el mal y hagan solo el bien como principalmente aquello que más Me agrada.
- Les daré también más gracias, incontables, si las divulgan con fervor. Será considerada una gran omisión si no dieran a conocer Mis promesas.
Dad a conocer a toda la humanidad!
Especialmente los sacerdotes, también los "ministros de laEucaristía," los laicos que distribuen la Eucaristía, y todos sus amigos!
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