lunes, 5 de agosto de 2013

El 5 de agosto fue indicado por María en Medjugorje como la fecha de su nacimiento

Como Iglesia  festejamos el cumpleaños de la Virgen el día 8 de Septiembre. Sin embargo, en apariciones como Medjugorje o en las revelaciones vinculadas con la Rosa Mistica, Ella ha manifestado que la fecha real fue  un  5 de agosto. María nos expresa así su deseo de que se festejen ambas fechas, y siendo Ella una Madre Celestial, ¿cómo podríamos no acceder a su pedido?

Lo curioso es que es la propia Madre de la Iglesia la que nos hace un regalo, festejando su cumpleaños. Ella nos trae al Niño Jesús, nos lo ofrece como signo de Maternidad Divina, porque es en El en que nos hacemos hermanos del mismo Dios, e hijos de Su mismísima Madre.
 
¿Y cual es el regalo que le haremos entonces?
 
La Virgen sigue invitándonos a seguir sus pasos, pasos de amor que nos mueven a su Hijo, Niño Dios, Hombre Dios, Amigo y Compañero, Hermano y Verbo Divino.
 
Jesús Señor nuestro, danos la alegría de poder hacer sonreir a Tu Madre, haznos niños pequeños que muevan sus corazones hacia Tu Sagrado Corazón, a través del Inmaculado Corazón de la Reina del Cielo y la tierra.

 ORACIONES A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

Además del Santo Rosario que es lo que ella más nos pide:


AVE MARIA

Dios te salve Maria
llena eres de Gracia
el Señor es contigo;
bendita tu eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el Fruto 
de tu vientre, Jesus. 
Santa Maria, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora
de nuestra muerte.

Amen

 

LA SALVE

 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra.

Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, 
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lagrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, 
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, 
y despues de este destierro, muestranos a Jesus,
fruto bendito de tu vientre. 
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen Maria.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amen

REGINA COELI (Reina del cielo)

V. Reina del cielo alegrate; aleluya.
R. Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
V. Ha resucitado segun su palabra; aleluya.
R. Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
V. Gozate y alegrate, Virgen Maria; aleluya.
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.

Oremos:

Oh Dios, 
que por la resurreccion de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo,
has llenado el mundo de alegria,
concedenos, por intercesion de su Madre,
la Virgen Maria,
llegar a alcanzar los gozos eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amen.

ANGELUS

V/. El ángel del Señor anunció a María,
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V/. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: , Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que hemos conocido, por el anuncio del ángel, la Encarnación de tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo, seamos llevados por los méritos de su Pasión y Cruz a la Gloria de su Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que, los que hemos conocido por el anuncio del ángel la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Muerte, lleguemos a la gloria de la Resurrección. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

ORACION A LA VIRGEN NIÑA

Pequeña y dulce Maria, princesa mia, sin pecado concebida, estrella de mis dias y desde niña la mas perfecta profecia. Ilumina esta vida mia, a veces enceguecida, sin ansias ni dicha y totalmente empobrecida. Hazme, pequeña Maria, luz en estos dias y resplandor en la oscuridad del alma mia. Hazme niño, pequeñito y dulcisimo para que el Buen Dios escriba lo que ha querido de esta vida, para su gloria y como verdad que ilumina.
Amen

ACORDÁOS (San Bernardo)

Acordaos, oh piadosisima Virgen Maria, que jamas se oyo decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra proteccion, implorando vuestro auxilio y reclamando vuestro socorro, haya sido jamas abandonado de vos. 
Animado por esta confianza, a vos acudo, oh Madre, Virgen de las virgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me animo a comparecer ante vos. 
Madre de Dios, no desecheis mis suplicas, antes bien, escuchadlas y aceptadlas benignamente.    
Amen.

ORACION A LA VIRGEN NIÑA

Pequeña y dulce Maria, princesa mia, sin pecado concebida, estrella de mis dias y desde niña la mas perfecta profecia. Ilumina esta vida mia, a veces enceguecida, sin ansias ni dicha y totalmente empobrecida. Hazme, pequeña Maria, luz en estos dias y resplandor en la oscuridad del alma mia. Hazme niño, pequeñito y dulcisimo para que el Buen Dios escriba lo que ha querido de esta vida, para su gloria y como verdad que ilumina.
Amen

ANGELUS

El angel del Señor anuncio a Maria.
Y concibio del Espiritu Santo.
Avemaria.

He aqui la esclava del Señor.
Hagase en mi, segun tu palabra.
Avemaria.

Y el verbo se hizo carne.
Y habito entre nosotros.
Avemaria.

Oremos:

Te pedimos, Señor, infundas tu gracia en nuestras mentes, para que los que hemos conocido por el mensaje del angel el misterio de la encarnacion de tu Hijo, seamos conducidos a la gloria de la resurreccion, por los meritos de Su Cruz y Pasion. Por el mismo Cristo nuestro Señor. 
Amen.

Gloria (tres veces)

ORACION A LA REINA DEL CIELO (Imprimatur concedido por el Papa San Pio X el 8 de junio de 1908)

Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Angeles, a Ti que has recibido de Dios el poder y la mision de aplastar la cabeza de Satanas, pedimos humildemente que envies legiones celestiales para que, bajo Tus ordenes, persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y los precipiten en los abismos. 
Quien como Dios? 
!Oh buena y tierna Madre, siempre seras nuestro amor y nuestra esperanza!
!Oh Divina Madre, envia a los Santos Angeles para defenderme, y aleja de mi al cruel enemigo!
Santos Angeles y Arcangeles defendednos y guardadnos.
Amen.

ANGELUS (cancion)

El angel vino de los Cielos
y a Maria anuncio
el gran misterio de Dios-Hombre
que a los Cielos admiro.

Virgen Madre, Señora nuestra
recordando la Encarnacion
te cantamos tus hijos, todos
como Estrella de Salvacion.

Yo soy la esclava del Señor, mi Dios
la Virgen dijo al contestar
que se haga en mi segun Tu has dicho
que se haga en mi Tu Voluntad

Virgen Madre, Señora nuestra
recordando la Encarnacion
te cantamos tus hijos, todos
como Estrella de Salvacion.

El Verbo, para redimirnos
tomo su sangre virginal
vivio hecho Hombre entre nosotros
librandonos de todo mal.

Virgen Madre, Señora nuestra
recordando la Encarnacion
te cantamos tus hijos, todos
como Estrella de Salvacion.

SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES (oración a la Virgen del Carmen)

Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles:  consuélame.
Con tu corazón maternal:  ámame.
Con tu inmenso poder:  protégeme.
Y en tus brazos al expirar:  recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén.

ORACIÓN A MARIA MADRE

Préstame Madre tus ojos
para con ellos mirar
porque si con ellos miro
nunca volveré a pecar.

Préstame Madre tus labios
para con ellos rezar
porque si con ellos rezo
Jesús me podrá escuchar

Préstame Madre tu lengua
para poder comulgar
pues es tu lengua materna
de amor y de santidad.

Préstame Madre tus brazos
para poder trabajar
que así rendirá mi trabajo
una y mil veces más.

Préstame Madre tu manto
para cubrir mi maldad
pues cubierta con tu manto
al Cielo he de llegar.

Préstame Madre a tu Hijo
para poderlo yo amar
pues si me das a Jesús
qué más puedo yo desear ?

Así será esta mi dicha 
por toda la eternidad.
Amén.

ORACION DE SAN BERNARDO:

Siguiéndola, no te extravías.
Invocándola, no te desesperas.
Pensando en ella, no divagas.
Apoyado en ella, no caes.
Guiado por ella avanzas tranquilo.
Escudado con ella, no temas.
Con su favor, llegas hasta el fin.

ORACION A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

Oh María, sin pecado concebida
rogad por nosotros que recurrimos a Vos
sin tardanza pregona lengua mía
las glorias y alabanzas de María
atiende a mi socorro, gran Señora
y ampárame tu diestra protectora.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, sea ahora y siempre, por los siglos de los siglos. 
Amén.

Oración:

¡Oh Jesús Señor Nuestro!, que has querido glorificar con innumerables prodigios a la Bienaventurada Virgen María desde el primer instante de su Concepción Inmaculada. Te suplicamos que cuantos devotamente imploramos tu protección en la tierra, merezcamos gozar de tu vista en el cielo. Tú que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
¡ Oh María ! por tu mediación damos infinitas gracias a Dios por el favor que dispensaste a tu querida sierva, Santa Catalina Labouré, apareciéndote pura y sin mancha de pecado, ofreciéndole como remedio de todos los males la Medalla Milagrosa. Por este favor te pedimos que nos hagamos dignos de tu protección y verdaderos devotos de tu Purísima Concepción. Amén.

Súplica:

Dios te Salve, Reina de Cielos y tierra, queridísima Madre de los pecadores!
Llenos nuestros corazones de absoluta confianza, acudimos a tu maternal afecto. Somos pecadores y no merecemos tu protección. Pero al contemplarte en la Medalla Milagrosa con los brazos abiertos, invitándonos a acercarnos a Ti y con las manos derramando a torrentes tus bendiciones, animosos acudimos a tus pies, para exponerte durante esta novena nuestras urgentes necesidades.

(Pídase privadamente la gracia que se desea, o dése gracias por el favor recibido)

¡Oh María! Tú eres después de Dios, nuestra única esperanza.
Escucha benigna la confiada oración, que en la presente necesidad, elevamos a tu misericordia, si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas.
Al mismo tiempo, deseando ser verdaderos cristianos, y por ello, merecedores de las miradas de Dios y de tu protección, te suplicamos humildemente, tierna Madre nuestra llenes nuestra alma del espíritu de oración, de humildad y de mortificación de nuestras pasiones. Obtennos fidelidad en el cumplimiento de nuestros deberes religiosos y constancia en el bien hasta la muerte.
Ruega por nosotros. ¡ Oh María ! y haznos participantes de los tesoros divinos de que fuiste colmada en tu Purísima Concepción. Así Sea.

ORACION A LA REINA DE LOS ANGELES

¡Oh Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles! Pues has recibido de Dios el
poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, le suplicamos humildemente, envíanos las legiones angélicas, para que bajo tu mando, persigan a los demonios, combatan contra ellos en todas partes, repriman su audacia y los sepulten en el infierno.

Santos ángeles y arcángeles; defiéndenos, guárdanos- ¡Oh buena y tierna Madre! Tú eres
siempre nuestro amor y nuestra esperanza. ¡Oh divina Madre! envía los santos ángeles para 
defenderme y para rechazar lejos el demonio, mi cruel enemigo.

San Miguel Arcángel, ruega por nosotros
San Gabriel Arcángel, ruega por nosotros.
San Rafael Arcángel, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rueguen por nosotros,
Coros Angélicos, rueguen por nosotros.

Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.


A MARIA

Madre, dame Tu mano y no me sueltes,
Déjame apoyarme en Ti al andar,
Enséñame el camino que sólo me conduzca
A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

Pídele a El que perdone mis falencias,
Mi falta de paciencia, también de piedad,
Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso
De las injusticias que me hacen a menudo llorar.

Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre,
Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad,
Regálame la paz que de Tus ojos mana
Y muéstrame las huellas del amor y la humildad.

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN

En las dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

ORACIÓN DE SAN BERNARDO A MARÍA SANTÍSIMA

Salve Reina de misericordia, Señora del mundo, Reina del cielo, Virgen de las vírgenes, Sancta Sánctorum, luz de los ciegos, gloria de los justos, perdón de los pecadores, reparación de los desesperados, fortaleza de los lánguidos, salud del orbe, espejo de toda pureza. Haga tu piedad que el mundo conozca y experimente aquella gracia que tú hallaste ante el Señor, obteniendo con tus santos ruegos perdón para los pecadores, medicina para los enfermos, fortaleza para los pusilánimes, consuelo para los afligidos, auxilio para los que peligran.
Por ti tengamos acceso fácil a tu Hijo, oh bendita y llena de gracia, madre de la vida y de nuestra salud, para que por ti nos reciba el que por ti se nos dio. Excuse ante tus ojos tu pureza las culpas de nuestra naturaleza corrompida: obténganos tu humildad tan grata a Dios el perdón de nuestra vanidad. Encubra tu inagotable caridad la muchedumbre de nuestros pecados: y tu gloriosa fecundidad nos conceda abundancia de merecimientos.
Oh Señora nuestra, Mediadora nuestra, y Abogada nuestra: reconcílianos con tu Hijo, recomiéndanos a tu Hijo, preséntanos á tu Hijo.
Haz, oh Bienaventurada, por la gracia que hallaste ante el Señor, por las prerrogativas que mereciste y por la misericordia que engendraste, que Jesucristo tu Hijo y Señor nuestro, bendito por siempre y sobre todas las cosas, así como por tu medio se dignó hacerse participante de nuestra debilidad y miserias, así nos haga participantes también por tu intercesión de su gloria y felicidad

SALUDO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
















San Francisco de Asís

Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él
con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la cual estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien.
Salve, palacio suyo;
salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya.
Salve, vestidura suya; 
salve, esclava suya; 
salve, Madre suya 
y todas vosotras, santas virtudes, 
que sois infundidas por la gracia 
e iluminación del Espíritu Santo 
en los corazones de los fieles, 
para que de infieles hagáis fieles a Dios.
S. Francisco de Asís

Antífona del Oficio de la Pasión

(S. Francisco)

Santa Virgen María, 
no ha nacido en el mundo 
ninguna semejante a ti entre las mujeres, 
hija y esclava del altísimo y sumo Rey, 
el Padre celestial, 
Madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, 
esposa del Espíritu Santo: 
ruega por nosotros 
ante tu santísimo amado Hijo, Señor y maestro. 
Gloria al Padre. Como era.


Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor, 

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; 

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, 
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: 
su nombre es santo, 
y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo: 
dispersa a los soberbios de corazón, 
derriba del trono a los poderosos 
y enaltece a los humildes, 
a los hambrientos los colma de bienes 
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia 
–como lo había prometido a nuestros padres– 
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre.


Magníficat ánima mea Dóminum: 
et exsultávit spíritus meus in Deo, salutári meo.

Quia respéxit humilitátem ancíllae suae: 
ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.

Quia fecit mihi magna qui potens est: 
et sanctum nomen ejus.

Et misericórdia ejus a progénie in progénies 
timéntibus eum.

Fecit poténtiam in bráchio suo: 
dispérsit supérbos mente cordis sui.

Depósuit poténtes de sede, 
et exaltávit húmiles.

Esuriéntes implévit bonis: 
et dívites dimísit inánes.

Suscépit Israël, púerum suum, 
recordátus misericórdiae suae.

Sicut locútus est ad patres nostros, 

Abraham, et sémini ejus in saecula.

Glória Patri.


Invocación

(P. Panes)

Bendita sea tu pureza, 

y eternamente lo sea, 

pues todo un Dios se recrea 

en tan graciosa belleza. 

A ti, celestial princesa, 

Virgen sagrada, María, 

te ofrezco desde este día 

alma, vida y corazón. 

Mírame con compasión; 

no me dejes, Madre mía.


Oración de San Bernardo

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a aparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amén.


De las oraciones litúrgicas

1. 

Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

2. 

Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz al celebrar tan gran misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

3. 

Concédenos, Señor, por intercesión de la Virgen María, hacernos dignos de participar, como ella, de la plenitud de tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

4. 

Confirma, Señor, en nosotros, la verdadera fe, para que cuantos confesamos al Hijo de la Virgen, como Dios y como hombre verdadero, podamos llegar a las alegrías del reino por el poder de su santa resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

5. 

Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

6. 

Dios, creador y restaurador del hombre, que has querido que tu Hijo, Palabra eterna, se encarnase en el seno de María, siempre Virgen, escucha nuestras súplicas, y que Cristo, tu Unigénito, hecho hombre por nosotros, se digne hacernos partícipes de su condición divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

7. 

Dios de misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar a la Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, vernos libres de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

8. 

Dios de misericordia, remedia con el amparo del cielo nuestro desvalimiento, para que, cuantos celebramos la memoria de la inmaculada Virgen María, Madre de Dios, podamos, por su intercesión, vernos libres de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

9. 

Dios todopoderoso, concede a los fieles, que se alegran bajo la protección de la Virgen María, verse libres, por su intercesión, de todos los males de este mundo y alcanzar las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

10. 

Dios todopoderoso, confírmanos en la fe de los misterios que celebramos, y, pues confesamos a tu Hijo Jesucristo, nacido de la Virgen, Dios y hombre verdadero, te rogamos que por la fuerza salvadora de su resurrección merezcamos llegar a las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

11. 

Dios todopoderoso, que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles, reunidos en oración con María, la Madre de Jesús, concédenos, por intercesión de la Virgen, entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con testimonio de palabra y de vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

12. 

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

13. 

Dios todopoderoso, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión materna de la que nos ha dado a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

14. 

Dios todopoderoso, que, según lo anunciaste por el ángel, has querido que tu Hijo se encarnara en el seno de María, la Virgen, escucha nuestras súplicas y haz que sintamos la protección de María los que la proclamamos verdadera Madre de Dios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

15. 

Dios todopoderoso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concédenos, te rogamos, que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

16. 

Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y quiso vivir entre nosotros, nos haga partícipes de la abundancia de su misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

17. 

Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos la invocan, concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

18. 

Dios y Padre de nuestro salvador Jesucristo, que en María, virgen santa y madre diligente, nos has dado la imagen de la Iglesia; envía tu Espíritu en ayuda de nuestra debilidad, para que perseverando en la fe crezcamos en el amor y avancemos juntos hasta la meta de la bienaventurada esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

19. 

Dios y Señor nuestro, que en el parto de la Virgen María has querido revelar al mundo entero el esplendor de tu gloria, asístenos con tu gracia, para que proclamemos con fe íntegra y celebremos con piedad sincera el misterio admirable de la encarnación de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

20. 

Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

21. 

Oh Dios, cuyo Hijo al expirar en la cruz quiso que su madre, la Virgen María, fuese en adelante nuestra Madre, concédenos a quienes recurrimos a su protección ser confortados por la invocación de su santo nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

22. 

Oh Dios, Padre de misericordia, cuyo Hijo, clavado en la cruz, proclamó como Madre nuestra a santa María Virgen, Madre suya, concédenos, por su mediación amorosa, que tu Iglesia, cada día más fecunda, se llene de gozo por la santidad de sus hijos, y atraiga a su seno a todas las familias de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

23. 

Oh Dios, que en tu providencia admirable has querido asociar a la Virgen María al misterio de nuestra salvación, haz que, fieles a su consejo, pongamos en práctica todo lo que Cristo nos ha enseñado en el Evangelio. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

24. 

Oh Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

25. 

Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

26. 

Oh Dios, tú que has preparado en el Corazón de la Virgen María una digna morada al Espíritu Santo, haz que nosotros, por intercesión de la Virgen, lleguemos a ser templos dignos de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

27. 

Perdona, Señor, los pecados de tus hijos y, ya que nuestras obras no pueden complacerte, concédenos la salvación por medio de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

28. 

Porque te has complacido, Señor, en la humildad de tu sierva, la Virgen María, has querido elevarla a la dignidad de Madre de tu Hijo y la has coronado de gloria y esplendor; por su intercesión, te pedimos que, a cuantos has salvado por el misterio de la redención, nos concedas también el premio de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

29. 

Que se alegre tu Iglesia, Señor, y se goce en el Nacimiento de la Virgen María, que fue para el mundo esperanza y aurora de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

30. 

Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

31. 

Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

32. 

Señor y Dios nuestro, a cuyo designio se sometió la Virgen Inmaculada aceptando, al anunciárselo el ángel, encarnar en su seno a tu Hijo: tú que la has transformado, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu divinidad, concédenos, siguiendo su ejemplo, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

33. 

Te pedimos, Señor, que, al recordar los dolores de la Virgen María, completemos en nosotros, en favor de la Iglesia, lo que falta a la pasión de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

34. 

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

35. 

Te pedimos, Señor, que tu Iglesia, por la mediación maternal de la Virgen, anuncie a todas las gentes el Evangelio y llene el mundo entero de la efusión de tu Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

36. 

Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la Virgen María, para que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.



 

 


 


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