Escribo este relato con la esperanza de dejar un poco de enseñanza sobre mi experiencia.
Hace 5 años pasé por una ruptura matrimonial, experimenté mucho dolor, frustración y debilidad, y busqué respuestas a mis preguntas de lo que yo creí injusto. Me llené de odio y rencor, e ideas de venganza.
Acudí a lo más obscuro que encontré, una especie de convinación entre brujería y santería, llegué a un lugar que se anunciaba como de "Sntería Afrocubana", me documenté sobre el tema, y no me pareció una práctica de brujería, pero en realidad, lo que yo viví fué una convinación de esas creencias de religión africana, con brujería negra; participé en rituales donde se encendía fuego en círculo, se practicaban "misas" donde se rezaban partes del Padre Nuestro y se hacían ritos para adorar a la Santa Muerte, en estas "misas" a la Santa Muerte, la líder del grupo hablaba supuestamente con seres que ya habían muerto para que la gente presente en el rito recibiera "mensajes" que facilitaban la vida y resolvían problemas específicos.
Participé en una "misa" a los "santos" yorubas de la santería afrcubana, donde se sacrificaron un carnero, un gallo, 2 pollos y una paloma, llenos de sangre que se tenían que ofrecer en estos sacrificios para que los problemas que yo tenía en ese momento se resolvieran.
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Pagué 10,000 pesos para este ritual que más que resolver mis problemas, me dejó sin dinero y llena de miedo y remordimiento.
Pero no paré ahí, seguí acudiendo a este lugar, y cada vez era peor, me leía las cartas, el caracol, hablaba con supuestos muertos y todo para resolver algo que ya no tenía remedio, mi separación conyugal, el que yo renunciara a mi trabajo y vendiera hasta mi casa.
Perdí todo menos a mis hijos y a mis padres, pero en ese momento sentía angustia y desesperación, y como una droga yo acudía cada vez más seguido a visitar este lugar, cuando no tuve dinero para pagar otra "matanza", les dejé mi computadora, iba mañana tarde y noche a que ahí me resolvieran mis problemas.
Después de varios años de seguir con estas prácticas, mi mente ya no sabía diferenciar entre la verdad y la ilusión que estas personas inculcan en la mente de sus seguidores.
Una noche, desperté con gran ansiedad y mucho miedo, temerosa de encontrr en mi propia casa a los "muertos" con los ue hablaban los santeros, llamé a la policía, desperté a los vecinos y a mi pareja con terror y angustia, sentí un miedo idescriptible a que todo aquello que hice y viví se me revirtiera en un mal inmenso para mí o para mis hijos.
Terminé con el psiquiatra, y otra relación rota, tomando antipsicóticos para controlar las alucinaciones, el medicamento será de por vida, y me cuesta mucho dinero mantener el tratamiento, así como tiempo y preocupación de mi familia, porque el grado en que esas personas te inculcan el miedo es inmenso. Todavía recuerdo lo que ví, lo que viví, la clase de rituales con animales muertos y cadáveres es aterrante.
Hoy, he regresado al sacramento de la Reconciliación y la Sagrad Comunión con el señor en la Santa Iglesia Católica, poco a poco voy recuperando mi paz y mi salud espiritual, y le doy inmensas gracias a Dios porque me ha llamado y me ha sacado de esta pesadilla.
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